Una nueva y gran investigación sobre Hillsborough, 23 años después
La Policía y la Fiscalía británica revisarán el informe de la comisión independiente para determinar si el comportamiento de algunos agentes fue delictivo
La tragedia de Hillsborough ocurrió el 15 de abril de 1989 en un estadio de Sheffield y en ella murieron 96 personas. Ahora varios policías, algunos en activo y otros retirados, se enfrentan a una amplia investigación de la fiscalía británica y de la Comisión independiente de quejas de la policía (IPCC, por sus siglas en inglés, una suerte de departamento de asuntos internos), que revisarán exhaustivamente un informe presentado por David Cameron, primer ministro británico, a la Cámara de los Comunes el 12 de septiembre, en el que se arroja nueva luz sobre el episodio. El objetivo es comprobar si de lo que se narra en aquel documento, y queda acreditado en las más de 450.000 páginas que lo acompañan, es posible deducir la comisión de delitos por parte de algunos policías. Amañar testimonios, poner en entredicho la reputación de los fallecidos o “denigrar” a los muertos, en expresión de Cameron, puede tener consecuencias para los implicados en esas acciones 23 años después.
El fiscal jefe británico, Keir Starmer, anunció esta mañana lo que Cameron sugirió aquel 12 de septiembre, cuando explicó que la Fiscalía debería estudiar el asunto. El premier británico también dijo lo siguiente: “Ahora tenemos pruebas de cómo fallaron las autoridades”. Así que era cuestión de tiempo que esa investigación comenzase. “El propósito es identificar cuál debe ser el enfoque de cualquier investigación penal, de modo que la Fiscalía pueda determinar si hay pruebas suficientes para acusar a alguna persona u organismo de un delito”. Según The Guardian, la Fiscalía y la propia Policía se repartirán el trabajo: para la Fiscalía la investigación de posibles responsabilidades por la tragedia; para el IPCC, la gestión posterior a la masacre, lo que podría derivar tanto en la imputación de un delito como de faltas disciplinarias.
Hemos identificado un alto número de comportamientos que pueden ser delito o faltas disciplinarias" Deborah Glass, vicepresidenta del IPCC
“Vamos a lanzar una investigación nueva sobre esos nuevos asuntos. Hemos revisado el informe y empezado a examinar las 450.000 páginas de pruebas. Hemos identificado un alto número de comportamientos que pueden ser delito o faltas disciplinarias”, explicó Deborah Glass, vicepresidenta del IPCC. Glass añadió que esas actuaciones pueden ser asignadas a un alto número de policías, que serán investigados. Entre ellos, Sir Norman Bettison, jefe de la policía de West Yorkshire, uno de los agentes con mayor antigüedad del país y parte del equipo de asuntos internos acusado en el informe del panel independiente de propagar la idea de que la culpa por el desastre fue, principalmente, de los aficionados. “Será la mayor investigación independiente emprendida nunca acerca de la actuación de la Policía del Reino Unido”, concluyó Glass.
La revelación del informe de un panel independiente, hace ahora un mes, permitió poner al descubierto una trama para responsabilizar de la tragedia a los propios aficionados del Liverpool. Por eso, Cameron dijo en su intervención que se había cometido una “doble injusticia”: el fallo del Estado, “incapaz de proteger a sus seres queridos” y la que supone “denigrar” a los muertos, sugiriendo que, “de alguna forma, ellos tuvieron la culpa de su propia muerte”. La policía, se supo entonces, investigó los hábitos de consumo de alcohol de los fallecidos y comprobó su historial criminal. Más de dos décadas después, los agentes que participaron de aquella operación serán investigados.
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