El fútbol, el mejor valor ante la crisis
Sin la pujanza económica de la ‘Premier’, que ha invertido 250 millones más, la Liga española defiende el atractivo estilo de su juego y la dimensión planetaria del duelo Madrid-Barça
El Málaga saltará esta tarde a Balaídos para subir el telón de la Liga sin Cazorla, exportado por 19 millones a la pujante Premier League, el campeonato al que suele remitirse el fútbol español cuando se lamenta de sus deficiencias. En Inglaterra, donde hoy también da comienzo el torneo liguero, la programación de los partidos es cartesiana, calculada de antemano, su patronal no anda a la gresca y hace tiempo que las gestiones económicas deficitarias son sancionadas deportivamente sin tener en cuenta la trascendencia y la dimensión de los escudos.
El Málaga y Cazorla explican como nadie la Liga que hoy arranca. El club andaluz ha sufrido una metamorfosis meteórica con la tesorería como motor transformador de ida y vuelta. En menos de dos años ha pasado con facilidad pasmosa de nuevo rico a nuevo pobre. De invertir 58 millones en fichajes a padecer denuncias por impagos de sus futbolistas. El verano pasado fichó a Cazorla del Villarreal, obligado a traspasarle ante la necesidad de liquidez. Hace un par de semanas, Cazorla aparecía en Londres para fichar por el Arsenal (cuyo segundo capitán es otro talento español, Arteta) porque el Málaga, con el grifo cerrado por el jeque Al-Thani, ya no podía soportar su ficha. Los clubes ingleses han desembolsado este verano algo más de 313 millones en fichajes, 250 más que los españoles. El Manchester City, paradigma del boom económico de la Premier, incluso ha firmado a Ferran Soriano, ex vicepresidente económico del Barcelona, como director ejecutivo. Y el United presentó ayer a Van Persie, por quien ha pagado 30,6 millones al Arsenal.
El síntoma es Cazorla, un nuevo emigrante: del 'destruido' Málaga ha pasado al Arsenal
Los clubes españoles, a la espera de que el Real Madrid cierre el fichaje de Luka Modric y el Barcelona el de Alex Song, no llegan a 65 millones en gastos. El patrimonio más sólido de esta Liga que comienza son la dimensión de la pelea entre sus dos grandes clubes, con Cristiano Ronaldo y Messi a la cabeza, y el gusto por un estilo de juego que ha tenido un aliado defensor en la selección española en término estéticos y de prestigio. En ningún campeonato se mezcla tanto y tan bien la técnica en velocidad, un concepto al que aludía recientemente en una entrevista a este periódico Mauricio Pellegrino, entrenador del Valencia: “El fútbol español tiene una mezcla de organización y de técnica, se juega a mucha velocidad. Todos tienen capacidad para mover el balón y el achique hacia adelante define al fútbol español”.
Frente a otras Ligas más boyantes económicamente, a la española le queda la pelota, el talento que ha conseguido retener —a las significativas fugas de Cazorla, Borja Valero (Fiorentina) y Michu (Swansea) se les podrían sumar las de Javi Martínez y Llorente— y el que pueda emerger. Si hay algo que no se le pueda reprochar a la mayoría de los clubes españoles es el trabajo en sus categorías inferiores. En este sentido, también la propia convocatoria que confeccionó ayer Pellegrini es ejemplarizante de la necesidad de repensarse a la que obliga la crisis económica. En la lista del entrenador chileno tuvo cabida Fabrice Olinga, un camerunés de 16 años que ya con 12 aterrizó en el Mallorca tras forjarse en la escuela que apadrina en su país Samuel Eto’o. “No creo que la edad limite sus posibilidades, Fabrice es un futbolista que tiene mucho futuro, que hizo toda la pretemporada con nosotros y que en este momento puede ser importante, y por eso está citado”, justificó Pellegrini.
"El Valencia acabó tercero y se ha ido su mejor jugador", resume Caparrós
En el Atlético podría darse un caso similar. La marcha de Diego, al que las arcas del club no aguantaban sus cinco millones de ficha, ha acelerado el ascenso de Oliver, cuyo repertorio de pases y regates ha deslumbrado en la pretemporada.
“La crisis ha obligado a los clubes que no son Madrid y Barça a darle vueltas a la cabeza para fichar. El contexto económico actual ha agrandado aún más las diferencias entre estos dos. El fichaje de Jordi Alba es el ejemplo. El Valencia acabó la temporada pasada tercero a muchos puntos del Barcelona, que fue segundo, y este ya le ha arrebatado a su mejor jugador”, explica Joaquín Caparrós, entrenador del Mallorca y el técnico en activo con más temporadas en Primera: 11. “Se ha trabajado la cantera, pero hasta ahora muchos clubes no le han dado rentabilidad, ni a ese talento que en España abunda porque somos un país muy futbolero, ni a las instalaciones deportivas en las que se gastaron mucho dinero. Hay que arriesgar con los chavales y ponerles a jugar, pero solo podrán hacerlo aquellos clubes que llevan tiempo trabajando la cantera. No vale tirar de ella ahora porque ahora hay crisis”, prosigue Caparrós.
“Me parece que el fútbol está moviéndose por intereses que no tienen nada que ver con el fútbol y eso lo destruye. Por eso nuestros jugadores se van a otras Ligas, por eso solo pueden ganar dos y el resto a remar... eso sí, a remar y trabajar porque si no, te señalan”, se lamenta Míchel.
El listado de los que acaban contrato
La Liga da comienzo hoy y ocho clubes, casi un 50 por ciento, la inician con gasto cero en fichajes. Las políticas deportivas basadas en grandes inversiones han dado paso a un rastreo exhaustivo del mercado en busca de gangas ocultas. En las direcciones deportivas de los clubes circulan listados que antes solo manejaban unos pocos, los más acuciados por la necesidad de equilibrar los libros de cuentas. Las relaciones de jugadores que acaban contrato son la base de la que ahora empiezan a partir la mayoría de los endeudados equipos españoles cuando tienen que fichar. “Se tiende a buscar jugadores que acaban contrato, pero aún con proyección y a ser posible que tuvieran un futuro esperanzador como promesas. Si logras fichar a un futbolista con esas características y le sacas rendimiento incluso le puedes sacar rentabilidad en un futuro traspaso”, explica el director deportivo de un club de Primera acostumbrado desde hace tiempo a fichar a coste cero.
“Las cesiones son el otro gran remedio con el que se trabaja, pero ahí tienes que elegir bien. Ahora llegan muchas proposiciones de agentes que quieren colocar a canteranos que no tienen sitio en los primeros equipos, pero hay que decantarse por el cedido que tiene ganas de demostrar que puede ser jugador de Primera. Un jugador cedido sin motivación es una bomba en el vestuario y en la economía del club”, asegura un secretario técnico, que reconoce que más de una vez ha tenido que tirar de los contactos personales que hizo cuando era jugador de élite: “Ya somos muchos clubes los que estamos trabajando bajo estos parámetros y, en igualdad de condiciones económicas y deportivas, las relaciones personales pueden decidir a qué club va el jugador cedido”.
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