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Cambio de héroes en el camino de Hamburgo a Bucarest

El Atlético se encomienda a Falcao como en su día a Forlán, pero teme no poder retenerlo

Falcao celebra su segundo gol en la final de ayer
Falcao celebra su segundo gol en la final de ayerPetr Josek (AP)

Dos goles marcó Forlán en la final de la Liga Europa de hace dos años y dos anotó Falcao ayer, el héroe de una noche en la que aligeró el peso de su precio, 40 millones a la cuenta del Oporto. El Tigre, otra vez máximo goleador del torneo y otra vez campeón, coronó con dos zurdazos un partido prodigioso que le sitúa como una de las piezas más apetecibles para los clubes europeos con más potencial económico. “Ojalá se quede con nosotros”, dijo Simeone nada más terminar el partido; “si no entramos en ‘Champions’, es difícil”, respondió Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado rojiblanco. Ambos asumían que el Atlético reciente fracasa cuando se trata de guardar sus mejores piezas. Y puede que ambos crean que el año que viene, como en el pasado, tocará buscar un recambio para sus figuras. Vino Falcao, de 26 años, como se fue Forlán, que ya contaba 32, pero no resulta fácil encontrar recambio para los héroes que ganan títulos.

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En Falcao se encontró al sustituto del uruguayo, tan pronto denostado por la grada atlética, que le reprochó cierta tendencia indolente en los tramos menos jugosos de la temporada –“su relación con el club ha quedado mermada porque no ha pensado en la entidad”, dijo de él Gil Marín antes de venderlo-, como encumbrado por la incontestable razón de los goles, algunos decisivos. Metió seis en la primera Liga Europa conquistada por el Atlético, la temporada 2009-2010, incluyendo dos en la final ante el Fulham y uno, con una espuela maravillosa, cuando la prórroga moría con un empate y ya asomaba la lotería de los penaltis. Y casi 100 metió en los cuatro cursos como rojiblanco, en los que cantó 95 tantos en una cadencia continua que solo decayó al final: hizo 22 en la 2007-2008, 35 en la 2008-2009, 28 en la 2009-2010 y 10 en la 2010-2011, su último y peor año en el Atlético. Su salida al Inter, en agosto de 2011, consolidó un cierto sentimiento de orfandad entre los colchoneros, privados de los mejores después de un verano en el que también vieron partir a De Gea y a Agüero rumbo a Manchester, el primero señalado por Ferguson como sustituto de Van der Sar en el United, el segundo llamado por el poderoso jeque Al Fahim, dueño del City.

Cuestionado al principio por su alto precio, Falcao ha acabado por emular tan bien a Forlán que ya nadie pone en cuestión su papel de nuevo héroe atlético, y si de algo se duda es de la capacidad del club para retenerlo. El Tigre ha hecho de la Liga Europa su coto particular y ha marcado goles de todos los colores: cuatro de cabeza, cuatro con la pierna derecha y cuatro con la zurda. Termina el torneo con 12, cinco por debajo de la descomunal marca que estableció el año pasado con el Oporto. El colombiano ha doblado el número de goles europeos que hace dos años contó Forlán, el referente atlético en la final de Hamburgo, hoy tan lejana que de los que allí estuvieron solo se vio en el Estadio Nacional de Bucarest a Domínguez, y por un minuto, después de sustituir en el descuento a Arda Turan. A Falcao tampoco le ha ido mal en Liga. No llegará al registro de Forlán en la 2008-2009, en la que el uruguayo, máximo goleador de aquel campeonato, anotó 32 goles en 33 encuentros (uno cada 92 minutos), pero ha rebasado ya su marca de la primera temporada. Forlán hizo 16 tantos y Falcao suma 23, a razón de uno cada 130 minutos.

Todo, a falta del encuentro ante el Villarreal, decisivo porque el Atlético se juega su clasificación para la Liga de Campeones (necesita ganar y que el Málaga pierda o empate en La Rosaleda contra el Sporting) y porque de ello puede depender, a tenor de lo dicho por Gil Marín, la continuidad del nuevo gran héroe. Al grito de “U-RU-GUA-YO” le sustituyó el “Radamel, Radamel, Radamel, te quiero”, y la hinchada colchonera no quiere buscar nuevas rimas para nuevos héroes.

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