“La mirada limpia” de Torres

Durante estos días en Schruns (Austria), el pueblo alpino en el que se ha concentrado la selección española de fútbol con vistas a la Eurocopa, Vicente del Bosque ha vuelto a encontrar en Fernando Torres lo que el denomina “la mirada limpia”. Nada que ver con el jugador mustio que había percibido días antes de anunciar que no le convocaba para el partido amistoso contra Venezuela disputado a finales de febrero. Hoy, ante Corea del Sur (TVE-1, 20.00), ese Torres más vital será la referencia del ataque de La Roja. El Niño ha recuperado esa media sonrisa torcida que le daba aspecto de pícaro en sus inicios en el Atlético. “Le noto más abierto, con una buena actitud. No voy a comparar con el pasado, pero le siento con el placer de volver al equipo nacional. Con un espíritu y un ánimo muy buenos”, comenta Del Bosque.

En aquella conversación previa a su primera salida de una lista por decisión técnica, Del Bosque comunicó a Torres que no iba a llamarle para esa cita con los venezolanos. Le dijo que no tenía nada contra él, sino al revés; que ya le había dado muestras de su confianza esperándole tras una lesión para el Mundial de Sudáfrica 2010, pero que ahora tenía mucha competencia y debía ser justo en su decisión.

Fueron momentos duros para Torres, que tampoco atravesaba una buena etapa en el Chelsea, perseguido por una sequía goleadora alarmante y convertido por André Villas-Boas en un suplente habitual. “Me llegué a ver fuera de la Eurocopa”, ha confesado recientemente el delantero que dio a España el título europeo en 2008 con su gol en la final frente a Alemania. El propio Del Bosque justificaba en privado, mientras escuchaba en una emisora de radio las reacciones del entorno de Torres, aquella determinación: “Lo hago porque creo que necesita aislarse, reflexionar y rearmarse mentalmente”. Y exclamaba: “¡Tiene que meter goles y hacer más cosas en los partidos!”.

Le noto más abierto, con el placer de volver al equipo” Vicente del Bosque

Definitivamente, ya sin el lesionado Villa, Torres es consciente de que puede volver a sentirse importante en la selección. Hay un hueco en el once titular de Del Bosque que piensa que puede ser suyo. Antes, en medio de las críticas e incluso de las burlas irónicas de parte de la prensa británica, se sintió impotente. Confesaba que se veía mejor jugador que nunca y, en cambio, apenas jugaba en el Chelsea y no marcaba goles. Ahora dice que le ha renacido esa llama impulsiva del principiante. “Me pasé toda la mañana pendiente del comunicado de la federación. Sabía que Mata iba a ir porque es ya un fijo y ha hecho una temporada fantástica. Me ha hecho más ilusión que la primera vez”, afirmó al poco de conocer que Del Bosque le había incluido para la Eurocopa.

Reina, uno de los internacionales que mejor le conoce, también ha percibido a ese Torres regenerado desdes que se incorporó a la concentración: “Lo comentaba el otro día con él. Hacía tiempo que no le veía como está y estoy convencido de que va a ser un jugador importante para nosotros. Físicamente, se halla a tono. Mentalmente, es muy importante para la selección. Se siente así, máxime después de la baja de Villa. Ese papel le gusta. Se siente cómodo y le veo enchufado. Ojalá le salga una buena Eurocopa y España se nutra de sus goles”. En esta concentración, Torres ha ascendido a cuarto capitán y ha asumido la tarea de ejercer de padrino y guía de los más jóvenes como en su día hicieron con él.

Ahora ha ascendido a cuarto capitán y se siente importante de nuevo

Esa necesidad de sentirse importante es lo que provocó su enfado cuando supo que Roberto di Matteo le había dejado fuera de la alineación del Chelsea en la final de la Liga de Campeones, algo rematado con su exclusión de la tanda de penaltis.

Con 91 internacionalidades y 27 goles, campeón europeo y mundial, de alguna manera, hoy, ante Corea del Sur, Torres tiene una prueba que le puede devolver ese protagonismo en la selección que tanto anhela. Formará probablemente junto a Reina; Arbeloa, Ramos, Albiol, Monreal; Xabi Alonso, Beñat; Silva, Mata, y Cazorla.