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Cuando Cesc se diluyó en la banda

Fàbregas, ausente en los dos últimos partidos, no marca desde que no ejerce de mediapunta

Nadia Tronchoni
Cesc se lamenta de una ocasión fallada.
Cesc se lamenta de una ocasión fallada.DAVID RAMOS (GETTY)

Era una noche fría de febrero. El Barcelona ganaba al Valencia, aunque todavía estaban por caer el cuarto gol de Messi, y el que sellaría el triunfo por 5-1, de Xavi. Pero Pep Guardiola, perfeccionista, no pudo evitar descargar su impotencia sobre Cesc Fàbregas cuando le sustituyó a falta de 15 minutos. Le dio unos gritos porque no entendía cómo sus ocasiones, dos disparos, no habían terminado en gol. “No puede ser que un jugador con tanto talento no marque. Hemos hecho triunfar a no sé cuántos porteros de la Liga este año”, se lamentaba.

Casi mes y medio después, nada ha cambiado. Cesc no firma un gol desde el del empate (1-1) en Cornellà, el 8 de enero, contra el Espanyol, a pesar de que no deja de intentarlo: suma desde entonces siete remates en la Liga, en la que cuenta cuatro disparos a los palos, y cuatro en la Copa. Además, se ha perdido los dos últimos partidos: el de la Champions en San Siro frente al Milan por decisión técnica y el del sábado ante el Athletic, que vio desde la grada del Camp Nou.

Respecto a la cita con el conjunto de Marcelo Bielsa, el club informó de que también había sido descartado por decisión técnica, pero se matizó después que había sufrido un pinchazo en la zona del sacro en el entrenamiento del día siguiente al encuentro de Italia: “Se le inmovilizó la espalda. Le habíamos infiltrado y estaba mejor, pero no del todo. No le he querido forzar. Este martes tenemos el partido más importante del año”, dijo Guardiola por la vuelta europea.

La sequía goleadora de Cesc sorprende por su abrumador inicio de temporada. Es todavía hoy el segundo máximo anotador del equipo: 15 goles, nueve de ellos en la Liga. Pero no marca desde que Guardiola decidió adelantar su posición y desplazarlo ligeramente hacia la banda como interior. Hasta entonces acompañaba a Xavi, Busquets e Iniesta en la línea medular. Era la punta de un rombo al que el técnico recurrió cuando disponía una defensa de tres o, en un 4-3-3, un mediapunta, siempre cerca de Messi, cuyos movimientos leía con la misma facilidad con que lo hacía cuando ambos eran niños.

Suma 15 goles, pero el último fue el 8 de enero, frente al Espanyol

Cesc se estrenó en la banda contra el Madrid, en la ida de la Copa en el Bernabéu, compartiendo la línea de ataque con Messi y Alexis. Y repitió con el mismo dibujo en la vuelta. Aunque la eliminatoria se decidió a favor del Barça, hizo autocrítica. No mezclaba bien con los medios y no encontraba con la misma asiduidad a La Pulga. No disparó ni una vez en los dos partidos: “Si no marco, parece que juego mal. No se me debe juzgar por los goles porque no soy un goleador. Ni yo mismo, de todas formas, estoy contento. Debo mejorar muchísimo”.

“Actuar de interior significa tener más disciplina, mantener la posición. A veces me falta la paciencia de Busquets y Xavi. No es fácil. He de aprender los movimientos, mejorar el software creado por el entrenador. Aunque he jugado en esta casa desde pequeño, no es fácil pillarlo”, alegaba Cesc, que siente mayor libertad detrás de Messi. Así tiene más movilidad y ve campo abierto para irse adelante. “Es por la costumbre del Arsenal”, decía.

Es su primera campaña en el Barça y nadie ha perdido los nervios. Tito Vilanova fue su valedor y ha colmado tanto sus expectativas como las de Guardiola: “Cuando tienes el deseo y la predisposición, como Cesc, es más fácil. Estamos en la fase de acabar de conocernos, de que vaya entendiéndolo todo, especialmente con la defensa de cuatro, con la que debe jugar más adelantado”.

No jugó contra el Athletic por unos dolores de espalda, explicó Guardiola

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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