“Era la medalla más difícil de la historia del tenis español”
Àlex Corretja (Barcelona, 1974), seleccionador español de tenis masculino, fue número dos mundial y bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney. Desde Londres, analiza por teléfono qué ha pasado para que España no haya sumado metales en tenis por primera vez desde que es disciplina olímpica, en Seúl 1988.
Pregunta. ¿La selección ha envejecido, o el resultado se explica simplemente por esos cuatro puntos de partido que no aprovecharon David Ferrer y Feliciano López en semifinales contra los franceses Jo-Wilfried Tsonga y Michel Llodra?
Respuesta. Hay que hacer la valoración de estos Juegos, no de los pasados. Estos son los primeros Juegos que se compiten en hierba. En caso de sacar medalla, seguramente habría sido la medalla más difícil de la historia del tenis español. Al perder a nuestro número uno [Rafael Nadal, lesionado], las posibilidades fueron un poco menores. También en Sidney ganamos solo una medalla y fue un milagro.
P. ¿Cómo valora las dos oportunidades perdidas para ganar medalla en el dobles?
R. Eso nos ha dejado muy tocados. Sabíamos que era una medalla casi imposible a priori. El dobles en hierba está muy caro. Ferrer y Feliciano estuvieron excepcionales. Encontraron un buen equilibrio con David restando muy bien, dando solidez en el fondo, y ayudando mucho en la red; y con Feli con un servicio casi irrestable y que ocupaba mucha red. Estar tan cerca y quedarte tan lejos te deja psicológicamente bastante destrozado. Lo tocaron con las manos [acabaron cuartos tras tener cuatro puntos de partido para asegurarse medalla en semifinales]. Aposté por ellos. Creí ciegamente en ellos. Me quedo con la conciencia tranquila: se ha visto que era una apuesta, no un regalo. Nos hemos quedado muy tranquilos de conciencia, pero muy tocados por la derrota.
P. Usted pasó por una experiencia parecida: perdió las semifinales en Sidney 2000 y volvió a la pista para luchar por el bronce junto a Albert Costa. ¿Cómo estaban Feliciano y Ferrer cuando les vio tras perder sus semifinales y qué les recomendó basándose en su experiencia?
R. La paradoja es que el hecho de haber jugado tan bien el viernes, esas cuatro bolas de partido [desaprovechadas], jugaron en nuestra contra. El esfuerzo físico y psíquico que hicieron por ganar les desgastó en tantos aspectos para el día siguiente [el partido del bronce] que no fueron capaces de recuperarse. Si hubieran perdido 6-2 y 6-3 hubiéramos luchado por el bronce encantados. Como no fue así, salimos a la pista pensando que habíamos perdido la opción del oro. Nos lastró. No fuimos capaces de superarlo. Fueron muchas horas de palparlo, de sentirlo con las manos. El viernes por la noche nos quedamos en la casa, intentando relajarnos, pero estaban moralmente hundidos: sabían que habían perdido una opción histórica. Intenté que vieran que tenían otra oportunidad
El esfuerzo físico y psíquico que Ferrer y Feliciano hicieron por ganar les desgastó en tantos aspectos para el día siguiente [el partido del bronce] que no fueron capaces de recuperarse
P. ¿Qué pasó en el partido por el bronce contra Richard Gasquet y Julien Benneteau?
R. Cuando perdieron las primeras oportunidades, sobre todo el 5-5 15-40, les fue demasiado duro. Habían hecho muchos esfuerzos físicos y psicológicos como para levantarse. Son humanos. Es lógico. Solo habían pasado 17 o 18 horas desde el otro partido.
P. ¿Se les verá como pareja en las semifinales de la Copa Davis, contra EEUU, o seguirán Granollers y Marc López?
R. Lo dije el primer día: cuento con todos y haré en cada eliminatoria lo que crea oportuno en función de los rivales, la superficie y el estado de forma en el que llegan cada uno. Si hay que hacer cambios, se harán. Lo importante es el equipo.
P. Eligió a la pareja Ferrer-Feliciano según su criterio técnico. Sin embargo, para los individuales respetó la clasificación, sin valorar quién se adaptaba mejor a la hierba. ¿Le hubiera gustado decidir también eso según su criterio?
R. No. Cuando entré como capitán ese criterio ya estaba establecido, y lo respeté.
Granollers y López jugaron bien en el dobles, pero la hierba no es la superficie a la que se adaptan mejor
P. ¿Y el resto de españoles?
R. Sabíamos que iba a ser muy complicado, que iba a estar muy caro ganar medalla. Esto podía pasar. La lástima ha sido el doble. Por partes: Almagro hizo un supertorneo [lesionado en un hombro, perdió en cuartos contra Murray, el número cuatro]. Verdasco llegó justito de forma y se fue muy rápido fuera [a la primera, contra Istomin]. Feli llegó hasta donde tenía que llegar en individuales, porque Tsonga está más consolidado que él [tercera ronda]. Granollers y López jugaron bien en el dobles, pero la hierba no es la superficie a la que se adaptan mejor. A Ferrer fue una pena todo lo que le pasó [en tercera ronda, contra Nishikori]: jugó en una pista pequeña, resbaladiza, con poca luz, y luego, con 5-4 en el tercer set, le cambiaron de pista. Nunca en la vida había visto yo nada igual. Pasaron a condiciones totalmente distintas: a jugar con luz, cubierto, a las 21.00… y contra Nishikori, que jugó muy bien.
P. Al elegir a Granollers y María José Martínez para el mixto, apostaron por una pareja que no superó el corte: sin jugar, se perdió una oportunidad de medalla.
R. Es un tema complejo. Yo elegí al jugador masculino. La capitana [Arantxa Sánchez Vicario] a la femenina. Yo no sé qué jugadora es la que tiene mejores opciones para la hierba. Al ser un tema secreto, porque nadie sabía qué parejas se iban a apuntar, al salir el cuadro nos dimos cuenta de que si se hubiera apuntado Granollers con Nuria Llagostera sí hubieran entrado. Era matemáticamente imposible saberlo. No se podía prever. Me sabe mal. Es una pena. No estoy de acuerdo en que ha sido una falta de planificación, o una negligencia. Es absolutamente falso. No es que me quiera lavar las manos, pero, al final, yo me hago responsable de los chicos.
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