El Barça toma Vistalegre
El conjunto azulgrana derrota al Atlético (23-25) en el partido de balonmano con más afluencia en España: 12.743 espectadores
El primer golpe a la Liga Asobal lo dio el Barcelona. El enfrentamiento entre los dos mejores equipos de Europa se saldó con la derrota del Atlético de Madrid en su propia pista, el Palacio Vistalegre, que albergó a 12.743 espectadores, una cifra récord en un partido de balonmano en España. El Barça ganó por 23-25 y se convirtió en el único equipo que sigue invicto en la liga. Hasta esta tarde, los dos contendientes se habían impuesto en los 12 partidos que habían disputado.
El reencuentro entre estos dos viejos rivales de la Liga española despertó todavía más interés porque los dos equipos llegaban a la cita con los deberes hechos y habiendo demostrado que la Asobal es un asunto que ellos solos deben dirimir. El último enfrentamiento entre el Atlético y el Barça se había producido en 1994. Aquel año, los colchoneros abandonaron su sección de balonmano. Y el Ciudad Real cogió el relevo para convertirse unos cuantos años más tarde en el gran rival del Barcelona. Pero antes del inicio de esta temporada, acuciado por la falta de patrocinadores y de ayudas institucionales, los manchegos decidieron instalarse en Madrid y cerraron un acuerdo con el Atlético para recuperar el nombre de aquel prestigioso equipo.
ATLÉTICO, 23 - BARÇA, 25
Atlético: Sterbik; Abalo (4), Lazarov (2, 1p), Cañellas (5, 1p), Alberto Entrerríos (1), Kallman (2) y Aginagalde (5) -equipo inicial- Hombrados (ps), Roberto García (-), Guardiola (1), Chema Rodríguez (1), Markussen (2), Jurkiewicz (-) y Dinart (-)
Barça: Saric; Víctor Tomás (1), Sorhaindo (1), Nagy (8), Jernemyr (-), Morros (-) y Sarmiento (-) -equipo inicial- Sjostrand (ps), Juanín García (3, 1p), Raúl Entrerrkios (4), Aguirrezabalaga (-), Rutenka (5, 2p), Oneto (1) y Noddesbo (2)
Marcador cada cinco minutos: 1-1, 4-4, 4-5, 4-8, 7-10 y 10-11 (descanso). 12-13, 15-15, 18-18, 20-20, 20-23 y 23-25 (final)
Árbitros: Ríos Martín y García Mosquera. Expulsaron con tarjeta roja directa al jugador del Barcelona Intersport Siarhei Rutenka (m.50) y al del Atlético de Madrid Kiril Lazarov (m.50- Además excluyeron por dos minutos a Guardiola (2), Kallman, Markussen, Chema Rodríguez y Dinart por el Atlético; y a Oneto (2), Juanín García y Jernemyr (2) por el Barcelona.
12.743 espectadores en el Palacio de Vistalegre.
El Atlético de Madrid había sido el primer equipo español que llegó a una final de la Copa de Europa (1985), aunque fue el Barcelona el primero en ganar aquel título. El regreso del Atlético causó un gran impacto en una afición que necesitaba recuperar la historia. El primer duelo entre los dos grandes del balonmano español se produjo en septiembre, cuando el Atlético se adjudicó la Supercopa de España. Hoy, el segundo enfrentamiento no era tan decisivo, pero debía dilucidar cuál de los dos equipos se erigía en líder solitario de la Liga.
El Barça se llevó el laurel y lo hizo con autoridad, con algunas dosis del mejor balonmano y con una fortaleza física superior a la de su rival. El equipo de Xavi Pascual tuvo el partido siempre bajo control y llegó a disfrutar de ventajas de hasta cuatro goles (4-8). Sin embargo, los de Dushebáev impusieron una estrategia más física, de mucho más desgaste para mantenerse en el partido hasta la parte final. A falta de cinco minutos, el Barça ganaba por tres goles (20-23), a pesar de haber perdido a Rutenka por expulsión directa. Sin embargo, un par de aciertos de Sterbik y algún error azulgrana llevaron las cosas al límite (23-23). Entonces, Nagy marcó, Saric paró y el partido quedó sentenciado. El Barça es líder en solitario, pero la Liga sigue al rojo vivo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.