Un muro de 15 horas
La selección española no encaja un tanto en una eliminatoria de un gran torneo desde hace 900 minutos, solo ha recibido uno en esta Eurocopa y su zaga es intocable
Casillas ha realizado 12 paradas en lo que va torneo, cinco de ellas en el partido inaugural, contra Italia, solo una contra Francia, en cuartos, y ninguna en las semifinales contra Portugal. No hizo falta. Pese a que España se haya sentido agobiada en algunos momentos por perder el balón, apenas ha sufrido. Acostumbrados a defender desde la posesión, La Roja ha lucido la solidaridad defensiva que siempre reclamó Del Bosque. Y solo ha encajado un tanto, ante Italia. Es más, el equipo acumula 900 minutos consecutivos, 15 horas, imbatido en las eliminatorias de fases finales de los grandes torneos, desde el tanto de Zidane en el Mundial 2006. En tres partidos (cuartos, semifinal y final) de la Eurocopa de 2008, en cuatro del Mundial de 2010 y en dos hasta ahora de este torneo, Casillas y su defensa fueron inexpugnables.
El equipo más capaz de cuidar el balón está en disposición de alcanzar la triple corona, un Mundial y dos Eurocopas seguidas, gracias a lo bien que defendió siempre. En 2008 fue el equipo menos goleado junto a Croacia (0,5 de media, tres goles en seis partidos) y repitió en Sudáfrica (0,28, dos en siete).
Los dos centrales y los dos mediocentros forman un cuadrado de seguridad
Lo dijo el exseleccionador Luis Aragonés después de la semifinal contra Portugal: “La pareja que forman Piqué y Ramos es la mejor del campeonato”. El Sabio puso a su altura a Pepe y Bruno Alves, los dos centrales portugueses. “España está defendido muy bien”, concluye Luis. Piqué y Ramos saben que empezaron mal, y que contra Italia comentieron algunos errores en la retaguardia, de los que aprendieron. Ha ido a más Arbeloa, picado en su orgullo tras un mal arranque, no en lo emotivo pero sí en lo posicional, que desestructuró a la zaga al punto de costarle el único gol encajado por España. Entonces, Pirlo se zafó de Busquets, que no logró ni hacerle falta, y salió a taparle Piqué.
Los cuatro zagueros han recuperado 194 veces el balón para el equipo, casi siempre por acciones combinadas en la presión, básicamente con ayudas de los centrales a los laterales. Piqué (55 recuperaciones), Ramos (50), Alba (45) y Arbeloa (44) han acabado con los ataques rivales.
El trabajo defensivo, en cualquier caso, no es exclusivo de la defensa. “Sin la presión delante de Xavi, Cesc e Iniesta, y sin la capacidad para leer el partido de Alonso o Busquets no hubiéramos defendido tan bien”, reconoce Piqué. Busquets es el tercer jugador español que más balones ha recuperado (47), y Alonso aparece en sexto lugar (36).
La idea conceptual de defensa de Del Bosque se basa en un cuadrado de seguridad, es decir, la interacción entre los dos centrales, Piqué y Ramos, y los dos mediocentros, Alonso y Busquets. “Deben ser importantísimos, básicos, fundamentales para la solidez defensiva del equipo”, reconoció Del Bosque en la preparación del campeonato. Dos jugadores del Madrid y dos del Barcelona, lo que habla por sí solo de su extraordinaria relación, al menos en lo profesional.
Además, los zagueros, que han arriesgado en ocasiones en ataque —sobre todo Alba por el costado izquierdo, y Piqué y Ramos en la división de la presión—, apenas han perdido la pelota, como demuestra las oportunidades concedidas, ninguna atribuible a un mal pase, y el dato que compara los pases buenos y los mal dados: Arbeloa, 291 por 50; Piqué, 248 por 40; Ramos: 331 por 29; Alba, 361 por 41. Todos han arriesgado mucho y pasaron con nota la prueba. Los cuatro son insustituibles. Junto a Busquets, han disputado todos los minutos.
“El trabajo defensivo del equipo ha sido fundamental, especialmente en estos últimos partidos, pero siempre ha estado ahí, aunque parece que se valora más últimamente”, admite Ramos, protagonista por derecho de un campeonato que le encumbra definitivamente como uno de los mejores centrales del mundo. “Como defensa es un orgullo que se valore el trabajo en la retaguardia y ojalá podamos mantener la portería a cero en la final porque sería una muy buena señal”, dijo ayer, antes de acordarse de Cassano, al que volverá a medirse mañana tras coincidir en el Madrid: “Tuve la oportunidad de disfrutar de un jugador como él, que es un espectáculo incluso en los entrenamientos y como amigo suyo me alegro mucho de verlo al nivel que está. Me siento muy orgulloso de que vuelva a ser ese grandísimo jugador que siempre ha sido”.
Italia ha encajado tres tantos y es la segunda selección que menos goles ha recibido, tras España. “Las estadísticas tienen mucho que ver con el juego del equipo. Al igual que nosotros, tienen una buena defensa, son muy competitivos, tienen experiencia, saben cuándo atacar y defender, tienen un portero que es un líder, al igual que tenemos nosotros con Iker. Será un partido muy competido y de esta final saldrá la mejor selección de esta Eurocopa, sin ninguna duda”, aseguró Cesc.
Sabe España que el camino a la triple corona pasa por defender mucho. A partir de ahí, que florezca el toque y decida el talento.
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