La calma de Marina Alabau
La andaluza maneja la ansiedad para defender hoy su primer puesto en RS:X
La madurez de un regatista se mide en la adversidad que marcan los retos, ya sea por la exigencia del viento, el estado del mar o, sencillamente, por el estrés que genera alcanzar los objetivos personales después de cuatro años de preparación. Marina Alabau hace tiempo que ha aprendido a navegar, a tomar decisiones en función del estado del campo de regatas, y se le espera hoy en Weymouth en su máxima expresión. Cinco veces campeona de Europa de RS:X, campeona del mundo en 2009 y dos veces plata, sabe que este barco no volverá a pasar para ella, consciente de que si hace un séptimo puesto en la regata final será oro. Y en eso está, esperando con calma la hora en que se infle la vela y planee rumbo al oro.
Marina ya le da igual el viento, porque ha aprendido a competir en todas las condiciones, a no sentirse incómoda en ninguna circunstancia
“He de pensar un poco con Nicolás [el francés Badou, su entrenador], pero creo que tengo que ir a hacer mi regata porque las demás se van a pelar entre ellas y yo quedaré un poco más libre, no creo que nadie vaya a por mí”, dijo la sevillana a la conclusión de la ultimas regatas clasificatorias para la medal race, el último paso camino del oro. En la regata de hoy participan solo los 10 primeros clasificados tras la disputa de 10 regatas —15 en el caso del 49er— y que puntúa doble. Alabau reconoció que pasó “el peor día de su vida, con mucho estrés”. Fue cuando vio asomar a la israelí a un solo punto en la tabla, que coincidió con un bajón del viento.
Pero de algo le debe de servir la experiencia en Quindao, en los Juegos del 2008. A Marina ya le da igual el viento, porque ha aprendido a competir en todas las condiciones, a no sentirse incómoda en ninguna circunstancia, a creer en sí misma pase lo que pase, consciente de que su talento se ve acompañado por un buen estado físico, por mucho que le cuesten ciertas rutinas alimentarias. “El buen trabajo físico realizado los últimos años le han mejorado su confianza”, reconocen en la federación.
“En Pekín le pudo la presión más que el viento”, admiten voces próximas al equipo español de vela
La clase RS:X es una tabla de windsurf, estrenada en los Juegos de Pekín, en sustitución del Mistral. Es una tabla ligera y rápida, diseñada por Jean Buldoires, construida en Sandwich, con carbono y kevlar para reducir su peso. La andaluza fue diploma en China, en parte porque las condiciones de viento no la favorecían y en parte porque no dio lo mejor de sí. “Le pudo la presión más que el viento”, admiten voces próximas al equipo español de vela. “Aprendió mucho de aquello. Los Juegos son algo especial y no solo Marina, sino todos los regatistas, notan esa presión en los primeros Juegos”, admitió ayer Gerardo Pombo, presidente de la federación que no duda de que hoy, España tocará oro. Seguramente por eso ha anunciado su presencia Theresa Zabell, vicepresidenta del COE, y el Secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, en la bahía de Weymouth.
Marina se tomó con calma la jornada de ayer. Se despertó tarde, casi al mediodía, trabajó con el fisio, Luis Morales, se fue a comer al faro, dio un paseo, y se echó una siesta de las suyas, de esas eternas que han obligado a sus compañeros de casa en la Villa a convertir en coletilla habitual una frase: “Marina está durmiendo... Compartimos baño y tenemos prohibido tirar de la cadena del lavabo para no despertarla”.
Las medallas de la vela española
11 de oro:
Alejandro Abascal y Miguel Noguer (Flying Dutchman en Moscú 80), Luis Doreste y Roberto Molina (470 Los Ángeles 84), Luis Doreste (clase Finn Seúl 88), Luis Doreste y Domingo Manrique (Flying Dutchman Barcelona 92), José María van der Ploeg (clase Finn Barcelona 92), Jordi Calafat y Francisco Sánchez (470 Barcelona 92), Theresa Zabell y Patricia Guerra (470 Barcelona 92), Theresa Zabell y Begoña Vía-Dufresne (470 Atlanta 96), Fernando León y José Luis Ballester (Tornado en Atlanta 96), Iker Martínez y Xabi Fernández (49 er en Atenas 2004), Fernando Echávarri y Antón Paz (Tornado Pekín 2008)
Cinco platas:
Rafael Trujillo (clase Finn Atenas 2004), Antonio Gorostegui y Pedro Millet (470 Montreal 76), , Natalia Vía-Dufresne y Sandra Azón (470 Atenas 2004), Natalia Vía-Dufresne (clase Europa Barcelona 1992), Iker Martínez y Xabi Fernández (49er en Pekín 2008),
Un bronce:
Santiago Amat (clase Finn en Los Ángeles 1932)
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