La multiplicación de Adrián
Elogiado en el vestuario por su capacidad de desmarque y generosidad en el juego, el delantero mejora a sus compañeros del Atlético
Salió Anderson Hernanes, fino mediapunta del Lazio, por la zona mixta con la cara seria y reacio a hacer declaraciones, toda vez que no le escogieron para atender a los medios. Atento y amable, sin embargo, concedió una cuestión. “¿Conocía a Adrián antes del partido?”, se le interrogó. “No, no…no”, respondió. Hay detalles, en cualquier caso, que colocan a Adrián López (Teverga, Asturias; 1988) en el epicentro del Atlético. Cuando el equipo encajó en el Olímpico de Roma el primer gol en siete partidos, cuando el Lazio se adelantó, Adri –como le conocen en el vestuario- pidió un esfuerzo desde el centro del campo, que nadie decayera. Después, prefirió pedir el balón. Por todas partes; ante cualquiera. Y cuando logró el empate, se acercó a Godín para dedicarle el gol en el día de su cumpleaños. “Dijimos que si marcaba haría con las manos como si llevara una tarta y yo soplaría las velas”, explica el central, su compañero de habitación. Después generó un hueco letal para el gol de Falcao y más tarde le cedió el cuero para el 1-3 definitivo. Hay Adrián para todos y el Atlético lo celebra.
Tiene nivel de selección. Solo no es 'pichichi' porque es demasiada buena persona Filipe Luis
No hace tanto, el jugador salió del Deportivo con la aureola de delantero sin pegada ni gol, con 12 dianas en 70 encuentros ligueros. Eclosionó, sin embargo, este verano en el Europeo Sub 21 –pichichi y mejor jugador del torneo, además de campeón- y fue como un tiro en la pretemporada del Atlético, capital para clasificar al equipo en la Liga Europa. Pero empezó la Liga y perdió todo protagonismo, suplente para Manzano. Algo similar le ocurrió cuando Simeone tomó el relevo en el banquillo; jugó un minuto en el estreno del Cholo. “Venía de pasarlo mal en A Coruña con el descenso”, conviene el futbolista en su tarde de asueto, entre tiendas de un centro comercial; “sabía que jugar en el Atlético es complicado porque el nivel es muy grande. Pero hay que competir y es lo que hice en ambos casos. Esa es mi responsabilidad y la de todos”. Y compite como pocos, con 13 goles (seis en Liga, tres en la fase de clasificación de la Liga Europa, otros tres en la propia Liga Europa y uno más en la Copa) y cinco asistencias. Pero todos sus compañeros elogian sus movimientos sobre el césped. Ya lo advirtió Suso García Pitarch, su valedero y exdirector deportivo del Atlético: “Su mejor virtud es tirar el desmarque para culminar el juego colectivo”.
“Sabe moverse muy bien, desde el medio a la banda y al revés. Sus movimientos hacen que sea más bueno”, conviene Salvio. “Se pega todo el partido tirando desmarques. Es un jugador letal por lo rápido que es y por cómo define en el área”, añade Godín. “Me entiendo con él porque es muy inteligente”, asegura Falcao, el mayor de los beneficiados porque sus arrastres le generan espacios para el remate. Filipe Luis va más lejos: “Adrián es de los mejores de España y tiene nivel de selección. Solo no es pichichi porque es demasiado buena persona”. E interviene de nuevo Salvio: “Es increíble. Es muy bueno porque aporta tanto en ataque como en defensa”. Y Falcao remacha: “Tiene capacidad para recibir con las dos piernas, va bien de cabeza y es muy completo”. Abrumado, Adrián responde: “Intento ayudar con mis características; cada uno tiene que poner sus cualidades a disposición del equipo. Y es lógico que me entienda con Falcao; es muy listo, se mueve bien y tiene gol”.
Me entiendo con él porque es muy completo e inteligente
Falcao
Poco cómodo con los flashes, Adrián prefiere pasar desapercibido en todos los sitios menos en el campo. “Es el futbolista perfecto por cómo se cuida y por cómo cae en el vestuario” esgrime Filipe Luis. Sobre todo, el 7 se junta con Juanfran y Godín. Como hizo en el glamuroso hotel Cavalieri en la colina de Roma, en la habitación de Courtois. “Por primera vez, se trajo la PlayStation y estuvimos jugando al FIFA 2012”. Poco después, se puso las botas, pensó en sus abuelos como siempre hace antes de jugar, y la lió en el Olímpico. Tanto, que el Lazio y Hernanes ya saben quién es.
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