Un titán para la NBA

Gustavo Ayón, El titán de Nayarit (México), de 26 años, va a cumplir su sueño de jugar en la NBA. El pívot del Fuenlabrada dará el miércoles una rueda de prensa en la que anunciará su marcha del equipo madrileño con destino a la mejor liga del mundo, donde vestirá la camiseta de los Hornets de Nueva Orleans. El equipo madrileño pierde así a su máximo anotador (15,9 puntos por partido) y al jugador más valorado de toda la Liga Endesa (21,9 de promedio).

Desde su llegada al Fuenlabrada su crecimiento ha sido meteórico. Más aun teniendo en cuenta que en 2009 aún militaba en LEB Plata, en el Illescas, y que hasta hace siete años no apostó por dedicarse al baloncesto, atraído antes por otros deportes como el voleibol. El Fuenlabrada, al que deja en puestos de playoffs, asegura que ha hecho todo lo posible para retener al jugador, ya que ahora "no hay urgencias económicas con lo ingresado por la marcha de Biyombo [camino también a la NBA, a los Bobcats de Charlotte de Michael Jordan a cambio de un millón de euros]", pero que no pueden hacer nada ante el pago de la cláusula del jugador, fijada en 1,3 millones de euros. Las franquicias de la NBA solo pueden aportar cerca de 400.000 euros en este concepto, por lo que el resto deberá ponerlo Ayón de su salario, que se prevé que rondará los cinco millones de dólares.

"A Ayón se le ha presentado la posibilidad de cumplir uno de sus sueños y no podemos impedírselo", explicó el presidente del Fuenlabrada, José Quintana, en la cena de Navidad del equipo; "nunca se ha quejado cuando ha cobrado más tarde y ha sido el primero en defender al equipo, ha entrenado siempre como el que más y ha querido volver siempre a jugar antes de recibir el alta [médica] ".

En un principio está previsto que el jugador pueda debutar con su nuevo equipo el próximo lunes, en el primer partido de temporada de los Hornets, ante los Suns de Phoenix. Un salto de gigante para un titán que nació en un pueblecito tan pequeño que sus padres lo pasaban mal para poder ver por televisión a su hijo triunfando en Europa. "Jugar algún día en la NBA ya no es un sueño, es una meta", aseguró Ayón el año pasado, tras lucirse con 24 puntos en una victoria ante el Barcelona. Ahora, el sueño ya es una realidad.