Anfield ficha al protegido de Mou
El Liverpool contrata como entrenador a Brendan Rodgers, un norirlandés partidario del fútbol de ataque
“El día que se marchó Mourinho del Chelsea me sentí como si hubiera muerto alguien cercano”, confesó Brendan Rodgers en abril de 2011 al diario The Independent, en un homenaje a quien había sido su protector en Stamford Bridge y a quien lo había puesto en la pista de salida de entrenador. Unos años de fogueo en el Reading y, sobre todo, en el atractivo Swansea, le han abierto las puertas del Liverpool, que lo ha contratado por tres temporadas. “Mi filosofía es jugar fútbol creativo de ataque con disciplina táctica”, explica este norirlandés de 39 años enamorado del estilo de la selección española y del Barça. Tras haber visitado las escuelas de La Masia, la del Valencia y el Sevilla, tiene previsto ver en directo los entrenamientos del combinado de Vicente del Bosque durante la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Rodgers habla español y estudia italiano. “Alguien me dijo que aprender otra lengua me ayudaría en el alto nivel. Estudié español dos veces por semana con Julio Delgado, cuyo hijo es un tenista británico, Jamie Delgado”, relató. En el Reading llamó la atención de Mourinho. “José jugaba 4-3-3 y quería a alguien que interpretara esa metodología. Me tomó bajo su protección [primero en el juvenil del Chelsea; después en el segundo equipo]. Él aprendió de Louis Van Gaal, que fue su mentor, y yo aprendí de él: nunca puede haber un entrenamiento sin tensión; la preparación es vital”. De Mou heredó hasta los diagramas multicolores que usa el técnico luso en sus prácticas. “Y cuando se los enseño a mis jugadores, les gusta porque piensan que pueden esconder algún pensamiento de Mou. Estuve tres años y medio con él y fue como estudiar en Harvard. Podía ser el mejor amigo del jugador o su peor enemigo. Lograba el equilibrio perfecto entre empujarlos y apoyarlos”.
Mi filosofía es jugar fútbol creativo de ataque con disciplina táctica”
La carrera como defensa de Rodgers, primero en el Balleymena norirlandés y después en el Reading inglés, se acabó pronto: se retiró a los 20 años por una lesión genética en la rodilla. Ese mismo día empezó su camino como entrenador. Siempre con la misma idea en la cabeza. “Me gusta ganar con estilo. Controlar y dominar los partidos”. Aunque eso le costara ser despedido por su querido Reading coincidiendo con otro terrible mazazo para él, la muerte de su madre, a los 53 años, por un ataque de corazón. “Entendí entonces lo que es la soledad del entrenador”.
Su cultura del trabajo se forjó en Carnlough, un pueblo obrero y católico de la costa norirlandesa de Antrim. Era el mayor de cinco hermanos y siempre siguió los valores transmitidos por su padre, un pintor-decorador. Cuando llegó en julio de 2010 al Swansea, sustituyendo al español Roberto Martínez, nadie pensaba que el equipo galés no solo conseguiría el ascenso sino que se asentaría en la Premier con una excelente campaña, terminando undécimo. Y practicando uno de los ataques más fluidos del campeonato. “Es muy fácil. Todos los futbolistas quieren jugar bien al fútbol. Todo lo hacemos con balón. Nunca vi a un pianista sin el piano”, señaló. Las vidas de ambos técnicos se han vuelto a cruzar: Rodgers ha aceptado el puesto que Martínez rechazó tras negociar con los directivos de Anfield. El Swansea, primer conjunto galés en la Premier desde la constitución del torneo en 1992, recibirá una compensación económica del Liverpool.
Rodgers ha aceptado el puesto que Roberto Martínez rechazó tras negociar con los directivos de Anfield
Su hijo Aston, nacido el día en que su padre cumplía 20 años en 1993, es futbolista profesional: juega en el Brighton junto al exvalencianista Vicente. En junio de 2011, Rodgers se unió a una expedición de la Liga de Fútbol que escaló el Kilimanjaro para ayudar a la asociación Marie Curie de la lucha contra el cáncer. Su padre falleció de esa enfermedad. Después de unos años de depresión en Anfield, el protegido de Mou quiere que el Liverpool vuelva a ser un rival respetado en Stamford Bridge.
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