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‘Triplete’ solemne de Soldado

El Valencia de Pellegrino se arma en el medio del campo y golea al BATE en Minsk

Roberto Soldado marca el segundo gol.
Roberto Soldado marca el segundo gol.VIKTOR DRACHEV (AFP)

El liderazgo en un equipo se conquista en noches como esta. Un solemne triplete en Bielorrusia, al conjunto revelación, con un recital de desmarques y de remates propios de este formidable delantero. Soldado entró en la historia del club de Mestalla con 14 goles en 16 encuentros en la Champions, lejos ya de los 11 de Juan Sánchez, pero lo hizo sobre todo en un partido de verdad, de los que marcan el destino. Además de la veta goleadora de Soldado, Pellegrino encontró también un equipo.

Armado a partir de la solidez defensiva de Ricardo Costa y de la consistencia en la medular de Albelda, Gago y Tino Costa. Este último, casi de media punta, se convirtió, por la vitalidad y el optimismo de su juego, en un aliado inesperado de Soldado. Fabricaron un gol, el tercero, digno de museo. Sin olvidar la crucial actuación del portero Diego Alves en los momentos clave. Inspirado para frenar al BATE cuando el conjunto bielorruso todavía estaba impulsado por la inercia de los dos primeros encuentros ganados.

BATE BORISOV, 0 - VALENCIA, 3

BATE Borisov: Gorbunov; Polyakov, Filipenko, Simic, Bordachev; Olekhnovic, Volodko (Bressan, m. 76); Pavlov (Mozalevski, m. 67), Hleb, Likhtarovic (Sivakov, m. 53); y Rodionov. No utilizados: Gutor; Yurevich, Radkov, Kontsevoi y Baga.

Valencia: Diego Alves; João Pereira, Rami, Ricardo Costa, Cissohko; Albelda (Banega, m. 72), Gago, Tino Costa; Feghouli (Barragán, m. 82), Guardado; y Soldado (Jonas, m. 77). No utilizados: Guaita; Víctor Ruiz, Bernat y Viera.

Goles: 0-1. M. 45. Soldado, de penalti. 0-2. M. 55. Soldado. 0-3. M. 69. Soldado.

Árbitro: Craig Thomson (Escocia). Amonestó a Simic, Pavlov, Soldado y Albelda.

Estadio del Dínamo de Minsk: unos 30.000 espectadores.

Hasta ahora, a Soldado se le reprochaba su incomparecencia en las noches de alcurnia continental. Apenas participó media hora ante el Schalke hace dos temporadas y no vio el balón frente al Chelsea en la pasada campaña. El Valencia, en ambos casos, quedó apeado de la Champions. Una espinita extraída finalmente por el segundo capitán valenciano, autor no solo del penalti transformado al filo del descanso sino de la jugada precedente. Primero el desmarque al borde del área, después el control de espaldas y el giro rapidísimo del cuerpo acompañado de un toque con el exterior del pie derecho mientras el central serbio Simic lo agarraba de la camiseta. Luego, Soldado es un seguro desde los 11 metros. Coloca la pelota a un palo o el otro con convicción, muy difícil de estudiar para los porteros. Esta vez a la izquierda del meta Gorbunov. Soldado ya había avisado con dos escapadas anteriores y dos tiros de primera repelidos por los puños de Gorbunov. El ariete dio brillo así a una primera mitad nebulosa: su dominio en campo contrario había tendido a la intrascendencia. Como ya le sucedió en Mallorca y también en el Ciutat de València ante el Levante, le había faltado intensidad, velocidad y desborde. Hasta aparecer Soldado.

Al principio fue difícil comprender cómo el BATE había derribado al Bayern de Múnich (3-2). Después sí se comprendió. Es un conjunto explosivo en la zona de tres cuartos. Y sale con muchos efectivos al contragolpe. Neutralizados más o menos por un Valencia más contenido que en encuentros anteriores. Gracias a la presencia de Ricardo Costa en el centro de la zaga: expeditivo y poderoso el defensa portugués.

Con 14 tantos, el ariete es el máximo goleador del club en la 'Champions'

Obligado a ir a por el partido, Hleb asumió el mando del BATE en el arranque del segundo tiempo y desequilibró en la frontal de área antes de ceder el pase de Rodionov. El ariete rompió a Rami y su disparo cruzado se encontró con la milagrosa pierna izquierda de Diego Alves. El meta brasileño hizo la parada de la noche, y, de paso, lanzó una contra demoledora. Mientras corría Guardado hacia la portería contraria, con diversas opciones de pase, eligió la mejor: un centro largo y bombeado al otro lado. Lo reventó Soldado en una volea perfecta: de arriba abajo y ligeramente embolsada con el exterior del pie derecho.

El Valencia entró en ebullición. Se lanzó a la yugular del BATE en cuanto Guardado, Gago y Tino Costa robaban y salían en busca de Soldado. Por fin un Guardado incisivo y ambicioso. Y un sorprendente Tino Costa, atinadísimo en la posición de media punta. Su pared con Soldado resultó memorable. Un tuya-mía dentro del área completado con el remate final de Soldado completando su fastuoso triplete. El conjunto bielorruso estaba completamente roto.

Albelda, Gago y Tino Costa dieron consistencia al cuadro valencianista

Para el último cuarto, Pellegrino le dio descanso a Albelda y minutos a Banega. Todo de cara para el conjunto de Pellegrino, que firmó por fin un partido convincente de arriba abajo. Sin las concesiones defensivas de anteriores jornadas. Y con el poderío ofensivo del segundo tiempo. Cuando ya el BATE abandonó su morada y el Valencia, tan firme en el centro del campo, lo atacó por todos los flancos.

Tan sombrío el panorama hace apenas unos días para Pellegrino, se le abre ahora el cielo con la recuperación de Albelda, Banega y, sobre todo, el liderazgo consolidado de Soldado.

Pellegrino: "Presentía que podíamos hacer algo importante"

Fue el primer triunfo de Mauricio Pellegrino, técnico del Valencia, a domicilio. Y, como tal, decidió festejarlo; se soltó como casi nunca, siempre comedido en sus palabras. "Presentía que podíamos hacer algo importante, pero en unos partidos se da y en otros no. Aquí, tuvimos mucha determinación y creo que ha sido un triunfo merecido", soltó en Bielorrusia.

"La confianza no te la da las victorias, por eso hay que tener confianza y ser un equipo compacto", recordó, sabedor de que en Valencia ya hay algunos que han siseado su posible despido. Pero este triunfo impulsa al Valencia en Europa, hasta el punto de que es el colíder junto al BATE y al Bayern, con todo por decidir, con la segunda vuelta por disputar.  "Si hubiéramos empatado aquí, nos habríamos quedado en una situación incómoda y daba la sensación de que para ellos el empate no era malo. Ahora, sin embargo, el grupo está abierto", reflexionó.

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