Barça y Madrid aún carburan a medias
Supercopa aparte, y tras un apetecible bocado con la Copa del Rey que se disputará en el flamante Buesa Arena de Vitoria del 7 al 10 de febrero, los títulos más importantes, la Euroliga y la Liga Endesa, no se dirimen hasta la primavera. La temporada de baloncesto es, ciertamente, una carrera de fondo. Muchos partidos y desplazamientos, muchas competiciones diferentes. Es fácil que más de uno se pierda en la vorágine, empezando por los propios protagonistas. Es el riesgo que esta semana ha tratado de vadear el Real Madrid, con suerte desigual. Perdió el jueves en Moscú, ante el Khimki (86-85) en la Euroliga y, tras 10.474 kilómetros de viaje, estuvo contra las cuerdas en Tenerife contra el CB Canarias, uno de los colistas de la Liga Endesa. Zarandeado por un par de curtidos jugadores españoles, Ricardo Guillén y Saúl Blanco, perdía el Madrid por 82-70 y faltaban 2m27s. Si acabó ganando por 86-88 fue porque tres de sus jugadores desplegaron una inaudita rapidez, agresividad y acierto ofensivo, especialmente en esos instantes decisivos. Fueron Jaycee Carroll, que acabó con 26 puntos y seis triples, Sergio Rodríguez, que dio cuatro de sus ocho asistencias en esos instantes finales, la última, tras un robo, y que propició la última canasta, la del hombre que completó el trío de ases: Rudy Fernández.
La vorágine de partidos y kilómetros le pasó factura al club blanco en Moscú y a punto estuvo de sucederle lo mismo en Tenerife
La deriva del Canarias en esos últimos compases tuvo mucho que ver igualmente en el desenlace. Tras un espléndido partido, cuando ya tenía la victoria al alcance de la mano, enlazó error tras error, a cual más ingenuo, propios de un equipo recién ascendido, sin pedigrí, poco habituado a verse en una de esas. Sufrió el castigo adicional de que su última acción, una canasta de Blanco que hubiera forzado la prórroga, llegó unas milésimas de segundo tarde. Los árbitros, tras repasar el vídeo, así lo decretaron.
El Barcelona Regal se ha puesto muy serio después de sus derrotas en la Supercopa y en sus dos primeros partidos de la Liga Endesa. En Zaragoza ganó de calle (50-65). Marcó la pauta al convertir cuatro de sus cinco primeros triples. Es una asignatura pendiente porque tenía el peor porcentaje en esta faceta, con un 23%. Incluso en Zaragoza volvió a las andadas y acabó con un 5/16. Muy grises Navarro y Lorbek, fueron Mickeal, Tomic y Marcelinho los que pusieron tierra de por medio. “Nuestro juego es mejor de lo que refleja la anotación”, afirma Xavi Pascual. El Cajasol de Aíto logró por fin su primera victoria, ante el Gran Canaria (74-63); el Estudiantes, su primera derrota, ante el Bilbao (86-85); y el Valencia firmó el pleno de triunfos, ante el Blusens Monbus (68-64).
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