Márquez, veloz y oportuno

A menudo se dice que Marc Márquez lo tiene todo: el talento y la cabeza. Este sábado, en la sesión de clasificación del GP de Francia, tuvo también a la suerte de su lado. Andaban él y Pol Espargaró calcando cada parcial del trazado francés, jugándose en la pista la mejor vuelta a cada paso por meta cuando, después de una parada en el taller, volvió a la pista decidido a seguir con aquel interesante duelo. Suya era la pole provisional y seguía mejorando sus tiempos, en el primer parcial, en el segundo, hasta que se le fue la moto: perdió el control del neumático delantero y tanto él como su Suter se deslizaron por el asfalto.

Se levantó presto y corrió hacia su máquina, la levantó y volvió a la pista; tuvo que regresar al box. Faltaban 24 minutos para el final. Y se perdió unos cuantos giros más que el resto. Pero de poco le afectó. “Sabía que podía llover a mitad sesión, por eso apreté desde el principio de la sesión”, concedía él, que reconoció haber cometido un error en la frenada cuando se fue por tierra. Aquellos giros veloces apenas comenzada la clasificación le permitieron llevarse la pole, la tercera del año -ha conseguido el mejor tiempo cada sábado, a excepción de en Catar, en la primera carrera del año-, y saldrá desde la primera posición de la parrilla. Tuvo la fortuna de que, como ya había previsto su equipo, empezó a llover a mitad sesión. De manera que mientras él esperaba a que su moto fuera revisada por sus mecánicos y volvía al trabajo, sus rivales no pudieron ni siquiera acercarse a su mejor crono.

En la segunda posición y con una vuelta cuatro décimas más lenta que la de Márquez saldrá Pol Espargaró, segundo clasificado del Mundial, y uno de sus grandes contrincantes por el título, como también lo es el suizo Thomas Luthi, tercero el domingo en parrilla y tercero también de la general gracias a su constancia y regularidad.