El Telefónica navega contra el espíritu de Tabarly

La noche del 12 de junio de 1998, Éric Tabarly desaparecía entre las olas del mar de Irlanda tras caerse de su barco, el Pen Duick. El mar se llevaba a los 66 años a uno de los marinos más queridos y con más prestigio en Francia. Durante sus años en los océanos, consiguió romper la hegemonía británica, batir récords de navegación en solitario, revolucionar los diseños de los barcos y popularizar la vela. Los franceses volvían a mirar al mar y a emocionarse con grandes aventuras. Leyendo con 10 años un libro de Tabarly, Le tour du monde de Pen Duick VI (La vuelta al mundo del Pen Duick VI), Franck Cammas soñó con hacerse marino. Hoy, en Lisboa, su barco, el Groupama, es líder de la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo de vela más dura del planeta.

Faltan tan solo dos etapas para el fin de la travesía épica de 39.000 millas náuticas y el Groupama, que ayer ganó la regata costera en la capital de Portugal, suma ocho puntos más que el Telefónica, el monocasco español capitaneado por los olímpicos Iker Martínez y Xabi Fernández. Por teléfono y antes de partir hacia Lorient, su “casa” y puerto de la penúltima etapa de la gran aventura en el mar, Cammas comenta no sentirse favorito. “Somos el equipo outsider entre los primeros clasificados aunque estamos muy contentos”, cuenta desde Lisboa. En su primera experiencia en esta Vuelta al Mundo, Cammas ha ido de menos a más. La Volvo comenzó el 29 de octubre en Alicante y después de superar la rotura del mástil en el ecuador de la prueba – frente a Punta del Este cuando iban primeros en la etapa reina-, el barco francés conseguía a principios de este mes arrebatar el liderato al equipo español. Queda solo un mes de competición – la etapa octava comienza hoy desde Lisboa hacia Lorient y la última llevará a la flota desde el puerto francés al irlandés de Galway-, y 72 puntos en juego.

De los meses de navegación extrema, Cammas destaca la velocidad del barco en aguas abiertas y a su tripulación, lo rápido que ha aprendido. El patrón del Groupama suena humilde y prudente. Dos cualidades que destaca por teléfono desde Francia el veterano marino, íntimo amigo y compañero de aventuras de Tabarly, Gérard Petipas, padrino también del barco Groupama. “Es un excelente marino, tanto en solitario como en equipo”, cuenta Petipas, que no duda en comparar a Cammas con Tabarly. “Me recuerda mucho a Éric en el carácter, no dice cosas por decir, es introvertido y reservado pero no tiene secretos, es franco”. En la navegación, señala el veterano marino, “es agudo, como Tabarly, y es líder de una forma innata. No grita, simplemente dice las cosas y los demás le escuchan, saben que es el jefe. En esta regata ha conseguido sacar lo mejor de una tripulación de diferentes países”.

Cammas lleva desde hace 15 años unido al Groupama y desde hace cuatro volcado en el proyecto de la Volvo dirigiendo a un equipo de 50 personas. Mirando cada detalle porque Cammas, al igual que la leyenda desaparecida, destaca Petipas, tiene formación científica, “es un ingeniero del mar que dibuja hasta el último detalle de su barco”. En las próximas 1949 millas hacia Lorient, el patrón del Groupama estará atento al equipo español, del que destaca la maestría de Iker Martínez, también al Puma de Ken Read. Y al viento, cuantos más nudos, señala, mejor para seguir en cabeza. Después de Francia, Galway espera. En las aguas de Irlanda, cerca de donde Tabarly desapareció, Cammas quiere que vuelva a brillar en lo más alto la vela francesa.