Alcácer y Deulofeu recomponen a España
El delantero, suplente, da dos asistencias de gol al extremo y marca otro para desfigurar a Francia en los penaltis y alcanzar la final del Europeo ante Grecia
Con delantero centro se juega mejor. Al menos la selección Sub-19 española, anónima ante Francia hasta que Alcácer, intermitente en titularidades, ocupó el frente de ataque y reordenó al equipo para desajustar a los galos, sin agujeros y entregados a la causa del correr sin resuello. Con Alcácer como referencia para sus compañeros y como incordio para fijar a los centrales contrarios, Deulofeu se desató, libre para encarar a su par sin toparse después con las ayudas; libre hacia el gol. Así, el binomio, aliñado por el efervescente Grimaldo, fue determinante para voltear el duelo, para ponerse por delante en dos ocasiones. Pero Francia, resistente, fiada a las jugadas de estrategia y a Pogba, firmó las tablas antes de acabar el segundo acto y justo cuando el duelo agonizaba. En los penaltis, sin embargo, España chutó mejor y obtuvo el salvoconducto de la final europea ante la sorprendente Grecia, que descompuso a Inglaterra (2-1) en la prórroga a pesar de jugar con uno menos desde antes de alcanzar el entreacto.
ESPAÑA, 3 (4) – FRANCIA, 3 (2)
España: Kepa; Joni, Ramalho, Osede, Grimaldo (Ruiz, m. 90); Saúl, Campaña; Deulofeu, Torres (Denis Suárez, m. 91), Suso (Alcácer, m. 55); y Jesé. No utilizados: Ortolá; Juanmi, Bernat y Insúa.
Francia: Aréola; Foulquier, Samnik, Umtiti, Digne; Ba (Ngando, m. 81), Veretout (Plea, m. 83), Pogba, Kondogbia; Vion y Bahebeck (Bosetti, m. 38). No utilizados: Millieras; Phojo, Distefano y Mayi.
Goles: 1-0. M. 25. Umtiti. 1-1. M. 60. Deulofeu. 2-1. M. 78. Alcácer. 2-2. M. 91. Umtiti. 3-2. M. 112. Deulofeu. 3-3. M. 117. Pogba.
Árbitro: Arnold Hunter (Ir. del Norte). Amonestó a Grimaldo, Bosetti, Vion, Pogba, Torres, Foulquier, Alcácer.
Estadio Lilleküla. 5.000 espectadores.
Quiso España al inicio y sin acierto darle pausa a un encuentro acelerado por los franceses, capaces de esprintar todo el tiempo, inmunes al desaliento y al esfuerzo. Y sin el balón, La Roja es la mitad o menos, sobre todo porque el librillo está pautado, porque todas las categorías inferiores se esmeran en contagiarse del juego que practica la absoluta, de toque y movimiento, de pase repetido, de paciencia hasta el gol. Pero la Sub-19, desfigurada ante los arreones físicos del contrario, apenas dijo ni pío, firme en la construcción desde la zaga pero disuelta a la que se presentaba en campo ajeno, sin recursos en los metros concluyentes. Hasta que salió Alcácer y le acompañó Deulofeu.
Solo Grimaldo, un lateral formidable que defiende tanto como ataca, trataba de dar profundidad -sacó un par de centros envenenados que la delantera de La roja no pudo echarles el lazo- al tiempo que Campaña pretendía imponer su orden y pase, infructuoso ante el empuje contrario. Dos gotas aisladas porque no pudieron enlazar ni con Jesé ni con Deulofeu, exigido a poner el quiebro a cada acción, a driblar para generar peligro u ocasiones. No le salieron al principio la magia ni el regate al extremo del Barça; cojera terrible de España. Le superó la presión contraria, efecto determinante del duelo. Mientras Francia atosigaba a la raíz, el primer y segundo pase, La Roja aguardó en la medular. Una decisión que facilitó sobremanera la composición del juego galo, que dio salida y conectó con sus medios sin demasiado apuro, siempre con Kondogbia y Pogba como pasos fronterizos. Aunque les faltó regate y solvencia para resolver en el uno contra uno, tuvieron claro qué hacer con el cuero. Mucho más que España, indefinida por vez primera en el torneo.
Alcácer ofreció una referencia para construir el ataque y una salida al juego vertical, además de provocar que Deulofeu se desatara
Pero Lopetegui le dio una vuelta de tuerca a la alineación y al sistema, al quitar a Suso –falso punta- por Alcácer, delantero centro que ofreció una referencia para construir el ataque y una salida al juego vertical. Así, tras dormir un balón, Alcácer, se la cedió a la carrera de Deulofeu, que enseñó la matrícula a los zagueros y le escondió el disparo al portero hasta que el balón besó la red. Desde la banda izquierda, terrorífico en el desmarque y regate, rompió de nuevo el extremo en diagonal hasta sacar un latigazo que solo el poste se atrevió a escupir. Y por esa misma banda, dobló Grimaldo a Deulofeu para sacar un centro medido que Alcácer resolvió. Pero cuando mejor estaba España, Francia empujó de nuevo a balón parado. Una falta lateral y un saque de esquina, donde Umtiti, siempre el mismo intérprete, acertó a rematar en lo que fue un calco del primer gol.
Abierto el duelo, la prórroga ofreció un ramillete de oportunidades, mal resueltas por Alcácer, Deulofeu y Denis Suárez, además de varios ladrillos de Francia. Pero España lanzó una contra, Alcácer ejecutó su papel de frontera y Deulofeu definió. Parecía todo listo para el festejo, pero Pogba –del Manchester United pero en negociaciones con el Juventus- apareció de la nada, puso remate a un centro lateral y exigió la rueda de los penaltis. Allí falló Umtiti, de héroe a villano, pero no lo hicieron Deulofeu y Alcácer. España está en la final.
Grecia, primer y último rival de España
Grecia será el rival de España en la final del Europeo Sub-19 del próximo domingo (20.30, Nitro y Eurosport) tras ganar a Inglaterra (1-2). El encuentro será una reedición de la final de 2007, que acabó con el equipo español alzando su cuarto título, y también el duelo que abrió este torneo para La Roja. Entonces, España ganó por 1-2.
Los griegos han sido hasta ahora el segundo equipo más rematador del torneo, con una media de 5,67 disparos a puerta por partido, solo por detrás de Portugal. Y tienen en sus filas a dos goleadores que aspiran a quitarle a Jesé el distintivo de máximo anotador. A uno de ellos lo conocen bien en el equipo español. Dimitris Diamantakos, de la cantera del Olympiacos, lleva tres dianas y fue el que marcó el tanto que puso contra las cuerdas a los españoles. El otro, Giorigios Katidis, juega en la Primera División griega en las filas del Aris Salónica, es el capitán de la selección y también ha conseguido marcar en tres ocasiones. Contra los portugueses, el equipo heleno dio la sorpresa y repitió gesta ante los ingleses con todo en contra: expulsión del portero en el último minuto de la primera parte y un penalti que detuvo su relevo. Tras toda la segunda parte jugando con 10, el conjunto que dirige Kostas Tsanas consiguió el pase con un gol en la prórroga. Grecia aspira ahora a dar la sorpresa definitiva y adjudicarse su primer título Europeo Sub-19.
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