El fútbol como vía de escape
El equipo griego persigue una alegría deportiva que anestesie la crisis económica del país
A Grecia le pesa tanto el recuerdo de la Eurocopa ganada en Portugal en 2004, que aquel apasionamiento, unido al que ya viene por defecto en los futbolistas helenos, le provoca una necesidad constante de apelar a la épica. Aunque sea de una manera menos futbolística, no se discuten aspectos como el esfuerzo o la entrega. Una especie de reconversión bélica de un deporte en el que priman también los aspectos delicados. Los encuentra Grecia en jugadores como Karagounis o Maniatis, sin olvidar a Ninis, una de las principales promesas del conjunto de Fernando Santos, que nunca acaba por explotar. En el juego esquemático del seleccionador portugués, Grecia comparte el balón sin gran ansiedad por recuperarlo.
Angustiado como vive ahora el país, pendiente de una situación económica extremadamente frágil, la responsabilidad de alegrar el panorama ha recaído en una selección que traduce deportivamente el sentir del conjunto al que representa. Aunque en ocasiones parezca agazapada, no aguarda temerosa de lo que pueda suceder. Ordenada, espera ese momento en el que asomarse a la luz. No es ahora la versión comprimida que asombró a Europa hace ocho años, pero sí recuerda a ese estilo aguerrido que controlaba el pulso de los partidos a pesar de no parecerlo desde fuera.
El engaño puede producirse a partir del primer vistazo al planteamiento actual, un 4-3-3 que se transforma con dos leves retoques en un 4-5-1, provocando la descolocación del rival. Dirige el timón el irrenunciable Karagounis, con Samaras y Gekas como principales referencias en el ataque. Puede sorprender por banda Ninis, a pesar de haber permanecido lesionado gran parte de la temporada.
Eliminada en la primera fase del pasado campeonato, puede que de nuevo, por el impulso necesitado de la gente a la que representan, vuelva a aparecer una selección como la de Otto Rehhagel, el seleccionador de 2004. Con siete victorias, tres empates y ninguna derrota en la fase clasificatoria, Grecia presentará batalla en el Grupo A porque ahora tiene más motivos que nunca.
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