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La fe del Joventut priva del liderato al Madrid

La Penya vence (78-75) al conjunto blanco, que reacciona demasiado tarde y cede el primer puesto al Barcelona

La fe, mueva o no montañas, a veces decide partidos. A ella se agarró el Joventut, sobrado en este aspecto, para derribar un gigante. El que representaba el Madrid, que anestesiado durante demasiados minutos, se dejó el liderato en su visita a Badalona. A punto estuvo de servirle el golpe de riñón final. Pero el Joventut, en ese momento en el que los planteles inferiores pierden la esperanza al verse por detrás en el marcador, con la remontada consumada, tuvo la confianza necesaria. Jelínek le ganó el duelo de tiros decisivos a Llull y la Penya se quedó un triunfo (78-75) que le aleja un paso de los puestos de descenso.

El Madrid, ante la falta de contundencia de Tomic, comenzó con un agujero en la zona, del que se aprovechó Williams. Tuvieron que salir Pocius -que reapareció tras una lesión- y Begic para que el conjunto de Pablo Laso recobrara algo de firmeza defensiva. Begic cauterizó la herida provocada por Williams, que en sus dos siguientes intentonas se encontró con sendos tapones del pívot esloveno. A partir de esa mejora defensiva, el Madrid pudo encadenar las jugadas rápidas que tanto le gustan, con Mirotic y Llul como lanzaderas.

Joventut, 78 - Real Madrid, 75

FIATC JOVENTUT: Jeter (6), Jelinek (13), Obasohan (8), Williams (10), Llovet (6) -cinco inicial-; Barrera (2), Oliver (14), Van Lacke (7), Báez (8), Norel (4) y Trias (-).

REAL MADRID: Llull (15), Suárez (2), Singler (4), Tomic (7), Mirotic (12) -posible cinco inicial-; Sergio Rodríguez (4), Begic (6), Reyes (10), Carroll (5) y Pocius (10).

PARCIALES: 22-17, 17-19, 22-21, 17-18.

ÁRBITROS: Maza, García O. y Martínez Díez. Sin eliminados.

Olímpic de Badalona.

El ataque blanco, sin embargo, volvió a sufrir de sus habituales intermitencias. Sergio Rodríguez alternaba hallazgos ofensivos con pifias incomprensibles, como tardar más de ocho segundos en pasar el medio campo. "Atacad el pick and roll [bloqueo y continuación]", les pedía Pablo Laso a sus jugadores, reclamándoles una agresividad que pertenecía a los verdinegros, por la que tuvieron que pagar el peaje de las personales (los madrileños tiraron 17 tiros libres en la primera mitad; los catalanes, ninguno). Tampoco cuidaban bien el balón los blancos, que al descanso acumulaban 10 pérdidas, por cuatro del Joventut.

Reyes y Singler, además, entendieron mal dicha agresividad y se cargaron con tres faltas en un santiamén: 5m 42s tardó el norteamericano y 3m 55s el español. Pero el auténtico problema con las personales se lo encontró el Joventut, ya que Williams cometió la cuarta al principio del tercer parcial. Aunque Tomic le imitara segundos después, la menor rotación del Joventut les hacía salir perdiendo en el intercambio. Los de Salva Maldonado redoblaron esfuerzos para suplir la ausencia de Williams. Begic se veía solo peleando el rebote contra cuatro verdinegros, que solventaban su desacierto de cara al aro al disponer de múltiples oportunidades (capturaron 15 rebotes ofensivos). Por fuera, Oliver se movía demasiado cómodo y un triple suyo elevó la distancia a ocho puntos, obligando a Laso a pedir un tiempo muerto, al final del penúltimo periodo. Los problemas de personales siguieron creciendo en el Joventut y la cuarta de Norel, que tuvo que continuar en pista por las faltas de Williams, puso contra la pared al juego interior verdinegro con más de un cuarto por jugar.

El Madrid parapetó el camino hacia su canasta, pero sus pérdidas y los triples puntuales de Oliver mantenían a la Penya por delante. Según se acercaba el final, Llull, adicto a la adrenalina, empezó a asumir penetraciones, con acierto al principio, manteniendo al Madrid a tiro de piedra. El Joventut también notó el aumento de presión, pero, en su caso, las acometidas cada vez acababan con tiros más precipitados, cometiendo pasos bajo el aro o quitándose el rebote entre sí en defensa.

"Con cabezas y sin errores", le pedía Laso a su equipo, que ya había perdido 20 balones y fallado 13 tiros libres. Llull acometió otra de sus estampidas hacia el aro y Reyes corrigió al balón, que parecía dispuesto a salirse, para poner por delante al Real Madrid a falta de 45 segundos. Todo parecía dispuesto para que la mayor experiencia de los blancos se acabara imponiendo. El Joventut parecía tembloroso, y a punto estuvo de dejarse el balón y el partido en el siguiente saque de banda. Pero entonces apareció Jelínek, que encontró el camino hacia el aro y no se achicó ante la tímida salida de las torres rivales. Le volvió el turno a Llull, pero falló. Primero una bandeja, cuando perdían de uno; luego un triple, precipitado, para empatar. El balón terminó en Mirotic, pero ya solo hubiera valido un milagro. Y hoy la fe estaba del lado verdinegro.

Oliver trata de superar a Llull.
Oliver trata de superar a Llull.EFE

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