"Jugar con el Barça no es un marrón"
Mourinho reconoce que el Madrid fue demasiado lento en el primer tiempo para lo que es su juego habitual y Pellegrini se lamenta de los goles regalados en el Bernabéu y La Rosaleda
Abandonaron La Rosaleda con la expresión desapasionada de unos funcionarios a la salida del ministerio. Acababan de completar el último expediente de una cadena interminable de firmas, sellos por triplicado, compulsas y apostillas. Estaban cansados. Conformes con la labor, tal vez. Pero de ningún modo felices. Acaso los jugadores del Madrid y su entrenador, José Mourinho, disimulaban mal su preocupación ante la perspectiva ingrata de otros dos clásicos contra el Barcelona, en los cuartos de final de una Copa que no les interesa demasiado, a partir de la semana que viene. Casillas y Alonso hablaron en nombre de la plantilla como dos tecnócratas intentando no revelar secretos. "Había que nadar y guardar la ropa", fue lo más vehemente que dijo Alonso. "Ahora hay que pensar en el Mallorca", comentó Casillas, que no quiso ni detenerse a conjeturar sobre el cruce con el equipo catalán; "pero jugar contra el Barça no es un marrón".
"El Málaga planteó un partido muy inteligente", destaca el técnico portugués
"Casi al ciento por ciento, pensamos que la lesión de Khedira no es grave"
Mourinho definió su discurso antes de presentarse ante los micrófonos. Lo que dijo no fue improvisado. "Hemos marcado ocho goles en los últimos dos partidos y nos han acusado de jugar mal", comenzó; "hoy hemos sido resultadistas, pragmáticos y prácticos. Nos defendimos bien, no dimos prácticamente ninguna posibilidad al adversario de marcar hasta los minutos finales".
El técnico pasó por alto el hecho de que el Málaga remató cerca de una decena de veces en la primera media hora obligando a Casillas a tres paradas. No fueron ocasiones demasiado claras, pero pudieron adelantar a los locales. "Sin hacer un partido brillante con el balón, hemos conseguido nuestro objetivo, que era pasar la eliminatoria", prosiguió Mourinho; "hemos superado a un equipo que, en mi opinión, lo ha hecho muy bien. Tanto en la ida como en la vuelta, principalmente en la vuelta. Ha planteado un partido muy inteligente, sin arriesgarse, siempre intentando llevar el duelo hasta el final para decidirlo en los últimos minutos. Mi sensación es que, si no marcábamos, íbamos a sufrir porque ahí sí iban a arriesgarlo todo. Ha sido muy difícil. Nos ha costado mucho esfuerzo pasar".
El partido se torció en la primera parte, según Mourinho, porque el Madrid no fue capaz de dar profundidad a las jugadas. El cambio de Kaká en el descanso, exactamente igual que en la ida, señaló al brasileño. "Mi objetivo era marcar en el primer tiempo y poner al Málaga en situación de arriesgarse", dijo el portugués; "habría sido un partido totalmente diferente. No lo hemos conseguido por mérito del Málaga y porque en ese periodo hemos jugado demasiado cómodos. En posesión del balón, no buscábamos las salidas rápidas. Nos encontramos sin ningún problema en el partido, pero ha sido un Madrid demasiado lento para lo que es su juego. Después intentamos dar otro estilo al equipo. Marcelo entró como lateral, pero vi que el adversario, con dos delanteros centros, Rondón y Van Nistelrooy, obligaría a mis laterales a defenderse por dentro. Coentrão es más fuerte para hacerlo por dentro que Marcelo y Marcelo tenía piernas para contraatacar. El gol fue muy infeliz para el portero, pero la intención era tener gente más fresca, más rápida. Tanto nosotros como ellos habíamos jugado hacía 48 horas y he pensado que los últimos minutos podían ser un poquito difíciles".
Mourinho aclaró que Khedira, que se retiró lesionado, volverá pronto a estar a su disposición. "Casi al ciento por ciento, pensamos que no es una lesión grave", dijo. Por otra parte, Arbeloa, que fue sancionado con la tarjeta roja por doble amonestación, se perderá la ida de los cuartos.
Manuel Pellegrini, el técnico del Málaga, estuvo en su línea inexpresiva. "Duele perder la eliminatoria de esta manera", alegó con el mismo tono monótono con el que en otras ocasiones celebró algún triunfo. "Los errores no costaron la derrota tanto en el Bernabéu como en La Rosaleda. Aquí, el partido fue muy parejo, pero el Madrid tuvo la ventaja de que le bastaba el empate. Los dos goles que concedimos [por un fallo de Sánchez en la ida y otro de Caballero en la vuelta] fueron muy importantes. No se le pueden regalar estos goles al Madrid. Caballero nos ha dado muchas satisfacciones, pero ha tenido muy mala suerte. Más que errores, han sido desgracias. Pero estoy satisfecho con la actitud del equipo".
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