España no se evita a sí misma
La selección de baloncesto pierde con Brasil por un mal partido y Pau Gasol advierte: “Si seguimos así nos vamos a casa” Los deportes de agua, que hoy aspiran a varias medallas, la mejor veta española
Con el mundo aún sacudido por la tormenta desatada por Usain Bolt, al que ayer hasta Kobe Bryant rindió pleitesía fotografiándose en los mismos tacos en los que el jamaicano tomó la salida, España no encuentra otra veta que explotar que el agua, en el canal, en la piscina o sin horizontes. Esa ha sido fuente en las tres medallas conseguidas y ahí tiene su cosecha más optimista. Porque hasta el baloncesto, tan firme desde hace una década, resulta preocupante. Acosada por Gran Bretaña hasta el último suspiro y derrotada por Rusia, la selección también patinó ante Brasil (88-82), que no tuvo su primera ventaja hasta que faltaban 4m15s. Nublada en el exterior, de nada sirvió que los hermanos Gasol, ante la baja de Nené Hilario, el mejor pívot adversario, sumaran 45 puntos e Ibaka 14. Por mucho que se alimenten las suspicacias, España tuvo la misma secuencia de partido que ante ingleses y rusos, con desplome en el último cuarto. Le conviniera o no la derrota, la sospecha más evidente que dejó el partido es que el equipo español ha perdido equilibrio, contundencia y chispa. Eso ya es por sí mismo una alerta. “Si seguimos así, nos vamos todos a casa”, reflexionó Pau Gasol. El equipo de Scariolo, que jugará mañana los cuartos contra Francia (17.15), no se cruzaría con Estados Unidos —el Dream Team machacó a Argentina por 97-126— hasta una hipotética final, pero el verdadero coco de España es ahora mismo España.
Marina Alabau lo tiene todo de cara para subir hoy al podio en el windsurf, en la modalidad RS:X
Con los deportes de equipo condicionados por ese temible apeadero antes de la batalla por el podio que son los cruces de cuartos, siempre angustiosos, las grandes esperanzas españolas, al menos las más inmediatas, pasan por el agua. Marina Alabau lo tiene todo de cara para subir hoy al podio en el windsurf, en la modalidad RS:X. Lo contrario sería una mayúscula decepción. Por su parte, Andrea Fuentes y Ona Carbonell llegan tras Rusia y China a la final de hoy de dúos de la sincronizada, aunque contrariadas por la puntuación, siempre tan subjetiva, para lo bueno y para lo malo. Las extraordinarias chicas del waterpolo también están a un dedo de garantizarse un trono. Lo harán esta jornada si vencen a Hungría en semifinales.
Y mañana será el turno de alguien que puede convertirse en leyenda: David Cal. El palista superó su serie en la semifinal de C-1 1000 metros y se clasificó para el día mayor con el tercer mejor tiempo. Cal optará a su quinta medalla, un hito en el deporte español, que tiene el techo en las cuatro de este gallego, y las mismas de Arantxa Sánchez Vicario y Joan Llaneras. Una motivación extra para este introvertido mocetón gallego.
Fuera del agua, algunos se quedan a un palmo, como el tirador Jesús Serrano, quinto en el foso olímpico, o se sacan al menos el diploma olímpico, como el gimnasta Isaac Botella en el concurso individual de saltos. Otros se desploman en un santiamén, caso de Natalia Rodríguez en el 1.500, bronce en el Mundial de atletismo del pasado año, y ayer eliminada en la primera serie, en la que fue penúltima. Como Mario Pestano, capitán de la selección de atletismo, que se quedó tan corto (63,40 metros) con el disco que después de tres lanzamientos se quedó sin Juegos. Eso sí, sin nada que reprocharse: “No me voy decepcionado”. Sí consiguió plaza en la final Frank Casañas, de origen cubano. El consuelo para el atletismo llegó en los 800 metros, donde hoy estarán en semifinales Kevin López, Luis Alberto Marco y Antonio Reina. No lo hubo con su primera y única, por ahora, finalista. Marta Domínguez concluyó 12ª en los 3.000 obstáculos.
El consuelo para el atletismo llegó en los 800 metros, donde hoy estarán en semifinales Kevin López, Luis Alberto Marco y Antonio Reina
España tampoco encuentra remedio en sus campeones. Los regatistas Iker Martínez y Xabier Fernández no podrán luchar ya por su tercera medalla olímpica y a la donostiarra Leire Olaberria se le ha complicado sobremanera repetir su bronce en Pekín. Entonces, su prueba en el velódromo era la persecución; hoy transita en la de omnium, en la que fue 13ª, su puesto para la final de hoy.
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