“El Athletic llega por todos lados”
El guardameta gaditano afronta su tercera final de Copa con el Barcelona en cuatro años y la cuarta de su carrera, después de ser suplente en la que el Celta perdió ante el Zaragoza
Su padre era operario de una grúa en una cantera, es gaditano (Puerto de Santamaría, 1975) y está a 90 minutos y una victoria de equiparar su nombre al de porteros de leyenda como Reñé, Zamora, Platko o Zubizarreta, que ganaron dos finales de la Copa del Rey en la portería del Barcelona. Lejos de Ramallets, que jugó cuatro y ganó cinco, una como suplente de Estrems, para Pinto será su tercera final de Copa con el Barcelona en cuatro años y la cuarta de su carrera, después de ser suplente en la que el Celta perdió ante el Zaragoza. Pinto es un tipo curioso, que cuida su karma, toca la guitarra, tiene una productora de hip-hop, una hija y está a la espera de otro bebé.
Pregunta. Será su cuarta final de Copa, ¿se le coge el tranquillo?
Respuesta. Una final es un reto y un premio, pase lo que pase. Jugar una final es una maravilla. Cuántos darían tanto por estar aquí. Pero lo que le da sentido a esto es venir a entrenarse cada mañana. El camino, el trayecto, es lo importante. Nunca he vivido dos finales iguales.
P. Esta vez no solo está claro que será usted el portero, sino que apenas hay voces que lo discutan. ¿Se ha ganado ese respeto?
R. El míster ha demostrado mucha confianza en mí. Pero no voy a cambiar el discurso: hasta que no llegue el día y el míster lo diga… Y más después del susto de hace 10 días, cuando me hice un esguince. Tampoco me preocupa mucho si había debate o no. Yo hago lo mejor que sé y si he jugado la Copa, estoy agradecido. En el campo siempre he sentido el apoyo del equipo. Siempre he dado la cara y nadie me podrá achacar no haber peleado. Y eso vale por mis compañeros.
Bielsa les ha dado una marcha más a todos los jugadores, les ha hecho creer en lo que son, está sacando lo mejor de cada uno
P. ¿Qué partido espera?
R. Un no parar, un ritmo muy alto, con mucha presión, con intensidad. El Athletic es un gran equipo y Bielsa les ha dado una marcha más a todos los jugadores, les ha hecho creer en lo que son, está sacando lo mejor de cada uno. Tenemos el concepto de que buscan mucho a Llorente como referente, pero desde la portería, la sensación es que llegan por todos lados. Lo que es seguro es que disfrutaremos como niños chicos.
P. ¿Usted cómo era cuando jugaba en el Safa San Luis?
R. Pues era… más niño. Pero ya era portero. Tenía complejo de bajito, decían que tenía cualidades pero que no llegaría por bajito. Hasta que di el estirón, pero tarde. A los 14 empecé a crecer. Por eso trabajé tanto las piernas, para llegar al larguero.
P. ¿Ya era tan reflexivo?
R. Era muy cabezón, de los que pensaban que el trabajo trae la recompensa. Hasta que no conseguía las cosas no paraba. Y era muy activo, siempre estaba liándola. Cuando no estaba en el kárate, estaba jugando al fútbol… El kárate me ayudó mucho a nivel mental… Lo dejé, pero sigo haciendo yoga.
P. ¿Ya le gustaba la música?
R. Sí. Por Reyes siempre pedía un piano, pero no había dinero. Tenía uno pequeñito. A los 12 años, me compraron un teclado ¡a pagar a cinco años! Todavía lo tengo.
P. ¿Y por qué su productora se llama Wahin Makinaciones?
R. Me llamo Pinto Colorado. Así que en el cole todo el día andaban con Pinto gorgorito, o entre Pinto y Valdemoro… Un amigo me llamó Pinto Wahinto y eso me quedo: wahin. No significa nada.
P. ¿Qué hay de ellos, de aquellos chavales, sus amigos?
R. Los sigo viendo. Hay dos que considero mis hermanos.
P. En la final jugará como Pinto Colorado.
R. Lo pedí como homenaje a mi abuelo, que acaba de fallecer. Normalmente no se puede, pero lo entendieron como algo especial y aceptaron hacer una excepción, cosa que agradezco.
P. A ustedes se les escapó el tren de la Liga este año.
R. ¡Lo volveremos a buscar! Siempre lo hemos dado todo. Por eso cuando quedamos eliminados de la Champions la afición aplaudió al equipo. Eso da más sentido que un título. Demuestra que lo hemos hecho bien.
P. Es el último partido con Guardiola...
R. Nos gustaría ganar por él, por Abidal, por la familia y porque la afición merece una alegría.
Lo de Guardiola nos dejó sin palabras. Lo comprendes, pero si fuera por nosotros lo ataríamos a la silla
P. ¿La noticia más dura del año, más que perder la Liga contra el Madrid o no llegar a la final de Champions?
R. Las tres son duras. Pero no perdimos la Liga ante el Madrid, la perdimos antes. Merecimos eliminar al Chelsea y eso fue difícil de asumir. Lo del míster te deja sin palabras. Nos ha ayudado a crecer y da pena ver que se va alguien al que aprecias y quieres. Lo comprendes, pero si fuera por nosotros lo ataríamos a la silla.
P. ¿Qué es para ustedes el nombramiento de Vilanova?
R. Tito no era un segundo normal, era un entrenador. Se han apoyado, han compartido mucho. Seguro que tienen cosas diferentes, pero poco va a variar y eso me da tranquilidad.
P. ¿Sueña con una parada?
R. No, nunca. Disfruto de cada acción. Un blocaje que se te queda en las manos, una salida, un buen pase que acelere la circulación del balón… Esos detalles que a menudo pasan desapercibidos, para un portero son sensaciones únicas, muy personales y te llenan tanto como una parada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.