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De ‘Marco Polo’ a capitán Iker

Casillas cumple 12 años en la selección como un referente por su rendimiento en las grandes citas y su liderazgo natural

Mariano Rajoy visita a la selección en su sede de las Rozas.
Mariano Rajoy visita a la selección en su sede de las Rozas.Luis Sevillano

Tal día como el de mañana, un 3 de junio pero de hace 12 años, Iker Casillas debutaba con la selección española absoluta. Era un querubín de 19 años que venía de levantar su primera Copa de Europa con el Real Madrid y al que aún le hacía gracia que le llamaran Marco Polo por la cantidad de viajes que hacía tanto con su club en la Copa de Europa como en las distintas categorías inferiores de la selección española. José Antonio Camacho decidió llevarle a la Eurocopa de 2000 celebrada en Bélgica y Holanda como tercer portero, en lugar de Toni Jiménez. Su estreno se había producido en un amistoso de preparación para el torneo ante Suecia (1-1) disputado en el estadio Ullevi de Gotemburgo. Cometió un penalti y los nervios le hicieron dudar en algún que otro balón aéreo. Había entrado al campo en el minuto 62 en sustitución de Molina, que recuerda “a un chico callado y muy aplicado en los entrenamientos”: “Me llamó la atención su potencia de piernas, su agilidad y sus reflejos”.

Aunque no jugó ni un partido en aquella Eurocopa de 2000, Camacho intuyó que cuanto antes entrara en la selección antes explotaría. “Era un chaval con un futuro espléndido. Tenía, además, el aval de jugar ya en el Real Madrid [disputó 27 partidos de Liga y 12 de Liga de Campeones]. A pesar de su temprana edad, no dudé en llevarlo a la selección nacional”, indica Camacho en el hotel de concentración de China, en el barrio de sevillano Triana, donde acaba de departir con el cuerpo técnico español que le acompaña en su exótica aventura: Pepe Carcelén, Ricardo Gallego y Alfonso Fraile. “Lo habíamos seguido en las categorías inferiores de la selección y a mí me llamaba la atención una cosa: siempre me demostró que la presión nunca le podía. Consideré que un jugador con ese desparpajo a su edad, con esa calidad, estaba preparado para hacerlo bien en la selección. A Iker la responsabilidad nunca le puede”.

“Con ese desparpajo, estaba listo”, dice Camacho, que le hizo debutar con 19 años

De aquel joven, Camacho se quedó prendado de su determinación y de su uno contra uno. “Entonces ya mostraba lo que siempre ha destacado de él, ese uno contra uno fundamental en los equipos grandes como el Madrid o la selección. No se alteraba, controlaba la situación, actuaba poco en los partidos, en ocasiones puntuales, y respondía. Tenía unas grandes cualidades, era ágil y empezaba a mostrar unas dotes de mando que luego ha ido perfeccionando con el paso del tiempo, como algunas cuestiones técnicas”.

Gerard López, por entonces jugador del Valencia, fue su compañero de habitación en esa primera concentración: “Debutamos los dos el mismo día. Éramos dos niños que decidimos compartir habitación para ayudarnos mutuamente. Podíamos estar en habitaciones individuales, pero creo que fue una buena decisión. Veíamos Roland Garros y partidos de fútbol internacional en Eurosport. Él era más dormilón que yo”.

La progresión de Casillas ha sido constante desde aquel estreno. Camacho, que dejó la selección nacional a la conclusión del Mundial 2002, tras caer en cuartos de final en los penaltis contra Corea del Sur, se enfrentó a otros retos. Casillas no hizo sino crecer y crecer, ganando la Eurocopa de 2008 y el Mundial de Sudáfrica en 2010. En esos dos títulos que han aupado a La Roja a la cima del fútbol internacional fue decisivo. Para la historia quedarán sus penaltis detenidos a Italia en los cuartos de final de la Eurocopa de 2008 y su puntera evitando que Robben sentenciara la final del Mundial en un uno contra uno que el extremo holandés aún no ha podido olvidar. Ahora, Casillas es el jugador español con más internacionalidades, 130, y el futbolista del planeta con más victorias en partidos de selección, 95.

A Molina, al que sustituyó, ya le sorprendió “su agilidad y potencia de piernas”

Iker heredó el brazalete de capitán cuando Luis Aragonés decidió prescindir de Raúl. “Le di los galones delante de todos y no me falló. Fue mi brazo derecho y sigue siendo el mejor capitán. Si no hubiera desterrado su ego y no hubiera dado la máxima importancia al grupo por encima de las individualidades, igual que el resto, nada habría funcionado igual”, ha recordado Aragonés en una entrevista al diario As. Como capitán, Casillas es dialogante, no toma decisiones unipersonales. Se apoya mucho en Xavi, Villa y en Puyol, y ahora que los dos últimos no están lo hará en Ramos y Fernando Torres. Su mayor crisis como capitán de La Roja fue tras los incidentes de la pasada Supercopa de España disputada entre el Real Madrid y Barcelona. La pacificación fue una iniciativa propia pese a la opinión contraria de José Mourinho.

Manuel Amieiro, actual preparador de porteros de las selecciones femeninas, fue el hombre que pulió las virtudes de Casillas en el Real Madrid: “Técnicamente se ha consolidado por la experiencia. Con 17 años era un talento puro por pulir. Ahora ha madurado bajo los palos y fuera de ellos, es un ejemplo como capitán. Más allá del brazalete hay un punto de inflexión en su carrera que le marca a la hora de empezar a ser un futbolista respetado por rivales y compañeros, que fue la final de la Copa de Europa de 2002, cuando saliendo del banquillo hizo aquellas paradas”.

José Manuel Ochotorena, entrenador de porteros de la selección, elogia su capacidad de mando y su regularidad: “Es un líder tanto en el Madrid como en la selección. Es muy bueno en el uno contra uno y transmite serenidad a sus compañeros de la defensa. Ha mantenido el nivel después del Mundial de Sudáfrica y esa regularidad es muy difícil de conseguir. Ha alcanzado su madurez deportiva personal”.

“A lo largo de estos 12 años ha sido el mejor portero del mundo. Nadie ha estado a su altura durante todo este tiempo”, aclara Camacho, quien no duda en defender el papel estelar de los componentes de la actual generación de futbolistas que forman parte de la selección: “A los españoles nos gusta hablar mucho de los demás, pero el historial futbolístico que tienen ahora muchos futbolistas españoles no tiene nada que envidiar al de Pelé o Cruyff. Iker, Puyol, Xavi e Iniesta están a su altura”.

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