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Tres éxitos y una decepción

La etapa de Scariolo al frente de la selección deja una estela de medallas (dos oros europeos y una plata olímpica) y una espina, la sexta plaza en el Mundial de Turquía

En los cuatro años con Scariolo al frente, la selección española logró proclamarse campeona de Europa dos veces, en Polonia y en Lituania (2009 y 2011) y revalidó la plata olímpica en los Juegos de Londres. La única mancha en su expediente fue la sexta plaza en el Mundial de Turquía en 2010, aunque el combinado español no contó con la presencia de dos piezas clave en su juego: Pau Gasol y José Manuel Calderón.

La final de Polonia en 2009 fue una demostración de dominio y buen juego de los españoles que no dieron casi opciones a los serbios, a los que se impusieron por más de 20 puntos. 85-63 fue el resultado final con el que el equipo de Scariolo conquistó el trono de Europa.

Dos años después, España volvía a protagonizar la final en el Eurobasket de Lituania. Esta vez contra Francia, un rival complicado plagado por jugadores de la NBA como Noah, Pietrus, Batum y Gelabale liderados por Tony Parker. Pese a que fue un gran partido, a partir del segundo cuarto, los de Scariolo fueron por delante y reivindicaron su título con un 98-85 final.

Sin la presencia de Pau Gasol y de Calderón, las posibilidades de que España repitiese en el Mundial de Turquía el oro de Japón quedaban reducidas considerablemente. Así fue. El combinado español acusó la ausencias de dos de sus jugadores más importantes y cuajó un campeonato de malas sensaciones. No lograron clasificarse para las semifinales al perder contra Serbia 92-89. Mejoraron su imagen contra Eslovenia y se clasificaron para luchar por el quinto puesto ante Argentina, pero no estuvieron a la altura y ya en la primera parte regalaron el partido. Iniciaron la remontada pero el tiempo se les echó encima y se tuvieron que conformar con la sexta plaza (81-86), el peor resultado desde 1994.  

Llegaron los Juegos de Londres. El listón estaba muy alto después de la plata conseguida en Pekín tras plantar cara a Estados Unidos en una final histórica (107-118). Los de Scariolo demostraron su juego, pero la falta de concentración les jugó una mala pasada, perdieron contra Rusia en la fase de grupo y solo una derrota ante Brasil les evitaría cruzarse con Estados Unidos en cuartos. Perdieron ante los brasileños en un partido acechado por la sombra de la sospecha. "Hemos venido a por la medalla", se justificó Scariolo. Y llegaron a la final contra los estadounidenses y ofrecieron un espectáculo que inevitablemente recordó al partidazo de Pekín.El oro quedó a 7 puntos (100-107).

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