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“Creernos muy buenos nos lleva a meter la pata, seguro”

Siempre cortés, el seleccionador nacional habla de sus sensaciones antes del torneo, del “incuestionable” estilo del conjunto español y de sus rivales en el camino a la gloria

Del Bosque toca balón en un entrenamiento de España.
Del Bosque toca balón en un entrenamiento de España.ALEJANDRO RUESGA

Vicente Del Bosque (Salamanca, 1950) no le gusta figurar, pero asume como nadie la tarea de atender a la prensa, consciente de que es parte de su faena marcar camino con mensajes claros. Cojea y viste chándal, pero ni por esas el seleccionador ha perdido un gramo de ese porte distinguido que siempre tuvo, de corto y de calle. El salmantino, hijo de un ferroviario republicano, pasea elegante su bigote por el mundo con el orgullo que da haber hecho campeón del mundo a su país. Del Bosque honra al cargo, y de ahí que le hayan nombrado marqués. Socarrón, le gusta el jamón, los puros Montecristo y hablar de fútbol.

P. ¿Qué le evoca una Eurocopa?

R. Lo primero, que somos campeones, la alegría de Viena, que vamos a defender el título… Aquel fue el primer éxito de esta selección. Y, claro, me recuerda también a la del 64, que la vi de niño, por televisión, en blanco y negro, en casa de una vecina. Tendría 13 años. Lapetra, Marcelino, Pereda y Amancio son parte del paisaje de mi infancia, claro.

P.¿Quién era su ídolo?

R. Empecé a tener ídolos cuando llegué a Madrid. Entonces jugaban Pirri, Grosso y Velázquez. Entre los tres hacían el jugador perfecto.

No podemos escapar de la etiqueta de favoritos; sería ridículo no aceptarla siendo campeones del mundo.

P. Mejor no le pregunto qué queda de aquel su Madrid.

R. El Madrid es una institución muy grande y, por mucho que algunos piensen, tengo muchísimo agradecimiento al club.

P. Y una cantera prolífica: 10 de los jugadores que estaban en Berna, en el amistoso contra Corea, son del Madrid o han jugado allí…

R. Siempre fue así. Antiguamente en los clubes vascos, en Madrid y en Barcelona siempre se cuidaba mucho la cantera. Ahora no hay club que no lo haga: Espanyol, Sporting, Villarreal… Los clubes saben que el futuro está ahí. Muchos presidentes, en los programas electorales, hablaban de la cantera de manera residual. Pero se han dado cuenta de que es el camino. En época de crisis no hay más remedio que mirar cerca. Además, en plantillas de 24 no sé por qué 15 o 16 no pueden ser de la cantera, porque suelen ser jugadores bien formados.

P. Maneja usted un grupo de futbolistas que han ganado todo: hay 10 ganadores de la Liga de Campeones con cuatro equipos diferentes. Los jugadores vienen avisando de que el mayor rival de España es ella misma, su motivación. ¿Cómo se consigue mantener al grupo con hambre?

Del Bosque, durante su etapa de jugador en el Real Madrid.
Del Bosque, durante su etapa de jugador en el Real Madrid. Raúl Cancio

R. Hemos juntado a una generación maravillosa de jugadores, muy educados. Les gusta el fútbol, tener la pelota, son disciplinados, luchan, pelean y tienen hambre porque les gusta el oficio y les gusta ganar. Tenemos jugadores muy majos, que conocen bien el fútbol y son normales y desde ahí saben que deben aprovechar su carrera, porque es corta. Tenemos el reto que nadie ha conseguido: ganar tres títulos consecutivos. Eso es muy bonito. Son gente conocedora del fútbol, que representa a grandes clubes en los que la victoria es lo normal y las derrotas son dolorosas. Viven los partidos como quien tira un penalti: no pueden fallar, nunca. Los jugadores del Chelsea, del Madrid o del Barcelona están acostumbrados a ganar, y perder para ellos es muy cruel.

P. ¿Eso de que nadie ha logrado dos Eurocopas seguidas es acicate o sirve también de excusa llegado el caso?

R. Tampoco ha conseguido nadie la Champions dos años seguidos. Lo que hemos de hacer es intentarlo, pero tampoco regodearnos y pensar que somos la leche y vamos a ganar. Sería de tontos, una equivocación tremenda, tener esa actitud.

P. ¿Aceptan el papel de favorito?

R. Bueno, no podemos escapar. Es solo una etiqueta pero siendo campeones del mundo sería ridículo no aceptar que se nos considere favoritos. Al final, no sirve de nada, pero bueno...

P. Ha dicho usted que no le ha buscado recambio a Villa.

R. Es que es una evidencia. No son palabras gratuitas. Villa tiene una seguridad dentro del área que no tiene ninguno. Dicho esto intentaremos buscar soluciones y que no se note. Pero no hay mejor goleador que Villa como no hay mejor central que Puyol, que es un ejemplo de compromiso. Esto no nos va a servir de la más mínima excusa. Ni esta, ni ninguna.

P. Por Puyol entra Albiol. Ni son parecidos ni el valenciano ha jugado demasiado este curso con el Madrid. ¿Por qué le elige a él?

R. Hemos visto posibles soluciones y ninguna era mejor que traer a Raúl. Siempre ha estado. Teníamos a los centrales de la sub 21, pero van a los Juegos: Botía, Domínguez, Víctor Ruiz, Íñigo Martínez, que está lesionado… Albiol tiene oficio y experiencia. No va a ir a los Juegos. Es un buen chico y nos intentamos rodear de gente buena. Sabe ser suplente, está metido en el campeonato, conoce los funcionamientos y es un excelente futbolista. No se parece a Puyol, pero es que, igual que pasa con Villa, como Puyol no hay más.

P. ¿España tiene buena defensa o se defiende teniendo el balón?

R. Si quitamos algunos lunares en los encuentros amistosos, siempre hemos basado nuestra eficacia en el buen orden defensivo. Hemos sido muy solventes en esa faceta del juego. Hemos tratado siempre de defender en campo contrario y eso implica tener mucha intensidad en todas las líneas. Vamos a jugar contra equipos muy replegados. Eso es así y no lo podemos cambiar. Pero también tiene su lado bueno, porque nos atacarán menos. Lo que hemos de encontrar, nosotros los técnicos desde el banquillo pero especialmente los jugadores en el campo, es la manera de atacar esas defensas, ver cómo se les hace daño. Seremos mejores defensivamente si tenemos una buena vigilancia pero, principalmente, si jugamos ordenados en su campo.

Vamos a jugar contra equipos muy replegados. Eso es así y no lo podemos cambiar. Hemos de encontrar la manera de atacar esas defensas y jugar ordenados en su campo”

P. ¿El estilo del toque es incuestionable?

R. Sí, sí… Es verdad que nosotros nos lo encontramos, pero ojalá cuando nos vayamos siga este mismo camino.

P. En el amistoso contra Serbia el equipo combinó rondos, posición y pase largo. ¿Busca automatizar recursos?

R. Tratamos de preparar conceptos básicos: control, presión y profundidad. Esa es la guía para los partidos. Sabemos que no vamos a tener siempre el balón, porque el rival también lo quiere, y hemos de preparar cómo recuperar la pelota. Y hemos de tener posesión y profundidad para atacar con paciencia al buscar los espacios, pero también con determinación y alargando el campo cuando podamos.

P. Volviendo a la zaga, ¿Piqué y Ramos deben dar un paso al frente?

R. Siempre nos han ayudado mucho, pero Piqué y Ramos han de asumir la responsabilidad que les toca ahora. No olvidemos tampoco el trabajo de los dos mediocentros, que los catalogan como defensivos pero son los que manejan el juego y dan seguridad a la pelota.

P. ¿Por qué usa a dos mediocentros?

R. Porque creo en ellos, porque actúan como la prolongación del entrenador. Son el escudo. Si tenemos dos laterales que deben sumarse arriba, es bueno tener consistencia. El trabajo de Busquets y Xabi es muy importante, porque le dan cobertura zonal a Xavi y a Iniesta. De sus decisiones depende en gran parte el juego ofensivo y la recuperación. Son trascendentales. Xabi y Busquets son claves en nuestro funcionamiento; de su generosidad depende que el equipo juegue bien.

P. Torres parece haber superado todos los problemas, está reluciente… ¿Habló con él antes de citarle?

R. Lo que hablé fue hace dos concentraciones, antes de Venezuela. Le dije que no tenía nada en su contra, que si venía era por algo, pero que la confianza también me la tiene que dar él. Intentamos no regalar nada, somos exigentes. ¿Soy conservador por traer a Torres en vez de a alguien nuevo? Estamos siempre buscando caras nuevas y no estamos nunca a gusto. En esa búsqueda del futuro, nos olvidamos del presente. El cincuenta por ciento de jugadores nuevos en cuatro años significa mucho, son 10 futbolistas que no habían aparecido. Pero Torres tiene mucho que aportar, por eso viene. Él también se lo ha ganado.

P. Se le ha criticado por una supuesta animadversión a lo que tiene rastro atlético...

R. Si hay un club por el que tengo simpatía es el Atlético, porque se ha portado muy bien con nosotros. Siempre. Enrique [Cerezo] y Miguel Ángel [Gil Marín] siempre nos han tratado muy bien, diría que con cariño. Nuestra relación es tan buena que les avisé en Bucarest de que iban a venir Domínguez, Adrián y Juanfran, más que nada porque pensaban irse a una gira por Colombia y consideré que debía avisarles. Gil Marín mantuvo una absoluta discreción y se lo agradezco. Si no hemos traído más será porque somos tan torpes que no hemos encontrado ninguno mejor que lo que tenemos.

Del Bosque, en Polonia.
Del Bosque, en Polonia.JUAN FLOR (AS)

P. ¿Atacará España con un nueve pequeñito, como Messi, o con un referente alto?

R. Lo importante es que hay opciones. Tenemos gente de banda, como Pedro y Navas principalmente, gente que puede jugar por dentro y mantener la paciencia tocando, como Mata, Silva, Iniesta y Cazorla, y tenemos opciones de alargar el campo para jugar al filo del fuera de juego, siendo muy profundos, como aporta Torres. Hay alternativas. Ojalá recuperáramos al Cesc de principio de temporada, que estuvo fantástico llegando… Opciones no faltan, creo.

P. ¿Dudó en traer a Fábregas?

R. No como jugador, solo por la lesión. No ha estado como al principio, pero la temporada es larguísima. Los jugadores no pueden estar todo el año a un nivel altísimo. Le ha pasado a Pedro, a Navas. Es muy largo el año y es normal que tengan ratos mejores y peores. Por eso no valoramos en función de lo último.

P. Si algo no le quita el sueño, será el centro del campo…

R. Tenemos más de los que podemos utilizar. Hay una máxima que dice que como juega el mediocampo juega un equipo. Nosotros definimos nuestro estilo ahí.

P. Dijo estar más preocupado por el nivel mental del equipo que por el físico.

R. Sí, por supuesto. Si tenemos un nivel mental dispuesto a competir, luego las piernas van solas. Si existe esa voluntad, si el espíritu es bueno, sabremos sufrir.

La primera dificultad es nuestro debut, y ya por eso es complicado, pero es que además ¡es Italia!

P. ¿Pero no son ustedes tan buenos?

R. Ese es el problema. Creernos muy buenos nos conduce a meter la pata, seguro. Que la gente sepa que vamos a tener que sufrir. Luego, ojalá, digamos que se nos ha hecho fácil el partido. Pero a priori lo tenemos muy complicado. El grupo es difícil y todos quieren ganar al campeón. Tenemos que estar preparados para la mayor dificultad. No queremos defraudar a nadie, así que solo podemos prometer que lo vamos a intentar con toda nuestra mejor intención. Prometer otra cosa no podemos.

P. Empieza el baile con Italia. Mala pareja, ¿no?

R. Ya lo creo. ¡Es Italia! Son complicados, porque juegan arropados, con tres hombres por delante de la defensa. La referencia de Bari [España perdió 2-1 en un amistoso en agosto de 2011] es válida, no han cambiado el estilo, tienen dos laterales profundos, dirige Pirlo… Es la primera dificultad, nuestro debut, y ya por eso es complicado, pero es que además ¡es Italia!

P. El segundo es Irlanda…

R. Un equipo sin mucho nombre, sin mucho fútbol, pero te pegan dos golpes y a la que te descuidas te tumban. Llegan por banda, son fuertes y contundentes, te disputan cada balón… son físicos, exigen desgaste.

P. ¿Y Croacia?

R. Los croatas son gente singular… no más patriota que los demás, pero tienen esa soltura de no temer a nadie. Casi todos juegan en el extranjero, son competitivos al máximo… El fútbol se ha igualado. Ya no es un paseo fácil para nadie. El equilibrio es manifiesto. Quien no lo quiera ver… No puedo decir que no seamos favoritos, porque somos los campeones del mundo, pero eso es solo una palabra. No podemos creernos mejores que nadie por eso.

P. A diferencia de lo que pasó en Sudáfrica cuando marcó Iniesta, ¿esta vez celebraría un gol decisivo?

R. Pues no sé. Soy un hombre comedido en mis expresiones púbicas. En el caso del gol de Iniesta primero temí que lo anularan. Además, me acordé del entrenador de Croacia, que me confesó que se les fue un partido de manera absurda, precisamente por la energía derrochada durante la celebración de un gol. Temía que mis jugadores dieran el triunfo por hecho. Tenía que hacer mi trabajo.

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