“He perdido bastante la vergüenza”

A Marc Márquez (Cervera, Lleida; 1993) le encanta pasarse el día echando unas risas con sus mecánicos, incordiándoles mientras trabajan. Nunca parece preocupado. Ni siquiera cuando está a punto de ganar otro Mundial, el de Moto2. Reconoce que siente la presión, pero eso no significa que esté nervioso. Lo demuestra en la pista, donde no ha cambiado un ápice su osadía. Siempre busca la victoria. Y un hueco, por pequeño que sea, para colar la rueda de su Suter; por lo que, de vez en cuando, recibe algunas críticas. Lo hizo también ayer domingo, después de cometer un error al meter primera en la parrilla de salida. Se quedó clavado mientras el resto de motos volaba a su lado. Aún así, ganó la carrera.

Pregunta. ¿Qué se compró con el primer dinero que ganó?

Respuesta. Algo para la moto, seguro. Quizás unas gafas de motocross o algunas pegatinas para la moto.

Si no hubiera sido piloto de motos, sería mecánico

P. Si no hubiera sido piloto de motos, sería...

R. Mecánico.

P. ¿Cuántas entrevistas ha concedido en el último año?

R. No lo sé... Cuatro por gran premio más o menos, más las de fuera del circuito. Cuatro por veinte: ochenta. Deben ser unas ochenta.

P. ¿Entre tanta pregunta ha perdido ya la vergüenza que tenía al llegar al Mundial?

R. He perdido bastante la vergüenza. Cuando llegué, con solo 15 añitos, veía a un montón de periodistas, tenía tres o cuatro micros delante... Me impresionaba.

P. Su amigo Iannone desveló que sienta a su novia en las gradas y la aleja de los focos, ¿tiene miedo de que se la quiten?

R. No... Tengo 19 años. Y cuando voy al circuito voy a trabajar, no creo que nadie se lleve a su pareja al trabajo. Cada cosa a su debido tiempo. Cuando se acaba todo, ya puede bajar.

P. Le saca tres años a su hermano Àlex, pero ¿cuántos centímetros le saca él?

R. Él mide 1,75, así que me debe sacar siete u ocho centímetros.

P. Es un recién llegado al Mundial, ¿acepta sus consejos de hermano mayor?

R. Sí. Ahora escucha a Emilio [Alzamora, representante de ambos], porque es lo que yo le digo, que le haga caso a él, que es el que tiene más experiencia. Pero yo le intento ayudar, claro. El tío siempre está atento. Ha hecho un cambio grande, para bien. Desde hace dos o tres años ha madurado. Nos pasa a todos.

P. ¿También se pone nervioso cuando le ve correr?

R. Sí, porque cuando eres tú el que va en la moto sabes lo que haces en cada momento y por qué; pero si lo ves por la pantalla... cuando Álex va rápido no sé si va al límite o es que empieza a salirle fácil, y cuando lo pasa alguien y no lo puede seguir pienso en si no lo sigue porque no puede o porque tiene algún problema de puesta a punto de la moto, por ejemplo.

P. ¿El cigüeñal es donde se hacen los niños que vienen de París?

R. ¿Cómo? No sabía que los niños venían de Paris... Vi Dumbo, pero no recordaba que la cigüeña repartía los paquetes. Pero pon que lo sabía, que me hacía el tonto. Y el cigüeñal es la pieza casi más importante de dentro del motor, no sé cómo explicarlo, pero es vital. Si se rompe el cigüeñal, se para la moto. ¿O no? -consulta a sus mecánicos-.

P. ¿Cuál es la mejor moto de la parrilla en Moto2?

R. La Suter.

P. ¿Tiene más ganas de ser campeón de Moto2 o de codearse con Rossi en la pista?

R. Ahora mismo tengo más ganas de ser campeón de Moto2. Lo otro ya llegará, pero mi sueño, el que veo más cercano, es este.

P. ¿Sabe quién era Bruno Ruffo?

R. No. ¿De dónde era?

P. ¿Quién fue el campeón de 250cc en 1993?

R. ¿Capirossi? Si no lo ganó, estaba por ahí.

P. ¿Qué le dice el nombre de Bar Refaeli?

R. ¿Perdona? No me suena.

P. ¿Sabría qué votar en un referéndum sobre la independencia de Cataluña?

R. Sí, si que sabría qué votar.

P. ¿Cuál es la película que más veces ha visto?

R. Transporter. Me las he tragado todas. Y Un canguro superduro también la he visto bastantes veces.

P. ¿Perros o gatos?

R. Perros.

¿Ya? Son divertidas estas entrevistas...