España juega una farsa

Como si Michael Phelps visitara Guinea Ecuatorial para medirse a Eric Moussambani, España cruzó el charco para enfrentarse a Puerto Rico. El número uno de la clasificación mundial frente al 138º. Un país apasionado por el fútbol contra otro volcado en el boxeo, el baloncesto y el béisbol. Un equipo de superprofesionales frente a otro de aficionados. El resultado, una farsa que, encima, dejó la lesión de Juanfran, lateral del Atlético, que se perderá por un esguince de rodilla el comienzo de la Liga y tal vez la Supercopa de Europa ante el Chelsea el próximo día 31 en Mónaco.

En un bolo de verano a todos los efectos, el partido comenzó con 15 minutos de retraso después de que las autoridades locales se demoraran saludando a los futbolistas españoles en presencia de Ángel María Villar, el recaudador de los dos millones de euros abonados a la federación que él preside por parte de la puertorriqueña. A cuenta de ese dinero, Villar endosó a los campeones de Europa 16 horas de vuelo (ocho de ida y ocho de vuelta) para medirse a un rival en las catacumbas del fútbol. Y a menos de 72 horas del inicio de la Liga española. Una falta de respeto a los internacionales y a sus clubes de pertenencia. Uno de ellos, el Atlético, pierde a Juanfran, que tuvo que retirarse a los 18 minutos con cara de malas pulgas a causa de una lesión (un esguince en la rodilla derecha) y ser sustituido por Arbeloa.

Pese a la escasez del aforo, 12.500 espectadores, ni siquiera estaba lleno el estadio Juan Ramón Loubriel, de Bayamón, cerca de San Juan. Hasta la retransmisión de la televisión puertorriqueña estuvo acorde con el aire amateur de toda la cita. Antes de marcar España, el realizador ya le daba un 0-1 de ventaja en el rótulo de la pantalla.

Puerto Rico plantó dos líneas defensivas de hasta nueve hombres delante de su área grande y desde allí tapó con energía las incursiones españolas. Con algunos puntos de dureza que molestaron a Del Bosque, en su 62º partido al frente de La Roja, igualando a Javier Clemente, aunque con muchas más victorias: 51. El árbitro, Javier Santos, amonestó a dos de sus compatriotas: primero, a Arrieta por una entrada a Monreal; después, al meta Gaudette por perder tiempo cuando todavía se estaba jugando en la primera parte del encuentro. Fue poco antes de que el portero del Red Bull de Nueva York, el único profesional en su selección, se tragara un disparo lejano de Cazorla. Vale que el nuevo centrocampista del Arsenal golpeara con efecto al balón, pero este entró por el centro de la portería, desprotegida por Gaudette.

Abierta la lata, Navas volvió a profundizar por la derecha, frenó en seco y su envío al centro del área lo empalmó con tino Cesc. Brecha abierta antes del descanso. Navas, por la derecha, e Iniesta, por la izquierda, fueron los más incisivos de una selección esta vez con nueve: un Torres que solo encontró un remate en condiciones, de cabeza a un precioso centro de Iniesta, frustrado, ahora sí, por la mano certera de Gaudette.

Llorente compartió el cartel con Torres en el segundo periodo. No hubo ninguna química entre ellos pese a que el todavía delantero del Athletic percutiera con insistencia. Los disparos de Cazorla animaron la segunda parte, pero España entró en una fase tan anodina que Citrón ganó la espalda a Ramos y batió de tiro raso a Reina. El gol, celebrado con algarabía por los puertorriqueños, manchó el expediente de España en un partido amistoso con una buena recaudación, pero sin gracia alguna.

"No está de más hacer caja"

Dos millones de euros y un lesionado. Ese fue el balance extraído por España en su visita a Puerto Rico, donde los hombres de Vicente del Bosque disputaron su primer encuentro después de revalidar el cetro europeo en Kiev.

Consciente de las críticas generadas por el desplazamiento, efectuado a solo tres días del inicio de la Liga, el seleccionador terció tras el partido: "En el fútbol las distancias son cada día menores. La Federación tiene que subsistir, por lo que no está de más hacer caja. Cobrar dos millones por venir a un país en el que encima existen lazos de hermandad no está mal".

El salmantino se refirió también a la disposición de su equipo en el Estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón. "Hicimos lo que teníamos que hacer, pero no hemos estado acertados. Quizá nos ha faltado más puntería en la finalización", explicaba Del Bosque, que incidió además en el calor y el estado del césped.

Un aspecto hacia el que también apuntó Santi Cazorla. "Hacía demasiado calor. La humedad era alta y el campo estaba muy pesado", detalló el asturiano, autor de uno de los dos goles de La Roja contra Puerto Rico.