Truenos en el Rayo
A seis días de jugarse la salvación ante el Granada, la plantilla al completo, el presidente y el entrenador comparecen de forma conjunta para desmentir un motín
“No ha habido ningún motín. Salimos públicamente para decir que no hay ningún mal rollo. Estamos todos unidos y trabajamos en la misma dirección, que es la de salvar al Rayo”. Míchel, capitán franjirrojo, tomaba la palabra esta mañana para desmentir con rotundidad los rumores de rebelión interna. Según informó El Larguero, de la Cadena Ser, varios jugadores promovieron el despido de José Ramón Sandoval, técnico rayista, tras la goleada sufrida en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla (5-2) el pasado sábado. Ante esta circunstancia, y siempre según las mismas fuentes, los administradores concursales del club exigieron un informe al director deportivo, Felipe Miñambres, para destituir al entrenador, pero Miñambres se negó a elaborarlo y firmarlo. Además, y siempre según el programa, Sandoval se habría negado a aceptar una concentración de cuatro días, previa al choque decisivo ante el Granada, que fue propuesta por los gestores del club rayista en una espiral de creciente desencuentro.
“Al acabar el partido con el Sevilla nos reunimos. Hablamos, yo di mi punto de vista y ellos opinaron como yo”, explicó Sandoval. “Después de esa reunión se llegó a la conclusión que el míster debía continuar, porque había alcanzado los 40 puntos con este equipo, el objetivo en esta primera temporada era salvarse y aún tenemos opciones de permanencia”, añadió Miñambres.
Pasional y ciclotímico en lo deportivo y turbulento en los despachos, el Rayo se ha convertido en los últimos tiempos en un club propenso a la tormenta. A menos de una semana de jugarse su permanencia en la Primera División, otro guirigay perturba el ambiente. Los truenos de estos días remiten con un déjà vu a la situación vivida hace poco más de un año. Tras una prolongada secuencia de impagos, los jugadores rayistas, dirigidos por Sandoval, saltaron al Alcoraz -antes de su encuentro ante el Huesca, decisivo para consolidar sus opciones de ascenso a Primera- con una camiseta en la que se leía: “Rayo y afición, unidos por un sentimiento” y portando una pancarta que rezaba un explícito: ‘Basta de impagos, Rayo solución ya’, como forma de protesta por la mala situación económica que atravesaba el equipo propiedad entonces de la familia Ruiz-Mateos, que semanas antes se había acogido a un concurso de acreedores para todas sus empresas, entre ellas el Rayo.
Seis derrotas consecutivas han situado al Rayo al borde del foso. 17º, igualado a puntos con el Zaragoza y obligado a ganar al Granada
El equipo cayó goleado (4-1) y la presidenta, Teresa Rivero, cargó contra sus jugadores para completar el esperpento. “Estos se creen que se van a quedar sin cobrar, me parece una desconfianza absoluta y lo están haciendo muy mal. Parece que no quieren subir”, espetó. El Rayo ascendió, Raúl Martín Presa tomó la presidencia y el proyecto deportivo en Primera arrancó como un tiro convirtiéndose en una de las revelaciones del campeonato. Pero las tempestades no acabaron de apaciguarse.
Hace un mes José Ramón Sandoval hacía acuso de recibo de una demanda interpuesta por los administradores concursales del club, en la cuál le reclamaban unas cantidades económicas que se remontaban a las dos últimas temporadas del equipo antes de lograr el ascenso. “Tengo una demanda del club, me he enterado hoy, que me han dado el sobre. Esos señores son los que me tienen que ofrecer la renovación y me demandan por mi sueldo trabajado. No es fácil preparar así un partido. Esto es un polvorín”, explicó entonces cuando el equipo parecía casi salvado.
Seis derrotas consecutivas con un balance de 20 goles en contra y tan solo cuatro a favor han situado al Rayo al borde del foso. 17º, igualado a puntos con el Zaragoza y obligado a ganar al Granada. Los de Sandoval vuelven a vivir una semana de pasión. “Hay una fe ciega en los integrantes de la plantilla para sacar esto adelante. Esta semana debemos estar unidos porque estamos ante el partido más importante de la historia del Rayo Vallecano”, expuso el presidente, Martín Presa, en la rueda de prensa conjunta que dio con la plantilla y el entrenador.
Tan desmedido en la sorpresa de aterrizar sin complejos en Primera nueve años después de su descenso en 2003 -tras cuatro años en 2ªB y otros cuatro en 2ª- como en la forma de despeñarse con 11 derrotas en los últimos 14 partidos, el Rayo afronta su final ante el Granada entre el alboroto y el precipicio.
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