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El derbi invisible

Levante y el Valencia ofrecen una rivalidad un tanto ficticia ● Mestalla abronca a sus radicales cuando estos cantan contra los granota

06-10-12
 RUEDA DE PRENSA DE JUAN IGNACIO Y PELLEGRINO
06-10-12 RUEDA DE PRENSA DE JUAN IGNACIO Y PELLEGRINODAVID GONZALEZ (DIARIO AS)

En los últimos partidos en Mestalla, los hinchas más radicales del Valencia, agrupados en torno a un nombre (Grada Jove)en una de las esquinas del gol sur, han entonado cánticos ofensivos contra el Levante, siendo reprendidos y acallados inmediatamente por la mayoría hasta entonces silenciosa del estadio. No hay manera. Por mucho que algunos jóvenes entusiastas se empeñen, los hinchas del Valencia no tienen a los granota como a sus principales enemigos. Y menos ahora, tras la corriente de simpatía generada por el Levante el curso pasado, cuando alcanzó la Liga Europa pese a ser uno de los clubes más pobres del campeonato.

Más o menos siempre fue así. Desde los duelos de los años sesenta hasta la mayor asiduidad levantinista en Primera División durante el decenio pasado. Desde 2004-05, el Valencia ha ganado cinco partidos, ha empatado cuatro y solo ha perdido uno (4-2), en el Ciutat en 2006-07. Los valencianistas observan a los granota por encima del hombro: un adversario muy inferior.

La perspectiva levantinista es diferente. De los 41 seguidores que acompañaron esta semana en autobús al Levante a Hannover, asomó uno por las gradas del estadio desplegando una bufanda y un lema: “Antichoto”. Choto es el término despectivo para referirse a los valencianistas.

Separados por un abismo conómico (el Valencia ronda los 100 millones de presupuesto anual y el Levante raspa los 20 millones), la masa social granota ha repuntado gracias a la buena marcha del equipo y a la política de precios bajos del club: 16.000 abonados. En el Valencia, en cambio, la cifra ha descendido hasta los 35.000, consecuencia de la crisis pero también de la carestía de los precios.

La directiva granota se queja de la negativa valencianista a cederle jugadores: Alcácer, por ejemplo, que acabó prestado al Getafe. Históricamente, siempre ha habido tránsito de Mestalla a Orriols: desde Pasieguito o Wilkes a Mijatovic pasando por Farinós y los actuales David Navarro y Míchel. Jugadores en retirada. En sentido contrario, Vicente (en el Brighton) y el propio Juanfran (ahora otra vez en el Levante) crecieron en casa del opulento vecino. Navarro cerró su cuenta de Twitter cansado de los insultos recibidos por su pasado choto.

Borrado del mapa por coincidir con el día del Barça-Madrid, el derbi presenta una particularidad: ambos equipos vienen de sus aventuras europeas. Con tendencias opuestas. Ascendente el Valencia en torno a la personalidad de Gago (victorias ante el Zaragoza en la Liga y el Lille en Champions); estancado el Levante en sus salidas ante Osasuna (4-0 en el Reino de Navarra) y el Hannover (2-1 en la ciudad alemana). A su favor, el conjunto de JIM presenta la solidez en su campo: ha remontado ante el Espanyol y la Real Sociedad e incluso empató ante el Atlético. Y la vuelta de Martins, cuya velocidad pondrá a prueba a la cuestionada zaga visitante. Los técnicos del Valencia temen la contra azulgrana y su estrategia, pero entienden que el Levante ha perdido cuerpo tras la marcha de Koné, Xavi Torres y Valdo. Sin Feghouli, sancionado con tres partidos por “aplaudir jocosamente” al árbitro ante el Zaragoza, el entrenador, Mauricio Pellegrino, ha probado con el zurdo Guardado como interior derecho.

El Levante da prioridad a la Liga. Del equipo de Hannover, solo repetirán Ballesteros, Iborra y Míchel. Es el partido del año para el Levante. El Valencia lo considera imprescindible para resarcirse. Ambos quieren darle visibilidad cuando todos miran hacia otro lado.

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