Red Bull acomoda al campeón

Para delicia de la hinchada, las tres primeras pruebas del campeonato del mundo de fórmula 1 y las cuatro cronometradas que se han celebrado hasta el momento parecen constatar que el certamen ha entrado este 2012 en una dimensión desconocida desde hace mucho tiempo. Los pilotos son cada vez más propensos a librarse de las preguntas de los periodistas a base de tópicos que repiten una y otra vez y que no les comprometen en ningún sentido. “En la F-1 todo puede pasar”, resulta uno de los más utilizados, por más que esta temporada, al menos hasta ahora, sea el más adecuado para definir el escenario al que se enfrentan.

La inestabilidad que Pirelli le ha inyectado al Mundial con los nuevos compuestos hace que nadie esté en condiciones de predecir el viernes, con un mínimo de seguridad, qué ocurrirá el domingo. Eran pocos los que la semana pasada, en China, podían aventurarse a apostar que Nico Rosberg le serviría a Mercedes su primera victoria en casi 60 años, de la misma manera que aún eran menos los que al llegar a Bahréin se imaginaban que Sebastian Vettel volvería a lograr la pole. Aunque el sofocante calor que cae de punta pueda convertir esta carrera (14.00, Antena 3 y TV3) en un ruleta, el campeón está de vuelta, una noticia cuando menos sorprendente al repasar los apuros que atravesaba hasta ahora. A su lado, en la primera fila, arrancará Lewis Hamilton, justo por delante de Mark Webber, tercero, y de Jenson Button, cuarto. Fernando Alonso lo hará el noveno.

“Esta pole va dedicada a los chicos”, dijo Vettel nada más bajarse del coche y volver a levantar su dedo índice, un gesto que no repetía desde el último gran premio del año pasado, en Brasil. “No ha sido un inicio de temporada fácil. Sin duda, las expectativas eran muy grandes. Hemos trabajado mucho, haciendo retoques aquí y allí para encontrar el camino correcto que nos permitiera ir hacia delante. Los mecánicos no han dormido mucho estas últimas semanas, especialmente aquí”, comentó el alemán, que el curso pasado rompió el récord de 14 poles en una temporada que Nigel Mansell ostentaba desde 1992 (él acumuló 15), y que este aún no se había estrenado.

La inestabilidad de los Pirelli impide predecir el viernes lo que ocurrirá el domingo

El poderío de Red Bull queda perfectamente reflejado en el salto de calidad que ha dado el RB8, sobre todo en manos de Baby Schumi, en solo una semana. El sábado pasado, en Shanghái, Vettel se quedó fuera de la Q3 por primera vez desde 2009, y solo una semana después, en el circuito de Sakhir, partirá con el camino despejado y como uno de los principales favoritos a llevarse el triunfo. Las sacudidas que le propinaba el prototipo y que tanto le incordiaban provocaron que los técnicos desplazaran a China dos sistemas distintos de escape. Con los datos recopilados de aquella cita, la tropa de la escudería energética ha tratado de configurar un bólido al gusto del corredor de Heppenheim, que de momento les ha dado las gracias con la 31ª pole de su trayectoria, una cifra que le deja a solo tres de superar a Mansell (32), Prost y Clark (33), para así convertirse en el tercer piloto que más posee, solo por detrás de Michael Schumacher (68) y Ayrton Senna (65).