Una metamorfosis al salir de casa

Es un asesino con cara de niño. El jueves, Xavi Rabaseda, escolta de 22 años y 1,98m, le endosa 16 puntos al Lucentum Alicante y clasifica al Barcelona Regal para semifinales de la Copa del Rey, donde el sábado se enfrentará al Caja Laboral. En los despachos, Joan ‘Chichi’ Creus asiste con especial satisfacción al éxito del chico. Ese anotador desbocado es el primer canterano criado como interno en La Masia que ha llegado al primer equipo azulgrana de baloncesto. Rabaseda, nacido en Ripoll (Girona), coincidió en la residencia con los futbolistas Bojan, Jeffren y Pedrito. Su formación en una de las academias más prestigiosas del mundo, sin embargo, no le equipó al completo para las dificultades del deporte profesional: durante años, a Rabaseda se le escapó el talento por la cabeza.

Puede ser como Rudy, pero más fuerte, opina Ferrán López

“Xavi es un talento tremendo”, explica por teléfono Gustavo Aranzana, exentrenador del Valladolid, entre otros, y el técnico que trabajó sus fundamentos y su mente durante dos veranos en la selección sub 20, hasta convertirle en el mejor escolta europeo de la categoría. “Su paso por el Fuenlabrada, donde jugó cedido, fue fundamental. En este país tan de sambenitos, de etiquetas, me lo presentaron como un jugador blando mentalmente, sin confianza en sí mismo, frágil ante el fallo, que se hundía frente al error”, prosigue el entrenador. “Yo le vi en la preselección y pensé: ‘¡Qué talento!”, añade. “Como le faltaba seguridad, como decían que era flojo mentalmente, reforzamos mucho ese aspecto, subrayándole sus aciertos, positivizando sus acciones, quitándole miedo al fallo. Ha mejorado mucho. Le vino muy bien salir de su entorno, de la protección de lo conocido, y vivir la dificultad de estar fuera, de sufrir un entorno desfavorable. La Masia es extraordinaria, pero el paso importante para Xavi fue ir a Fuenlabrada, sentir esa presión, fallar sin estar favorecido por el entorno para endurecerse”.

Me ha salido un partido fino, dice sobre sus 16 puntos al Alicante

“En este país ponemos etiquetas muy rápido”, coincide Ferrán López, el hombre que apostó por que Rabaseda fichara como cedido por el Fuenlabrada el curso pasado y pese a que era un canterano cuyo equipo había descendido de categoría. “Decían que era blando y poco consistente. Al final, la gente se moldea con los años. Hay que estar dispuesto a quitar esas etiquetas, y esa se le puede quitar ya”, añade el exjugador, que vio cómo el baloncestista, “un 2,5, a medio camino entre el escolta y el alero”, se acercaba a los diez puntos de media a su paso por Madrid. “Cuando llegó a Fuenlabrada, yo sabía que física y técnicamente podía jugar en ACB, pero tenía la duda de si tendría la madurez necesaria. Me sorprendió cómo reaccionó a la responsabilidad. Tiene el potencial para ser como Rudy Fernández, pero más fuerte físicamente y con las mismas piernas”.

"Es un jugador que ha crecido mucho a base de trabajo y de constancia, que ha crecido en todas las materias y está preparado para coger responsabilidades", opinó Xavi Pascual, técnico blaugrana, en una rueda de prensa en Barcelona.

Aranzana y López coinciden en su diagnóstico. Rabaseda, que en el hipercompetitivo Barcelona solo promedia ocho minutos de juego y 2,5 puntos por partido, puede llegar a ser una pieza clave en el futuro de la selección española. Los dos técnicos también están de acuerdo en otra cosa: mejorar el tiro de dos tras bote y tras bloqueo es la doble asignatura pendiente para un jugador que puede romper a sus defensores por pura fuerza, bajando el balón al suelo. Rabaseda, mientras tanto, va haciendo camino: para empezar, 16 puntos al Lucentum Alicante en el primer partido del Barcelona en la Copa. "Me ha salido un partido fino", dijo.