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Todos miran a Daley

El joven saltador británico, estrella desde Pekín, sigue acaparando tantos odios como admiración

Daley y Waterfield, en la final de saltos de plataforma de 10 metros
Daley y Waterfield, en la final de saltos de plataforma de 10 metrosLavandeira jr (EFE)

Todas las miradas se fijaron en Tom Daley (Plymouth, Inglaterra; 1994) cuando compitió con 14 años en los Juegos de Pekín. El saltador de trampolín de 10 metros se metió en la final y terminó octavo en sincronizada y séptimo en individual. Y fue bautizado como el nuevo niño prodigio por la prensa británica. En 2009 se convirtió, con 15 años, en el saltador más joven en ganar una medalla en un Mundial. Así que ayer las gradas del centro acuático de Londres se llenaron para ver a su estrella. Pero un error en uno de los saltos de su compañero Waterfield le dejó sin medalla olímpica. La pareja terminó cuarta y la estrella londinense recibió un tuit cruel: “Le has fallado a tu padre”. Esta mañana, un adolescente de 17 años ha sido arrestado en Weymouth, donde se realiza la competición de vela, por realizar “comentarios maliciosos”, supuestamente ese y otros más (su cuenta está protegida). El padre de Daley murió de cáncer hace un año y el saltador quería dedicarle sus triunfos en casa.

El padre de Daley murió de cáncer hace un año y el saltador quería dedicarle sus triunfos en casa

El niño prodigio, que sufrió acoso escolar en su infancia, se ha convertido en una estrella mediática desde los Juegos de Pekín. Poco antes de competir en Londres y después de la muerte de su padre, publicó su biografía con tan solo 18 años. My Story ha conseguido miles de ventas en el Reino Unido. Daley cuenta su infancia perseguido por las burlas de sus compañeros del colegio Eggbuckland Community de Plymouth, en el condado de Devon,  y recuerda que se fue con tan solo 10 años para entrenarse con los mejores saltadores a Southampton y que telefoneaba desconsolado a su madre.

“¡Que les den!”, fue lo que gritó su padre –refiriéndose a los compañeros de colegio que habían hecho la vida imposible al niño de oro-, cuando se colgó la medalla en el Mundial de Roma en 2009. Rob falleció en 2011 y a él quería dedicarle su primera medalla olímpica. Tiene una nueva oportunidad en la final individual que se celebra el próximo 11 de agosto. Un salto que aspira a poder realizar con tranquilidad, sin los comentarios que le persiguen desde la infancia.

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