La paradoja de Parejo
El medio destaca cuando el Valencia, que visita al PSV, desconfiaba de él
Dani Parejo (Coslada, Madrid; 1989) era un caso perdido para los técnicos del Valencia. Entendían que el medio había sido superado por las expectativas de dirigir la orquesta como se esperaba que lo hiciera tras ficharlo procedente del Getafe por seis millones de euros.
El entrenador, Unai Emery, declaró que Parejo tenía “la fibra lenta” para explicar con un argumento físico la baja intensidad de su juego. Sin embargo, tras la grave lesión de Banega, sus dos últimas actuaciones, ante el PSV y frente al Mallorca, han sorprendido por su capacidad para dar fluidez al equipo en la circulación del balón. El Valencia defiende hoy en Eindhoven una ventaja de 4-2 ante un PSV decepcionante en la ida. De ahí, que ayer designara como entrenador a Ernest Faber, junto a Philip Cocu, en sustitución de Fred Rutten.
“A mí me pasaba lo mismo [que a Parejo]”, analizaba ayer Luis Milla, el seleccionador olímpico español, campeones ambos de Europa sub 21 el pasado verano; “yo tampoco era explosivo, pero él es rápido de cabeza, pensando. Depende de lo que quiera el entrenador. Si quieres ser protagonista, Parejo juega bien a uno o dos toques y te libera mucho”.
Al principio, Emery no supo dónde ubicarlo. Como no se fiaba de su trabajo defensivo de segundo mediocentro, le hizo actuar de mediapunta ante el Madrid, en Mestalla, en una prueba suspendida. “Le cuesta jugar de espaldas porque no es ágil”, apunta Milla; “necesita ver el fútbol de cara”. “Técnicamente, es superior. Tira muy bien desde fuera del área y a balón parado es fenomenal. Te da muchas cosas. Pero necesita continuidad para coger el ritmo. Ojalá la tenga”, añade en alusión a la posibilidad de convocarlo para los Juegos Olímpicos de Londres, en agosto.
Lejos quedan sus exclusiones de las convocatorias del Valencia, que causaron la ira de su hermana al no verlo en la lista que se mediría al Levante en los cuartos de final de la Copa. Natalia escribió en Facebook: “Hoy no va convocado... Ojalá pierdan... Fuck off, Valencia!”. Después pidió disculpas. Hoy, la fibra lenta se ha convertido en una mente muy rápida.
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