De Pau a Claver, los españoles se ponen deberes

“Me gusta José. Le respeto. Ha hecho mucho por nuestro equipo y no espero ninguna controversia sobre la posición de base”. Ése es el punto de vista de Dwane Casey, el entrenador de los Raptors, ante la que se ve venir en Toronto en la temporada de la NBA que empieza la próxima madrugada. El equipo canadiense ha fichado al base de los Rockets, Kyle Lowry. Y todo hace indicar que Lowry será titular en detrimento de José Manuel Calderón. Después de siete temporadas en el equipo, de haberse batido por el puesto, de haberse ganado a pulso el mejor contrato del equipo, con ocho millones de euros anuales, el jugador español parte como candidato a salir desde el banquillo.

Así es la NBA. Sucede sobre todo en equipos tan inestables como está siéndolo Toronto. Persiste la duda sobre si en realidad lo que pretenden es traspasar a Calderón, por más que Casey abunde en que él observó la pasada campaña cómo compartían minutos Lowry y Dragic en los Rockets y afirme que es lo que quiere ahora para los Raptors.

Ni el respeto ni el juego tienen nada que ver con el contrato que tengas” Serge Ibaka

“Da rabia que tu nombre esté dando vueltas por ahí. Llegué incluso a estar traspasado. He jugado de suplente, he tenido muchos entrenadores y he acabado siendo titular con todos”, dice, animoso, Calderón. “Es difícil mantener la motivación cuando se pierden tantos partidos como el año pasado, pero debemos ser capaces de meternos en los playoffs”.

Eso, meterse en los playoffs ya no es suficiente para Memphis. El equipo de Marc Gasol dio la gran campanada dos temporadas atrás al eliminar en la primera ronda a San Antonio y dar muchísima guerra a Oklahoma en la segunda. “Entonces se pensaba que ganar un partido del playoff ya era lo máximo. Por eso la pasada temporada nos dejó un sabor agridulce. Nos relajamos en el primer partido con los Clippers, fallamos en el tiro exterior, eso nos creó inseguridad y lo pagamos con la eliminación. Se nos exigía mucho y acabamos chafaditos”, rememora el pívot de Sant Boi. Los Grizzlies depositan su esperanza de que la pareja interior formada por Marc y Zach Randolph vuelva a funcionar a pleno rendimiento tras la lesión que lastró al pívot de Indiana.

Tras firmar un contrato ya importante por el que percibirá 9,4 millones de euros durante cuatro temporadas, a partir de la 2013-2014, a Serge Ibaka le aguarda la responsabilidad de consolidarse no solo como titular, sino como uno de los puntales de Oklahoma, uno de los tres claros aspirantes al título, junto a los Lakers y Miami. “Ni el respeto ni el juego tienen nada que ver con el contrato que tengas. Desde que empecé me he esforzado por mejorar. No deseo ser un especialista (ha sido el mejor taponador de la NBA en las dos últimas temporadas y estuvo en el mejor quinteto defensivo en la última), sino un jugador completo”. Sergio Scariolo, el seleccionador español, opina: “Interesará ver si continua con su importante progresión, afinando el juego de espalda al aro y progresando en la lectura de juego”.

Salir de casa puede venirme bien para exigirme más”, dice el debutante Claver

La exigencia para Pau Gasol será otra vez máxima. El quinteto de los Lakers no tiene más sentido que el de ganar el anillo. “Lograrlo por tercera vez en mi carrera sería maravilloso. La pasada temporada no fue agradable para mí. Sabía que podía ser traspasado en cualquier momento y traté de negociar lo mejor posible mi situación. Ahora todo es distinto. Tenemos un gran equipo, sin duda. Lo que hace falta es desarrollar la química entre nosotros”.

La misión para Ricky Rubio es diferente a la de los demás. Tras romperse los ligamentos el 9 de marzo en un partido contra los Lakers, sigue su proceso de recuperación. Una de las posibles fechas para su reaparición es el 23 de diciembre, el día en que Minnesota visita el Garden para enfrentarse a los Knicks. “Deseo sentirme bien para dar guerra allí”, proclama el base de El Masnou.

Víctor Claver, a sus 24 años, debutará en la NBA con Portland tras haber desarrollado su carrera en Valencia. “Salir de casa puede venirme bien para exigirme más. Mi objetivo es aprender. No pido jugar 30 minutos, pero sí entrar en la rotación y poder ayudar al equipo a entrar en los playoffs”.

Scariolo especifica: “Me encantaría que Víctor tuviera entre 10 y 15 minutos de media. Sería un gran resultado: Estoy convencido de que lo puede conseguir”.