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A Messi le interesa la Bota de Oro

El Barça desmonta al Málaga con tres goles de La Pulga, dos de penalti, y el argentino supera con 68 tantos el récord de Müller

Ramon Besa

Una vez perdida la causa colectiva, se imponen las cuestiones particulares en el Barça, al menos hasta que se acabe la Liga. No es que el bien común haya dejado de interesar, cosa que sería un sacrilegio en un equipo solidario como el azulgrana, sino que la coyuntura favorece el protagonismo individual y, por acumulación, se supone que el resultado beneficiará a la plantilla. Así las cosas, los partidos discurren sin mucha continuidad, salpicados de jugadas que convienen a unos más que a todos, faltos de tensión competitiva. Incluso las alineaciones responden más a coyunturas de los distintos futbolistas que a un plan global del equipo barcelonista, muy concentrado en la Copa.

BARCELONA, 4 – MÁLAGA, 1

Barcelona: Pinto; Alves, Puyol (Bartra, m. 67), Mascherano, Adriano; Keita, Cesc, Iniesta (Afellay, m. 75); Pedro (Tello, m. 84), Messi y Cuenca. No utilizados: Valdés, Montoya, Busquets y Thiago.

Málaga: Kameni; Jesús Gámez, Demichelis, S. Sánchez, Eliseu; Portillo, Camacho, Cazorla (Recio, m. 67), Duda; Buonanotte (Van Nistelrooy, m. 62) y Rondón (Seba, m 62). No utilizados: Rubén, Weligton, Joaquín y Monreal.

Goles: 1-0. M. 13. Puyol. 1-1. M. 25. Rondón. 2-1. M. 34. Messi. 3-1. M. 59. Messi. 4-1. M. 64. Messi.

Árbitro: Turienzo Álvarez. Mostró la tarjeta amarilla a Camacho, Duda, Pedro y Cesc.

Camp Nou: 67.854 espectadores.

Ahora mismo, el reto del Barcelona es que Messi sea el Pichichi y el Bota de Oro. Tiene talento de sobras para alcanzar la marca y dispone además de los mejores asistentes, sobre todo de Iniesta, especialmente luminoso, selectivo y solemne desde que el entrenador administra sus presencias. El manchego fue el mejor activador del argentino, que se volvió a marcar un triplete: la Pulga ya suma 68 tantos y, después de superar a César como goleador del Barça, batió la marca de Müller (67). La mejor temporada de La Pulga, que acabó con el brazalete de capitán, coincide con una de las peores de la era Guardiola. Un motivo de reflexión para Vilanova. El mundo gira alrededor de Messi.

Lesionados Xavi y Piqué, descansó Busquets y, a cambio, en el césped se juntaron Cesc e Iniesta como interiores mientras Messi ejercía de Messi. Extraviado frente al Madrid, jornada en que le pudo una cierta extravagancia, el Barcelona ha recuperado últimamente una cierta convencionalidad, sobre todo a partir del clásico 4-3-3. Vuelve a los orígenes el Barça, más clásico que nunca con su 4-3-3, y, por tanto, juega Pedro al lado de Messi y repiten como centrales Puyol y Mascherano. El hilo conductor en las dos áreas es el capitán Puyol y el signo de distinción es inequívocamente Messi. El jugador diferente también repite en la figura del genuino Iniesta.

Puyol abrió el marcador a la salida de un córner, la mejor manera de reivindicar a Tito Vilanova, el estratega del Camp Nou. Messi aguantó el balón hasta que Iniesta le dio profundidad y el centro del volante lo embocó el central a la red de Kameni. A pesar de formar con un equipo raro, difícil de interpretar en la cancha, al Málaga no le costó demasiado alcanzar el área de Pinto. A nadie le sorprendió el empate de Rondón, que le ganó el espacio a Puyol después de un centro de Gámez. El cabezazo del delantero fue tan limpio como anteriormente el tiro libre de Duda al palo. A falta de nervio y disputa, cada equipo se reivindicaba en solitario y a su manera, también el Málaga.

El delantero barcelonista dispone de los mejores asistentes, sobre todo Iniesta

Igualada la contienda, hay pocos jugadores tan desequilibrantes como Iniesta. No es fácil defender al interior barcelonista, y menos en el área, porque se pasea por las líneas como un jilguero por el tejado. Atada la pelota a los cordones de su bota derecha, cualquier entrada es susceptible de ser interpretada como penalti cuando se vence Iniesta. Gámez metió anoche la pierna y, derribado el manchego, el árbitro pitó penalti porque era falta, porque no había más remedio o porque cada vez que se cae Iniesta se impone ayudar a levantarle después de señalar la pena máxima. No le tembló el pulso a Messi y el Barcelona contó el segundo gol después del tiro de la Pulga.

Hubo serias dudas sobre si la falta a Iniesta fue dentro del área, y la mayoría coincidió en que era fuera, de manera que hoy se discutirá y mucho sobre la cuenta de Messi. La polémica aumentó todavía más cuando el colegiado volvió a sancionar con penalti una caída de la Pulga después de una entrada de Duda. A instancias del linier, Turienzo Álvarez indicó el punto fatídico y no volvió a perdonar Messi, más concentrado que nunca, capaz de variar el tiro, imposible siempre para Kameni. Ante cualquier duda, el argentino metió un tercer tanto indiscutible después de un pase filtrado de Iniesta: tiró el desmarque, sorteó la salida del meta con un toque de zurda y remacho a puerta vacía.

El tanto redondeó una buena actuación individual y permitió a Guardiola activar la rueda de cambios para que la hinchada aplaudiera por igual a los jugadores que al entrenador ante la complacencia del Málaga, que se abandonó como si no le fuera nada en el partido, quejoso con la actuación de Turienzo, abatido por el gatillo de Messi. Las plazas que dan acceso a la Champions y la Liga no se decidirán en el Camp Nou sino en escenarios como San Mamés. Al Barça le ocupan asuntos como la dignidad y honestidad colectiva, objetivos que obligan a ganar los partidos, y sobre todo las cuestiones particulares como el pichichi de Messi, el récord de goles del equipo y el adiós a Guardiola.

Messi ya suma 68, el Barça superó la cifra de 104 de la temporada 2008-2009 (108) y a cada momento se corea en el estadio el nombre de Guardiola.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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