Suplente ejemplar

En cualquier otro país, Víctor Valdés (L’Hospitalet de Llobregat; 1982) ya sería internacional un centenar de veces. En España, apenas suma siete partidos con La Roja, consecuencia de ser coetáneo de Iker Casillas y de una generación de excelentes porteros. Pero Valdés ha insistido en su derecho a participar, aunque solo sea desde el banquillo, del festín de la selección en los últimos años. Méritos no le faltan. Acaba de conquistar su quinto trofeo Zamora (28 goles encajados en 35 partidos de Liga), siendo el arquero menos goleado en cinco campeonatos, un registro solo igualado por otro barcelonista histórico, Antoni Ramallets. Ya con cuatro Zamoras se quedan Juan Acuña y Santiago Cañizares.

Valdés rompió, además, con ese prejuicio según el cual no podía acudir a la selección como suplente de Casillas porque no estaría dispuesto a aceptar tal condición. Fue un suplente modélico en Sudáfrica, como también habría sido ejemplar desde la raya de gol. En la temporada concluida, Valdés ha presenciado desde un lugar de privilegio la exhibición defensiva del Barça, el equipo que menos faltas ha cometido y el que más ha recibido. Ahora, desde la portería o desde el banco, solo espera disfrutar de La Roja como uno más.