El orgullo de la marea verde
Miles de irlandeses acompañan a la selección de Trapattoni, que llega con hambre atrasada y un fuerte espíritu de equipo

Ni la grave crisis económica de Irlanda frenará a los 20.000 aficionados irlandeses previstos en tierras polacas y ucranias. No hay hinchada tan incondicional como esta. Ni tan hambrienta de fútbol después de 10 años ausente de los grandes torneos, desde el Mundial de Corea y Japón 2002, con la herida húmeda todavía de haberse perdido la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 por culpa de unas manos malditas de Tierry Henry en la eliminación frente a Francia.
A cargo del viejo zorro, Giovanni Trapattoni, de 73 años, Irlanda se inspira en el refrán preferido de su entrenador (“mai dire mai [nunca digas nunca]”) para llegar lo más lejos posible. “Nosotros atacamos con 11 y defendemos con 11, sin necesidad de jugar bien. Así se construye la mentalidad ganadora”, explica el técnico italiano, que confía en el “inmenso orgullo” de sus jugadores, muchos de ellos ni siquiera titulares en sus equipos de la Premier. “Así estarán más frescos”, alienta Trap.
“Nosotros atacamos con 11 y defendemos con 11, sin necesidad de jugar bien. Así se construye la mentalidad ganadora”, explica el técnico italiano
Empapado de todos los vídeos de sus rivales (España, Italia y Croacia), el técnico italiano considera que su duelo frente a los campeones de Europa y del Mundo será “David contra Goliat”. “España es casi imbatible”, reconoce, consciente, sin embargo, de que Irlanda siempre derriba a un gigante en las grandes citas: a Inglaterra en la Eurocopa 88, a Italia en el Mundial de Estados Unidos 94, y unas meritorias tablas con Alemania en el Mundial de 2002. “Cuando te acercas a Irlanda, puedes oler su espíritu de equipo”, sentencia.
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