Gatlin y Powell se suman a la batalla de los 100m
El americano se impone en Doha (9,87s) por solo una centésima y reta a Bolt: “He vuelto y quiero el título olímpico”.- Reina se convierte en el cuarto ochocentista más rápido del año
Solo Usain Bolt, el gran Usain Bolt, y su compatriota, compañero de entrenamientos y campeón del mundo, Yohan Blake -además del estadounidense Salaam-, habían sido capaces este año de bajar de los 10s en la prueba reina de la velocidad. En Doha, donde hoy ha empezado la Diamond League, y los anhelos olímpicos de muchos atletas, no estaban los dos jamaicanos, pero los 9,87s de Justin Gatlin, y los 9,88s de Asafa Powell, el tercer jamaicano en discordia, incluso los 9,99s de Lerone Clarke ponen picante a los 100m de los Juegos de Londres. La batalla ha comenzado.
Gatlin llegaba a Doha como un hombre nuevo. Camino de los 30 años, ya padre, y tras una sanción de cuatro años por un dopaje que nunca admitió, el campeón olímpico de Atenas 2004 ya corrió por debajo de los 10s (9,95s) el año pasado, pero fue incapaz de clasificarse para la final de los Mundiales. Powell era la gran duda, pues se retiró de un 200m hace un par de semanas en Jamaica por unas molestias.
Los dos han demostrado que los Juegos son la mejor motivación. Lo dijeron aquí en Doha, en la presentación de la competición, y lo han demostrado hoy en la pista con un calor asfixiante -35 grados, sin sol, y una humedad oficial del 35%- y un viento a favor de 0,4m/s, lejos pues de las condiciones ideales.
Frank Casañas, el otro español en Doha, solo pudo ser penúltimo tras lanzar el disco a 61,55m en su primer intento y hacer tres nulos
A pesar de ello el jamaicano pareció desencantado cuando la megafonía proclamó vencedor al estadounidense. “No me puedo quejar”, dijo luego. “9,88s es un buen tiempo. Todavía noto el jet-lag. No he estado al 100%”. Mucho más osado pareció Gatlin, aún con la adrenalina de la victoria recorriendo su cuerpo: “No sé si Bolt habrá visto la carrera, pero quiero decirle a todo el mundo que Justin Gatlin ha vuelto y que quiero el título olímpico”.
Que hay más de un aspirante al trono de mejor velocista del mundo no es la única lección de Doha. A dos meses y medio de los Juegos, se puede decir también que David Rudisha, el rey del atletismo keniano, progresa adecuadamente, entre otros, hacia el único título que le falta (borró la anterior mejor marca del año, que tenía él mismo para dejarla 1m 43,11s, todavía dos segundos por encima de su impresionante récord del mundo de 800m), como lo hacen sus compatriotas Pamela Jelimo (también mejor marca con 1m 56,94s en la misma prueba), Kiplagat (3m 29,63 en el 1.500m) y Koech (7m 56,58 en 3.000m obstáculos), la jamaicana Melanie Walker (54m62s en 400m vallas) y el estadounidense Merritt (44,19s en los 400m). Y como lo hace, a otro nivel, el español Antonio Manuel Reina, cuarto en el 800m de Rudisha con 1m 44,65s, su mejor marca desde 2005 y un crono que le convierte en el cuarto corredor más rápido del año. “Me he encontrado muy bien”, explicaba el sevillano después de la carrera; “He ido muy bien, de menos a más, y eso con mucho calor y mucha humedad. Aunque sabía a lo que venía”. Ahora volverá a Madrid, donde se ha instalado con el único objetivo de prepararse para los Juegos.
Frank Casañas, el otro español en Doha, solo pudo ser penúltimo tras lanzar el disco a 61,55m en su primer intento y hacer tres nulos. “He estado fastiado de la garganta toda la semana”, se justificó después.
El que no se sabe cómo está es el pequeño Bekele, el sucesor de Gebrselassie como dominador absoluto del fondo. Tras dos años de sufrimientos, retirada de la final del Mundial incluida, el etíope solo ha podido ser séptimo en el 3.000m. Eso sí, esprintando al final.
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