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MIGUEL CARDENAL Secretario de Estado para el Deporte

"En España hay casos muy mal resueltos"

Como aficionado del Athletic, a Miguel Cardenal (Bilbao, 1968) le encantaría que la final de Copa con el Barça se jugara en el Bernabéu: "Cuanto más grande el estadio, mejor; aparte de que Madrid está equidistante para las aficiones". Pero es un asunto en el que, como secretario de Estado para el Deporte y presidente del CSD, no puede decidir. Como tampoco pudo elegir que su primer conflicto fuera una guerra dialéctica con Francia por el dopaje. "Debe quedar claro que con Francia no tenemos ningún problema", matiza; "pido a los aficionados que este fin de semana aplaudan a todos los deportistas franceses que compitan en España".

Pregunta. ¿Esperaba que el laudo de la sanción a Alberto Contador desencadenara la tormenta que se ha producido: guiñoles, crisis diplomática con Francia, críticas de la Agencia Mundial Antidopaje, llamadas patrióticas...?

Respuesta. Hay elementos diferenciables y que no tenían que haber conducido los unos a los otros. Ha habido reacciones que van más allá de lo previsible, aunque sabíamos que el laudo del TAS iba a ser muy importante para nuestro país.

P. Usted, que ha pertenecido a un comité de competición, el de la federación de fútbol, ¿qué piensa jurídicamente de la decisión sobre Contador?

R. No me corresponde hablar. Hace tres semanas, cuando me dedicaba al derecho deportivo, no me habría resistido a comentarlo. Pero ahora, como presidente del CSD, mi función es recordar el compromiso de nuestro país en la lucha contra el dopaje y el respeto a las instituciones implicadas.

P. ¿Ha hablado con Contador esta semana?

R. No le conozco personalmente, aunque, sí, claro, le he visto mucho por televisión. He hecho algún acercamiento a su entorno y me gustaría hablar con él. Creo que ocurrirá, pero ahora está ocupado en sus asuntos y no es su prioridad hablar con el CSD. Lo entiendo. Él sabe que tiene mi disposición a hablar con él.

P. Entonces, ¿no ha pedido su apoyo público?

R. A mí no me ha llegado ningún mensaje de ese tipo de Contador, pero en otros casos sí que ha ocurrido, como del entorno de Rafa Nadal. Me hizo ver su malestar con lo que estaba ocurriendo con su figura. Respondí suministrándoles materiales que podrían ser de su interés, aparte de lo que ha hecho ya el Gobierno. A día de hoy, podríamos decir que es un tema cerrado, afortunadamente.

P. Aparte de lo estridente, el mal gusto, la sensibilidad tocada por la sátira de los guiñoles...

R. De los guiñoles no se puede salvar nada. En una sociedad democrática, los medios de comunicación están sometidos a la crítica y creo que con lo que se ha dicho ya es suficiente. Hemos hablado poco, unos comunicados, porque mi mensaje todo el tiempo ha sido que cuanto menos se hable de un tema que creo que es desafortunado mejor para todos.

P. ¿Pero cree que hay razones para que España se merezca un tirón de orejas del exterior en la cuestión del dopaje?

R. Hay una realidad que no podemos negar y la mejor manera de afrontarla es reconocerla. La trayectoria de España en este punto ha contado con casos muy mal resueltos. Sin ser anécdotas, hay aspectos de mucho calado en el ámbito internacional, como la impresión que se ha trasladado de determinadas operaciones antidopaje y sus resultados finales. Ha sido muy difícil de explicar, por no decir imposible, por qué lo que en un momento inicial era de una manera luego era de otra y luego de otra. Hay países que están acostumbrados a que lo que se dice es verdad y, por tanto, si se inician unas acusaciones muy graves, no se pueden creer que no respondan a la realidad.

P. ¿Cree que parte de los problemas pueden venir de que la ley antidopaje creó una agencia casi vacía de contenido, reservándose el CSD la parte más importante, la de más valor político?

R. No voy a hacer un juicio de valores sobre lo que han pretendido los anteriores responsables de esta casa, cuyo compromiso en esta lucha no se puede negar. Pero la percepción de independencia de la autoridad estatal antidopaje respecto del Gobierno de turno, que se podría comparar a la independencia que debería tener el poder judicial del ejecutivo, ayudaría a esa apariencia de convicción en la lucha antidopaje.

P. ¿En la nueva ley, que supuestamente se basará en el proyecto presentado por el anterior Gobierno, se dará más poder a la agencia independiente? ¿Asumirá, por ejemplo, un órgano arbitral único las funciones de los comités de competición de las federaciones?

R. La anterior ley combina la urgencia en tramitarla debido a un compromiso con la AMA con la posibilidad de mejorarla en lo fundamental que se persigue; la salud del deportista y el juego limpio. Ya hemos hablado con la AMA, que está abierta a las sugerencias que planteemos; me he reunido ya con la asociación de deportistas, quienes reclaman protagonismo, y estoy en diálogo con las federaciones y el COE. En el menor tiempo posible tendremos una propuesta.

P. ¿Va en ese sentido que el CSD se libere de la lucha antidopaje?

R. Sí, va por ahí. Daremos todo el apoyo a la lucha antidopaje, pero no gestionaremos. La lucha será independiente.

P. ¿Por qué se cambia la ley: porque se cree necesario para mejorar la lucha o por cuestión de imagen, ya que Madrid 2020, por ejemplo, lo reclama?

R. Evidentemente buscamos mejorar la eficacia, los objetivos y las finalidades. Si tuviéramos el planteamiento de pensar en la candidatura olímpica madrileña, no modificaríamos la ley. Brasil, que celebra los próximos Juegos, no se acomoda en absoluto a lo que reclama la AMA. Claro que nos interesa que la reputación de España sea la mejor, pero tampoco es el fin principal, sino una consecuencia. De lo que se trata es de luchar contra el dopaje, de la igualdad de condiciones y de la salud de los deportistas.

P. ¿Es normal que sea el presidente del COE, y no el ministro de Deportes o el CSD, el que hable en nombre del deporte español como ocurrió el miércoles?

R. El CSD, más que hablar, ha actuado. Hay que huir de buscar el rédito político al dopaje. No me interesa que me aplaudan por ser el primero que se ponga delante en las manifestaciones. Lo que tengo que pensar es en la repercusión que esas actuaciones pueden tener en las políticas que queremos hacer y en la imagen de nuestro país. Aparte de que es legítimo que el presidente del COE actuara cuando lo que se defendía, los logotipos usados en los guiñoles, son de federaciones miembros del COE. Me consultó y pensé que lo mejor era que actuara.

P. ¿Aconsejaría a su ministro, o le permitiría, que mostrara su opinión sobre un caso que está estudiando un tribunal? ¿O es más importante ponerse siempre del lado de los deportistas?

R. Ese es el punto que debe distinguirse. A los deportistas, en general, les debemos reconocimiento y gratitud. Han defendido a España con sacrificio y talento y con unas retribuciones económicas la mayoría que no son las de la minoría. A lo más que aspiran es a unas modestas becas. Se merecen todo el cariño. Pero eso no está reñido con reconocer el trabajo que realizan las instituciones internacionales, de las que, además, somos parte. Es absurdo que, cuando ocurre algo que no va según tus deseos, hagas como si no tuvieras que ver con eso. España ha participado en todo el proceso de creación del sistema antidopaje y un español es el representante europeo en la AMA. No podemos sentirlo como algo ajeno. Y en el TAS, aparte de formarse siendo el presidente del COI un español, hay muchos árbitros españoles, y magníficos. Somos parte del sistema. No podemos decir que es algo ajeno que nos agrede. No es creíble ni responde a la realidad trasladar la percepción de lo que ocurra en un caso concreto a la generalidad de unas instituciones que llevan mucho tiempo funcionando y son necesarias.

P. ¿Vio el peligro de que calara el mensaje de que España, también en esto, es diferente?

R. Pensar que existe una alianza de todas las personas de todos estos organismos para hacer daño a España, a los españoles y a sus deportistas, estoy convencido de que no es verdad.

Cardenal, en una entrevista mantenida el pasado 1 de febrero
Cardenal, en una entrevista mantenida el pasado 1 de febreroDiario AS

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