Los anuncios de Hamilton

La misma habilidad que ha llevado a Lewis Hamilton a ser considerado por la mayoría de los habitantes del paddock como uno de los tres mejores pilotos que se miden en el campeonato del mundo de fórmula 1 es la que le empuja a incendiar las redes sociales cada vez que cuelga una de sus perlas. En Bélgica trató de justificar un error en el calibrado del coche durante la cronometrada del sábado, publicando una foto de la telemetría comparada de su prototipo y el de Jenson Button. El lunes pasado, después de volver a meter la pata con la puesta a punto de su MP4-27 y terminar el cuarto en Suzuka, le lanzó un dardo envenenado a su compañero por dejar de seguir sus comentarios en Twitter, una reacción que, además de falsa – Button nunca lo había hecho antes–, parece más propia de un adolescente que de un piloto de F-1. Las tiranteces que podían existir dentro de la escudería de Woking aún se acentuaron un poco más la noche del pasado sábado. Hamilton invitó a todos los miembros de McLaren desplazados a Japón a una partida de bolos, pero nadie acudió porque ya se habían comprometido con Button para ir a correr por el circuito en una iniciativa benéfica conocida como Run That Track.

Al margen de estos últimos encontronazos, el británico no está atravesando uno de sus mejores momentos. Desde que hace dos semanas anunció su marcha de McLaren y su incorporación a Mercedes a partir del próximo curso, las calamidades se le han acumulado hasta el extremo de que, en solo dos carrereas, ya se ha descartado prácticamente de la pelea por el título –se encuentra a 62 puntos de Vettel–. Después de arrancar el tercero este domingo en Corea, Hamilton cruzó la meta el décimo por culpa de la rotura de una barra estabilizadora en la vuelta 18, según desveló una prueba que se le hizo más tarde a su bólido. Este problema generaba en su coche una vibración tremenda, sobre todo al circular por los tramos rectos, que a su vez provocó una degradación rapidísima de las gomas. A pesar de ello, el campeón del mundo de 2008 protagonizó una de las batallas más vistosas del día con Kimi Raikkonen, que finalmente le superó, como después también lo hicieron Grosjean, Ricciardo y Vergne.

En Corea partía el tercero y acabó el décimo por un nuevo problema mecánico

“La presión ha desaparecido. Es un momento difícil porque tanto el equipo como yo hemos trabajado mucho pero el Mundial está ya demasiado lejos. En mi caso, hemos fallado en las últimas tres citas, y en ese sentido espero que la suerte cambie un poco”, asegura Hamilton. A pesar de la frustración que le ha generado la marcha de su pupilo a Mercedes, Martin Whitmarsh, máximo responsable de McLaren, ensalzó su fortaleza y sus ganas de pelear con un coche que le martirizó durante cerca de dos terceras partes de la carrera. “A causa del problema mecánico que tuvo, el coche se desequilibró y comenzó a devorar los neumáticos. Lewis se mostró tenaz y luchador, y diría que fue una conducción heroica por su parte”, le piropeó Whitmarsh. “Por un lado estoy decepcionado por este resultado –Button abandonó en la primera vuelta tras ser embestido por Kobayashi–, pero por el otro me siento muy orgulloso de lo que ha hecho, porque en esas circunstancias no es fácil encontrar a alguien que luche como él”, zanjó el ejecutivo.