El dilema de Mirotic: esperar a España o jugar con Montenegro
El pívot del Madrid, internacional español en las categorías inferiores, no puede coincidir con Ibaka en la absoluta, según la normativa
Nikola Mirotic (Podgorica, 1991) se nacionalizó español en 2010, pero juega en el Real Madrid desde 2006. Pasó de promesa a jugador revelación y, de ahí, a estrella emergente. Ahora es uno de los pilares del club blanco, como lo fue de la selección sub 20 en el Europeo de 2011 disputado en Bilbao. Ganó el oro y fue designado mejor jugador del torneo. Este verano, con 21 años, podía haber dado el salto a la absoluta, pero no ha estado en los Juegos de Londres. Serge Ibaka, subcampeón de la NBA y nacionalizado express en 2011, ocupa el único puesto que les corresponde a los no nacidos en España en la selección, según la reglamentación internacional.
Cuando Sergio Scariolo, seleccionador de España, escogió a Ibaka, Mirotic se resignó: “Ibaka ya estuvo en el Europeo, lo hizo muy bien y el equipo ya se acostumbró a su juego; Ibaka se merece ir antes que yo”, dijo a la revista Gigantes. Pero eso no significa que esté conforme con su situación. No ir a la selección es un frenazo a su progresión y, después de ganarse un hueco en el Real Madrid, no quiere estancarse. Por eso, dice que no descarta jugar con Montenegro en lugar de con España. "Sí que hay una posibilidad de que juegue con ellos. No quiero ir con España cuando ellos quieran, cuando falte alguien. Quiero ser importante", dijo ayer el jugador a Onda Madrid. No quiere estar siempre a la sombra de Serge Ibaka, esperando a que el jugador de Oklahoma se lesione o rechace ir con España. Y menos después de haber logrado un puesto en el cinco titular del Real Madrid. Por eso baraja la opción de Montenegro.
La federación española cuenta con Mirotic. Lo dijo Scariolo cuando, desdiciendo al propio jugador, aseguró que el del Madrid estaría con Pau Gasol y compañía en la preparación para los Juegos. No estuvo. Como tampoco se le vio entre los jugadores de España 2014, una selección B que se entrenó en paralelo a la absoluta. El hispano-montenegrino ya cumplió con su papel en la selección sub 20 donde, además del oro, atesoró un bronce en el Europeo de 2010. Los retos que busca Mirotic ahora están con los mayores.
No quiero ir con España cuando ellos quieran, cuando falte alguien. Quiero ser importante".
Desde los despachos no se resignan a tener que prescindir ni de la potencia de Ibaka ni de la calidad de Mirotic. En declaraciones a Efe, José Luis Sáez, presidente de la FEB, dijo en septiembre que los dos pívots “terminarán jugando juntos en la selección española”. La federación defiende que los casos de Mirotic e Ibaka no son iguales. Dicen que el montenegrino se ha formado como deportista en España -llegó al Real Madrid con 15 años- y que ya estado en las categorías inferiores de la selección, lo que consideran un plus para que no ocupe plaza de nacionalizado. La última palabra la tiene la FIBA.
La normativa internacional impide a los jugadores que han participado en una competición oficial después de los 17 años poder jugar con los colores de otro país distinto. Pero, para Mirotic, esto no sería un impedimento si finalmente se inclina por Montenegro. El reglamento dice que, “en circunstancias especiales, el Secretario General [de la FIBA] puede autorizar a un jugador a jugar con el equipo nacional de su país de origen si su intención es la de desarrollar el baloncesto en ese país”. Según dijo Danilo Mitrovic, director de las selecciones masculinas de Montenegro, la FIBA ha dicho que bastaría con que el pívot expresase por escrito, en una petición formal, su deseo de jugar con Montenegro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.