_
_
_
_
_

“No era necesaria tanta tensión”

Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo charlan antes del comienzo del Mundial

Nadia Tronchoni
Dani Pedrosa charla con Jorge Lorenzo
Dani Pedrosa charla con Jorge Lorenzo

Se ven, sonríen, se dan la mano, golpecito en la espalda incluido, y se sientan a charlar sobre su mundo, las motos, invitados a disfrutar de una conversación con EL PAÍS que hace unos años hubiera sido impensable e imposible. Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987), que ayer logró la pole por delante de Stoner, y Dani Pedrosa (Sabadell, 1985), séptimo, justo una semana después de ser detenido por el amaño de licencias de patrón de yate —“Ya pedí disculpas por el error, ahora solo quiero seguir adelante”, afirmó—, hace tiempo que enterraron el hacha de guerra. Hoy comparten un sueño: ganar el Mundial

EL PAÍS. ¿Cómo se recuerdan de pequeños?

Dani Pedrosa. No muy diferente a ahora, pero, sin duda, mucho más soñador. Echo de menos esa parte de la infancia en la que sueñas, juegas, y nunca pasa nada.

Jorge Lorenzo. Yo me veo hoy mucho más maduro. Sigo siendo muy competitivo y ambicioso. Pero acepto mejor las derrotas y los enfados me duran mucho menos. Cuando tenía 11 años, me ponía a llorar y a gritar, tiraba el casco... Ahora relativizo más las cosas.

D. P. Creo que nos conocimos en el Campeonato de España, ¿no? En el año 2000.

J. L. Pero no nos saludábamos, ni nada...

D. P. Me refiero a que aquel fue el primer año que competimos juntos.

J. L. En realidad, la primera vez que nos conocimos yo corría la Copa Aprilia y Dani, la Copa Movistar. Era en 1999.

D. P. No me acuerdo mucho porque no llegamos a hablar hasta que llevábamos ya unos años corriendo. Tampoco es que coincidiéramos demasiado...

J. L. No hasta el año 2008, en MotoGP, hasta que pasó lo del Rey... [les obligó a darse la mano en el podio].

D. P. En aquel momento ni yo ni tú, aunque no sé si puedo hablar por ti, Jorge, estábamos preparados para aquello, ¿verdad? El Rey, en un acto de buena fe, intentó enseñarnos un poco de su sabiduría. Supongo que no puedes forzar las cosas. Y antes hay que entenderlas. Pero, estuvo bien. Él nos intentó hacer comprender algo y hoy se lo agradezco.

J. L. Entonces yo pensaba: ¿por qué nos hace esto? No entendía si lo hacía porque alguien le había sugerido que intentara lograr que hiciéramos las paces o porque realmente creía que dos deportistas españoles debían llevarse bien. Al final, me he dado cuenta de que tenía razón: dos deportistas del mismo país, que persiguen los mismos objetivos, no se tienen que llevar mal; no hace falta que sean amigos, pero sí que mantengan una relación cordial y que incluso puedan compartir cosas.

D. P. No hubo un día concreto en que decidiéramos que ya no queríamos ser enemigos. Fue pasando. Aunque es verdad que a partir de aquel día la tensión fue reduciéndose paulatinamente. Supongo que uno se va haciendo más maduro. No era necesaria una relación tan tensa.

J. L. También había un pique entre Alberto [Puig, representante de Pedrosa] y Amatriaín, mi antiguo mánager, y eso hacía que nosotros siguiéramos aquella dinámica. Cuando cambié de mánager la relación mejoró un poco.

El Rey, en un acto de buena fe, intentó enseñarnos un poco de sabiduría" Dani Pedrosa

EL PAÍS. ¿Qué tiene de especial la primera carrera del año?

D. P. Siempre es importante cómo empiezas. Además, esta carrera, al ser de noche, cambia tus rutinas: por ejemplo, respecto a las comidas. Por la mañana te tienes que levantar tarde porque, si no, el día se hace muy largo hasta que llega el primer entrenamiento. Normalmente, te levantas y a las dos o tres horas ya estás en la moto. Aquí pasas muchas horas muertas.

J. L. Además, cambia la iluminación. Aunque desde la primera vuelta que di aquí en 2008 no noté mucha diferencia con los focos, porque la visibilidad es perfecta, es como si estuvieses en el Camp Nou. Las sombras son diferentes y para ver mejor tienes que llevar una visera totalmente transparente, sin ningún tipo de tinte, pero se ve muy bien.

Nuestros agentes estaban picados y eso nos llevó a esa dinámica" Jorge Lorenzo

D. P. A mí me costó al principio. Tuve que cambiar algunas viseras, no me gustaba ninguna.

EL PAÍS. Pilotar las 1.000cc, más pesadas, más potentes, ¿qué exige?

D. P. Yo me he tenido que preparar bastante físicamente porque el año pasado acabé muy débil y con muchas molestias en los hombros. Pude acabar la temporada, pero no me recuperé bien después de las operaciones en las clavículas. Tenía los tendones muy tocados, me dolían los hombros... He tenido que hacer bastante rehabilitación en esa zona; y ya que cambiábamos de motos he aprovechado también para adaptar la preparación física. Pero las mil siguen teniendo dos ruedas. Viene a ser lo mismo.

J. L. Yo el año pasado me cansé muchísimo en las carreras, porque tenía que intentar seguirles a ellos dos [Pedrosa y Stoner] e iba muchas veces por encima de mis posibilidades. Físicamente lo daba todo. Creo que las 1.000cc serán más exigentes físicamente que las 800cc: en las rectas, donde vamos 20km/h más rápido que antes, tenemos que sujetar el cuello, que se mueve mucho más; en las frenadas hay más inercia, así que hay que hacer más fuerza con los hombros... Solo espero que sus Honda no vayan tan rápido como el año pasado y así yo no tendré que llevar mi cuerpo tan al límite.

D. P. Este año han cambiado las motos, los motores, los neumáticos, pero aún está por ver cuánto cambian el pilotaje y las carreras. Si siguen estando marcadas por una diferencia de un segundo o dos entre pilotos o si son más apretadas, si cuenta más el pilotaje que la moto. Es difícil decir ahora cuánto más espectacular va a ser.

Las 'mil' siguen teniendo dos ruedas, vienen a ser lo mismo" Pedrosa

J. L. Creo que vamos a ver muchos cambios de posición porque los neumáticos bajan mucho su rendimiento, así que los pilotos que se encuentren mejor con gomas gastadas serán los que tendrán ventaja. Y las tres marcas principales estarán más igualadas. Pero no me atrevería a decir que habrá más derrapadas o más caballitos: todavía hay mucha electrónica.

D. P. El otro día, haciendo el simulacro de carrera en el entrenamiento, me encontré con unas cuantas CRT. Ahora mismo hay algunas que corren mucho y otras que no. Las Aprilia, por ejemplo, van bien; las pillas en la recta, pero en las curvas corren. Hay otras que en cuanto las ves de lejos te obligan a coger otra trazada porque cuando te das cuenta estás encima de ellas.

J. L. Introducir este tipo de motos no es la mejor solución, pero es mejor solución que la del año pasado: 15 motos son muy pocas. Ver a más de 20 pilotos en la parrilla es chulo. Pero hay mucha desigualdad entre las oficiales y las CRT, aunque estoy seguro de que mejorarán en un par de años.

Solo me preocupa caer en mitad de la pista y que me arrollen" Lorenzo

EL PAÍS. ¿Cómo les afectó la muerte de Simoncelli?

J. L. Fue duro. Y afecta mucho. Supongo que mucho menos que para alguien que fuera su amigo, porque nosotros habíamos tenido polémicas, no nos llevábamos bien. Pero cuando pasan estas cosas te das cuenta del riesgo que conlleva tu deporte y también de que, a veces, llevarse mal con alguien no tiene mucho sentido.

D. P. Opino exactamente lo mismo. Solo me gustaría añadir unas palabras dirigidas a Joan [Lascorz, piloto de Superbikes herido de gravedad el lunes]. Quiero desearle lo mejor, también a su familia, porque estas cosas te dejan mal. No entiendo por qué tienen que pasar cosas así.

J. L. Los accidentes son lo peor del motociclismo. Se va a unas velocidades extremas y la competición te hace ir siempre al límite. Pero intentaremos mejorar la seguridad. Solo me preocupa caer, quedar en mitad de la pista y que alguien me pueda arrollar, porque competimos contra otras motos.

EL PAÍS. ¿A qué se dedicarán cuando dejen de correr?

D. P. Yo no tengo la respuesta. No he encontrado aún nada que me apasione tanto como las motos, que realmente me llene.

J. L. Hace un par de años no tenía ni idea de lo que haría con mi vida, pero he ido descubriendo algunas cosas. Me gustaría crear una escuela de pilotaje para niños; también he empezado a probar coches, no se me da del todo mal y son menos peligrosos que las motos. Pero, esperemos que nos queden muchos años en MotoGP. Quién sabe, igual competimos hasta los 40. ¡Mira a Carlos Checa, campeón del mundo de Superbikes!

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_