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Robredo ya no es la prima de riesgo

El exnúmero cinco, que se comparó con la economía española al caer al 471, vuelve con victoria (6-1, 7-5 y 6-3 a Seppi) en un grande en que Murray avasalla a Dodig (6-2, 6-1 y 6-3)

J. J. MATEO
Robredo, frente a Seppi.
Robredo, frente a Seppi. AL BELLO (AFP)

Este es un tenista que se compara con la maltrecha economía española. Uno que fue el número cinco del mundo, que hizo sana costumbre de disputar los cuartos de final de los torneos grandes, y que luego empezó a sufrir una ristra de lesiones musculares que le obligaron a pasar por el quirófano. Durante meses, abandonó la raqueta. Acabó siendo el número 471 del planeta. El martes, como venido de ninguna parte, Tommy Robredo ganó su duelo de primera ronda (6-1, 7-5 y 6-3 al italiano Seppi, el número 27), en su primer grande desde Wimbledon 2011. En medio, mil sufrimientos.

“¡Ya casi estamos en número de prima de riesgo española!”, se reía el catalán en mayo, cuando la vuelta a las pistas era aún una quimera, cuando aún no había empezado a arrasar en la temporada de tierra de los challengers, cuando aún no había dado frutos el inteligente plan que pergeñó para su vuelta: no quemar las invitaciones a torneos a las que optaba por nombre; no abusar de la opción del ranking protegido, que le permitía entrar en las grandes citas durante un número limitado de eventos; no lanzarse al vacío antes de que estuvieran listas las piernas.

El ex número cinco mundial optó por el camino de los humildes. Compitió en los torneos satélites al circuito profesional, batiéndose el cobre con jóvenes promesas y veteranos desencantados, hasta que su ranking llegó al 178 del mundo. Ganó los dos primeros challengers que disputó, Caltanissetta y Milán. Luego, se presentó en Nueva York. Ya está en segunda ronda, donde le espera un rival asequible, el argentino Mayer.

Mientras Robredo celebraba su triunfo, que es el de la perseverancia y la ilusión en un tenista de 30 años, uno que ha ganado casi 10 millones de dólares a lo largo de su carrera y que bien podría haber tirado la toalla, Albert Montañés, otro viejo roquero, se despedía a las primeras de cambio: 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3 ante el francés Gasquet.

Por otra parte, Andy Murray pudo deshacerse con facilidad (6-2, 6-1 y 6-3) del croata Ivan Dodig, número 118 del mundo, que apenas opuso resistencia en el camino del británico, lanzado con su reciente oro Olímpico hacia su primer título del Grand Slam. Ya está en tercera ronda.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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