Mestalla vuelve a confiar en el Valencia
El conjunto de Emery desmonta al Rayo con la mejor versión de Feghouli
Feghouli representa lo que verdaderamente enamora a Mestalla: el esfuerzo. La voluntad y el optimismo del argelino contagiaron al Valencia y desmontaron al Rayo Vallecano. Feghouli intervino en los tres primeros goles del conjunto valencianista, más contundente que sutil y con más eficacia en las áreas.
Mestalla y el Valencia son una montaña rusa. Los resultados marcan el ánimo. En una semana todo ha cambiado para el valencianismo. La holgada clasificación para las semifinales de la Liga Europa y el empate en el Bernabéu han devuelto la ilusión a una afición ciclotímica. No hubo ni un reproche al equipo. La mejor ovación se la llevó Canales cuando inició el calentamiento tras cinco meses lesionado.
VALENCIA, 4 RAYO, 1
Valencia: Guaita; Barragán, Rami, Ricardo Costa, Jordi Alba; Topal (Maduro, m. 85), Tino Costa (Parejo, m. 64); Feghouli (Canales, m. 79), Pablo Hernández, Mathieu; y Jonas. No utilizados: Diego Alves; Dealbert, Maduro, Alcácer y Aduriz.
Rayo Vallecano: Joel; Tito, Arribas, Labaka (Trashorras, m. 33), Pulido, Casado; Lass (Pacheco, m. 79), Movilla, Diamanka (Tamudo, m. 46); Michu y Diego Costa. No utilizados: Cobeño; Rober, Diego y Delibasic.
Goles: 1-0. M. 41. Jonas. 2-0. M. 70. Jordi Alba. 2-1. M. 72. Diego Costa. 3-1. M. 77. Jonas, de penalti. 4-1. M. 88. Pablo.
Árbitro: Paradas Romero. Amonestó a Ricardo Costa, Lass, Pulido, Diego Costa, Jordi Alba, Movilla, Tamudo,
Unos 35.000 espectadores en Mestalla.
De baja Soldado, Emery optó por Jonas como único delantero y dio carrete a Pablo Hernández, Feghouli y Jordi Alba en la segunda línea de ataque. Por tercera vez consecutiva, Albelda no estaba ni en la convocatoria. Emery, puede que en sus últimos días en Mestalla, se siente liberado para tomar decisiones impopulares, como dejar al gran capitán en la grada.
El Rayo es un equipo sin complejos, dinámico y atrevido. Ante el Valencia ofreció una cara alegre. Pero a la media hora Sandoval tuvo que trastocar sus planes iniciales por la lesión de Labaka (un golpe en la mandíbula) tras un choque con su compañero Arribas. Para entonces el Valencia ya se había adueñado del balón. Sin los pases interiores de Parejo, suplente, el juego por las bandas resultaba más productivo. En una de esas jugadas, Barragán intuyó el desmarque de Feghouli y situó el esférico en la cabeza del argelino, cuyo remate desvió Joel. El rechazo lo enganchó Jonas para marcar un gol de ariete. Fue la ocasión que necesitaba el Valencia para liberar toda la tensión. El conjunto de Emery dominó desde entonces la escena, aunque no puso el broche hasta la última parte del choque.
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