Muerte súbita de Dale Oen
El nadador noruego, plata en Pekín 2008, tenía 26 años y estaba concentrado en EE UU
Alexander Dale Oen ha sido encontrado muerto de forma repentina en la ducha tras un entrenamiento en Flagstaff (Arizona, Estados Unidos), donde el equipo olímpico noruego está concentrado, a poco más de dos meses de los Juegos Olímpicos de Londres. Tenía 26 años y fue plata en los 100m braza de Pekín 2008.
La muerte de Dale Oen ha sido notificada por la Federación Noruega de Natación, recogen varios medios anglosajones. Según el comunicado, los compañeros del campeón se extrañaron de que este tardara tanto en salir de la ducha el lunes después del entrenamiento. Cuando entraron en el cuarto se encontraron a Dale Oen inconsciente en el suelo del baño. El médico del equipo intentó reanimarle, pero no lo consiguió. Unos minutos después acudió una ambulancia, que le trasladó al hospital, donde se certificó su muerte una hora después, a las nueve de la noche.
"Estamos todos en estado de shock", ha dicho Peter Lovberg, director del equipo, según recoge el comunicado de la federación. "Es una situación irreal para todos y nos quedan algunos días duros por delante".
El médico, siempre según la federación noruega, estuvo con su atleta todo el lunes y no notó nada raro. Según su explicación, el día fue tranquilo, con un entrenamiento ligero, algo de trabajo físico y un poco de golf para relajarse.
La muerte sin aparente explicación de un deportista de élite siempre plantea preguntas porque se trata de jóvenes en excelente estado físico y que se someten a revisiones periódicas y a un seguimiento continuo por parte de los mejores especialistas. Más en este caso, cuando los nadadores se acercan al pico de forma que les exigen los Juegos Olímpicos, la competición más importante para ellos.
El médico del equipo no había notado nada raro después de un día tranquilo, con un entrenamiento ligero y algo de trabajo físico
Dale Oen era un especialista en braza: es el vigente campeón del mundo en 100m -primera medalla de la natación noruega en unos Mundiales, y subcampeón olímpico de esta distancia. Precisamente en los Mundiales de Shanghái, Dale Oen se convirtió en el centro de atención por algo que nada tenía que ver con el deporte. Conmocionado por la matanza de Utoya -69 adolescentes murieron asesinados por un extremista- que unos días antes había traumatizado a toda Noruega, el nadador se presentó en la final luciendo un brazalete negro en la camiseta. Nadó, ganó y dedicó el triunfo a un país que lloraba aún las 69 muertes de la isla y la de otros ocho compatriotas en el centro de Oslo.
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