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Justicia y belleza en Riazor

Tablas entre un Deportivo que atacó siempre y un Getafe que esperó para prender su dinamita

Manuel Pablo y Lafita luchan por controlar el balón.Foto: sogecable | Vídeo: JESUS SANCHO

Después de tres partidos no es arriesgado colegir que la actitud del Deportivo no ha cambiado con el salto de categoría. El equipo que entrena José Luis Oltra regala entretenidos espectáculos futbolísticos, vistoso partidos plenos de trajín. Si enfrente hay un equipo de peloteros como el Getafe, el cóctel resulta sabroso. Ambos empataron en una liza justa y bella en la que hasta hubo espacio para un guiño al pasado porque marcó de inicio Riki y rescató la memoria de Fran con una acción que el eterno diez deportivista convirtió en una de sus rúbricas más habituales, una solución ante un libre indirecto consistente en prolongar el toque del compañero hacia la izquierda y salvar así la oposición de la barrera.

DEPORTIVO, 1-GETAFE, 1

Deportivo: Aranzubía; M. Pablo, Aythami, Marchena, Evaldo; Abel Aguilar, Juan Domínguez (André Santos, m. 82); Bruno Gama (Camuñas, m. 50), Valerón (Nelson Oliveira, m. 59), Pizzi; y Riki. No utilizados: Lux, Roderick, Ayoze y Álex Bergantiños.

Getafe: Moyà; Valera, Lopo, Alexis, Torres; Míchel, Xavi Torres; Barrada (Juan Rodríguez, m. 89), Lafita (Gavilán, m. 64), Pedro León; y Colunga (Alcácer, m. 69). No utilizados: Codina, Rafa, Mané y Lacen.

Goles: 1-0.M. 6. Riki. 1-1. M. 26. Barrada

Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Aythami, Abel Aguilar, Míchel y Alexis.

Riazor. 30.000 espectadores

Lejos de la habitual compañía de las lesiones, ubicado ya definitivamente como referencia en el ataque, Riki está pletórico porque tiene potencia y persistencia, dos cualidades que incomodan a los zagueros. Cuenta además con suministro. Y no siempre lo tuvo durante largos meses como deportivista. Tras él operan dos gambeteadores, Bruno Gama y Pizzi, que habitan en la osadía y el bullicio. Tanta agitación propicia que en ocasiones a Juan Domínguez y Valerón no sujeten las riendas y sucumban ante cualquier pausada veleidad combinativa. Es una opción que no siempre le conviene al Deportivo, incapaz de frenar el juego cuando se pone en ventaja. Marcó Riki y el Getafe llegó en varias oportunidades a la contra, igualó en un visto y no visto, en una descoordinación entre Aythami y Marchena, que acudieron juntos a encimar a Colunga, que estaba a treinta metros de la meta y de espaldas a ella y con un sutil toque dejó a Barrada solo ante Aranzubía.

Es la elección de José Luis Oltra, técnico al que Lendoiro presentó en su día como muñidor del ascenso, pero también como encargado de devolver el fútbol vistoso a Riazor, cuestión que tiene que ver con voluntades pero seguramente también con recursos. El caso es que desde que llegó Oltra hay meneíllo, ya puede estar enfrente el Alcoyano, el Valencia o el Getafe: la pelota va de área a área. Atacó siempre con desprendimiento el Deportivo y esperó el Getafe para prender su dinamita, que la tiene. Pero nadie marcó tras el descanso. Se agotaron los coruñeses en su generosidad y cuando el juego se pausó Valerón ya estaba en el banquillo porque el técnico prefiere emplearle en la primera hora antes que en la última media. Con todo, nadie renunció, tampoco el Getafe, pero sí se topó con un mayor vigor defensivo y un Marchena mayúsculo para sellar tablas.

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