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Los rusos y checos ocupan a los polacos

Los cuatro equipos del grupo A buscan la clasificación mientras la UEFA sigue preocupada por los incidentes

Ramon Besa
Mosaico de los hinchas rusos ante Polonia.
Mosaico de los hinchas rusos ante Polonia.L. SZYMANSKI (EFE)

Polonia tiene un ojo puesto en Varsovia y el otro en Wroclaw, como si jugara dos partidos al mismo tiempo, uno administrativo y el otro deportivo, ambos decisivos para el devenir del torneo. La capital aguarda para hoy a unos 20.000 aficionados rusos en el Estadio Nacional, prácticamente el doble de los que se presentaron el martes en el partido contra Polonia, circunstancia que ha vuelto a activar a la policía. Nadie duda de la clasificación de Rusia en su partido contra Grecia sino del comportamiento de sus radicales y también de la respuesta de los antidisturbios, ambos enfilados por la UEFA. Y a la misma hora (20.45) Polonia aspira a derrotar a la República Checa en Wroclaw, para alcanzar su dorado futbolístico: los cuartos de final del torneo.

A los rusos les basta con un punto contra los griegos, mientras que los polacos necesitan la victoria ante los checos. A Grecia, una selección habitualmente combativa, le ha podido la desgracia, y la falta de concentración y carácter. El penalti fallado ante Polonia fue la peor de las señales para el equipo de Fernando Santos. La desmoralización griega contrasta con la vitalidad de Rusia, admirada desde el punto de vista colectivo e individual, incluso después de ceder un empate contra Polonia. Los goles de Dzagoev, los pases de Arshavin y el juego de Denisov, siempre elogiado por Advocaat, son puntos referenciales del torneo. Ahora mismo su única amenaza son sus propios hinchas, tristes protagonistas de serios incidentes en Wroclaw y Varsovia.

A los rusos les basta con un punto contra los griegos, mientras que los polacos necesitan la victoria ante los checos

Rusia ya sabe que la UEFA le descontará seis puntos de la próxima fase de clasificación de la Eurocopa 2016 si sus seguidores vuelven a protagonizar agresiones o manifestaciones racistas como en el partido contra Polonia. La batalla del Vístula se cerró con un balance de unos 20 heridos y 200 detenidos, la mayoría polacos, circunstancia que por tanto también compromete al país anfitrión. Rusia ha pedido perdón de forma reiterada de la misma manera que ha recordado que la seguridad es un asunto que corresponde a las autoridades de Polonia. También la televisión pública polaca se ha disculpado por mostrar la antigua bandera soviética de la hoz y el martillo en una noticia sobre Rusia: “Un error involuntario en el peor momento posible”.

El perdón se mezcla con las agresiones y también con las celebraciones puesto que diversos grupos de polacos y rusos se han citado estos días de forma amistosa. La UEFA ha cuestionado precisamente el despliegue policial del partido Polonia-Rusia, aunque ha evitado decir que fue desmesurado, mientras el gobierno polaco comunicaba que 23 de los arrestados ya han sido condenados a la pena de privación de libertad de entre tres a doce meses y multa. Algunos aficionados rusos han pedido incluso adelantar el regreso a su país después de ser víctimas de multitud de agresiones y temer por su seguridad. No hay dudas sobre la consigna de “Tolerancia Zero”.

En Varsovia se esperan 20.000 hinchas rusos, el doble que el día del partido ante Polonia, lo que ha vuelto a activar las alarmas

Más que en los rusos, a los polacos aficionados al fútbol les interesa centrarse en el partido que su selección juega en Wroclaw. Al equipo de Zmuda ya no le vale el empate, como en sus partidos contra Rusia y Grecia, sino que necesita la victoria, al igual que la República Checa. Hay un billete de clasificación en juego y el partido se presenta muy abierto: a los polacos les avala la juventud y a los checos la veteranía. La duda está en saber si a los anfitriones les podrá o no la presión como ya ocurrió en el partido inaugural. Aun no se sabe si jugará Tyton o regresará a la portería Szczesny, una vez cumplida la sanción por ser expulsado contra Grecia. “Yo pondría de guardameta a Lewandowski”, ha ironizado el portero checo Cech.

El guardameta es una de las garantías de la República Checa, una selección experta, con futbolistas de renombre como Rosicky y Baros y un goleador afilado de nombre Pilar. Hoy tendrán un examen exigente ante un equipo polaco muy bien representado por el trío del Borussia de Dortmund: Piszczek, Blaszczykowsi y Lewandowski. Puesto que los rusos parecen dispuestos a continuar en Varsovia, sede del partido de cuartos de final que disputa el vencedor del grupo A, en Wroclaw estaría en juego el segundo billete que jugará en Gdansk.

Las claves del grupo

Rusia se clasifica si: gana o empata con Grecia. Si pierde, pasa solo si República Checa y Polonia empatan y la derrota es por menos de seis goles de diferencia.

La República Checa se clasifica si: gana a Polonia. Si empata, pasa si Rusia gana o empata con Grecia o si Grecia gana a Rusia por seis o más goles de diferencia. Si pierde está eliminada.

Polonia solo pasa si gana a la República Checa. Si pierde o empata, eliminada. Grecia supera esta fase solo si es capaz de ganar a Rusia.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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