Arteta arregla al Arsenal

Volvió Jack Wilshere (Hertfordshire, Inglaterra; 1992) al fútbol. Con el 10 a la espalda, con su manía de retocarse el pantalón cada dos por tres, con su calidad a cuestas. Hasta ahora, del genial mediocentro se sabía poco, más allá de su facilidad para jugar a ping-pong –vídeo que colgó el Arsenal en su web-, de su esforzada recuperación, bien larga. De 14 meses, ni más ni menos. Regresó el menudo centrocampista frente al QPR y, aunque fue uno de los mejores, por su facilidad para mezclar, no dotó a los gunners de pegada, su gran laguna en este curso. Pero sí arregló al equipo Mikel Arteta cuando sonaba la bocina con un gol redentor (1-0).

El calvario de Wilshere comenzó en la pretemporada del ejercicio anterior, en un amistoso ante los New York Red Bulls, cuando se fracturó la rodilla. Cinco meses más tarde, listo para regresar, un nuevo chasquido en el tobillo le negó el fútbol. Sin Eurocopa ni Juegos, decidió tomarse con calma su vuelta. El que fuera escogido como el mejor joven de la Premier en la temporada 2010-11, el mismo que se perdió todo el curso pasado, se había probado en tres duelos con el filial, ante el WBA, Reading y Chelsea. “Ya veremos cuando juega. Ha trabajado muy duro, pero ¿saben lo que es estar fuera de competición durante 14 meses?”, adujo el técnico Arsène Wenger en la previa. Pero Wilshere salió de inicio ante el QPR y mostró su fútbol, con 33 pases bueno en otros tantos intentos en la primera mitad, con sus características conducciones con el balón atado a la zurda. Probó incluso dos disparos, bien detenidos por Julio César, espléndido toda la noche, guantes de acero ante las sucesivas embestidas de un Arsenal sin pegada, lacra que se acentúa a cada duelo, siempre con la marcha de Van Persie al Manchester United en el recuerdo.

Wilshere logró en la primera mitad 33 pases bueno en otros tantos intentos, además de exhibir su conducción con el balón atado a la zurda

Tras el traspié ante el Norwich y el Schalke, necesitaba el Arsenal el triunfo. Tenía el balón, pero no el gol, desdibujado una vez más Giroud en la punta de ataque. Algo que propició Granero en la portería rival, con un pase de cuchara soberbio bien completado por Hoilett, anulado después por fuera de juego. Replicaron Gervinho, Podolski y Cazorla, que falló un disparo a portería vacía. Pero, ya sin Wilshere –cambiado en el 67 por Walcott- ni el expulsado Mbia, apareció Arteta para resolver un barullo en el área en el que pasó de todo: un disparo de Walcott, un paradón de Julio César, un cabezazo de Arteta al larguero; y otro chut de Arteta, a la red.

También llegó a tiempo Tévez para recomponer al Manchester City, que volvió a ganar por los pelos en la Premier, esta vez ante el Swansea de los cuatro amigos (Pablo, Chico, Michu y Rangel). No así en Europa, donde necesita un milagro, según palabras de su técnico Mancini, para superar la fase de grupos. Pero ante el Swansea, un disparo tremendo de El Apache desde 25 metros bastó para ganar el encuentro, su primera diana en 10 partidos. Fue, en cualquier caso, un duelo accidentado; Richards pareció romperse la rodilla y a Michu le atendieron por un fuerte golpe con Hart, pero se quedó en un susto. Repercutió en el tiempo de descuento, puesto que el colegiado añadió 12 minutos.

El Wigan de Roberto Martínez, por otra parte, ganó al West Ham (2-1) con un golazo de volea de Iván Ramis y uno más de McArthur.

Otros resultados: Aston Villa, 1-Norwich, 1; Reading, 3-Fulham, 3; Stoke, 0-Sunderland, 0.