Cobrar por lesionar
La NFL suspende a cuatro jugadores de los Saints por un plan de primas para lastimar a rivales cuando ganaron la Superbowl
El escándalo que desde hace meses sacude a los Saints de Nueva Orleans, equipo de fútbol americano, pasó factura a cuatro jugadores por participar en el programa que pagaba dinero por lesionar a contrincantes. Jonathan Vilma, aún defensa de los Saints, fue sancionado para toda la próxima temporada, que empezará en septiembre; Anthony Hargrove, ahora en los Packers de Green Bay, por ocho partidos; Will Smith, que sigue en los Saints, por cuatro, y Scott Fujita, ahora en los Browns de Cleveland, por tres.
Roger Goodell, comisionado de la Liga (NFL), asegura que el número de implicados era “significativo”, entre 22 y 27, pero que se decidió castigar a los más prominentes, los defensas, ya que el programa destinaba primas especiales según las posiciones más capaces de dañar seriamente a los contrarios. “Al evaluar las sanciones, me centré en aquellos que tuvieron posiciones de liderazgo en los Saints, que contribuyeron con dinero a un programa destinado potencialmente a lesionar a los contrincantes, que buscaron beneficios al hacerlo y que obstruyeron la investigación de 2010”, escribe en un comunicado.
Goodell va más allá y asegura en su escrito de condena a los implicados que, además, “las pruebas muestran claramente que los jugadores participaron con entusiasmo en el programa de sobornos”.
Cientos de demandas
El escándalo, conocido como pagar-por-lesionar (pay-for-pain), ha abierto una herida en una Liga que, últimamente, se centra en la seguridad a medida que ha visto crecer demandas por parte de cientos de exjugadores que padecen las consecuencias de las contusiones cerebrales sufridas a lo largo de sus carreras.
En marzo pasado, la NFL suspendió al entrenador de los Saints, Sean Payton, por toda la temporada siguiente e impuso otras sanciones al equipo, tanto económicas, de más de medio millón de dólares, como personales: contra el gerente, dos de sus asistentes y Gregg Williams, coordinador de la defensa de los Saints, quien fue suspendido indefinidamente.
Los pagos se dieron cuando los Saints ganaron por primera y única vez la Superbowl, en 2010, ante los Colts de Indianápolis, y con esa estrategia de golpear y dejar fuera de juego a las figuras principales de los equipos contrarios pretendían seguir con la racha. Los blancos de los ataques incluían a los quarterbacks Aaron Rodgers, Cam Newton, Brett Favre y Kurt Warner. Los jugadores de los Saints recibían 1.500 dólares por golpes que noquearan a los rivales y 1.000 si los dejaban fuera del partido, primas que se duplicaban o triplicaban si los encuentros eran de la fase final del campeonato.
Vilma, el capitán de los defensas de los Saints y quien más duramente ha sido castigado por su implicación en el esquema de pagos, ayudó a Williams a crear el programa. Siempre según la NFL, diversas fuentes han confirmado que Vilma ofreció 10.000 dólares a cualquier jugador de los Saints que dejara fuera de juego a Warner, de los Cardinals de Arizona, en un partido de los playoffs de 2009 y que recompensaría con esa misma cantidad a quien echara del campo a Favre.
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