Sturridge vuelve a sostener al Chelsea

El Chelsea cerró con un empate (1-1) en el campo del Tottenham un año en cuyos meses finales no ha parado de encontrarse piedras. La igualada en White Hart Lane, la segunda consecutiva tras el 1-1 del sábado frente al Wigan, deja al equipo de Villas-Boas a la deriva en la Premier. Es cuarto a once puntos del líder, el Manchester City, una distancia que ahora mismo parece insalvable, con la potencia que están demostrando los de Mancini y la irregularidad de los de Stamford Bridge.

Los problemas del Chelsea ante el Tottenham empezaron bien pronto. A los siete minutos, Adebayor adelantó a los locales, que saltaron mucho más enchufados que los de Villas-Boas. Luego, sin embargo, los blues se espabilaron. Sturridge falló una ocasión clarísima, pero en el minuto 22 se vengó marcando el empate. Cole centró desde la izquierda y el ariete inglés remató a placer, solo como estaba frente a las redes. Sturridge es una de las buenas noticias en el Chelsea esta temporada. Tras comenzar como suplente, se ganó poco a poco la confianza de Villas-Boas. No le importó que para ello tuviera que cambiar su posición y en lugar de jugar de delantero, como hacía desde siempre, empezase a jugar como extremo. Ahora es la referencia de su equipo de cara al gol. Drogba pudo dar la vuelta al partido, pero estrelló un disparo en el poste.

Tras el descanso, al Chelsea se le acumulaban ya los problemas. Villas-Boas había tenido que hacer dos cambios, obligado por las lesiones de Ivanovic y Obi Mikel. Luego, Torres saltó al césped por Drogba, que había tenido problemas físicos durante el calentamiento. Sandro, Bale y Gallas estuvieron a punto de dar la puntilla al Chelsea en los últimos minutos, pero a los blues, esta vez sí, les acompañó la suerte.

Una fortuna que, últimamente, parece haberse olvidado del Chelsea, que mire a donde mire encuentra problemas. Terry, su capitán e insignia, deberá comparecer ante la justicia ordinaria el 1 de febrero, acusado de un delito de alteración del orden público con agravante racista por insultar, presuntamente, al jugador del Queen's Park Rangers Anton Ferdinand. Por otro lado, Torres, el fichaje estrella de los londinenses en el mercado de invierno, no ha acabado de deslumbrar en todo el año y los rumores sobre su salida se disparan ahora. Cada día es un destino diferente el que se le adjudica al español, que ya ha sonado para equipos como el Milan o el Málaga. Entretanto, el Chelsea ha perdido a Anelka, ariete traspasado a un equipo chino, y la marcha de Drogba cada vez cobra más fuerza. El técnico, Villas-Boas, tampoco acaba de convencer, y la prensa británica especula cada poco con su salida.

Ante el panorama, el Chelsea se agarra a Sturridge, que ya lleva nueve goles, más del doble de los que suman Torres y Drogba (cuatro). El ariete, de 22 años, es una de las esperanzas de futuro de Stamford Bridge. Ya salvó un punto la semana pasada, ante el Wigan, y ha vuelto a dar un empate a su equipo ante el Tottenham. Ya son muchos los puntos que Sturridge tiene que dar al Chelsea esta campaña. Quizá demasiados.